Comédies musicales

Baile de la Balsa de Torralba

El Baile de la Balsa hace referencia al baile que los cofrades de la Cofradía de San Juan y Alabarderos de Torralba del Río Torralba del Río, realizaban el día de San Juan, y supone el fin de un día marcado por las celebraciones rituales de dicha Cofradía.

La Cofradía de San Juan de Torralba data del siglo XIV y ha mantenido su actividad hasta nuestros días. Siendo su patrono San Juan, es en dicho día y en el siguiente cuando concentraba sus ritos, que se superponían con los de la celebración solsticial. La Cofradía la conforman un Abad, dos mayordomos, un cursor (llamado comúnmente "campanillero") y los cofrades. Los cargos tienen carácter anual y se renovaban el día 25 de junio, "San juanillo".

La tradición se mantuvo constante hasta que en la década de los 60 del siglo XX, y coincidiendo con un descenso importante en la población, la danza se dejó de bailar aunque fue recuperada con posterioridad. Los cambios del contexto social también han supuesto cambiosvariaciones.

Si bien los cofrades cenaban juntos en día de la víspera de San Juan y luego participaban, a nivel individual y junto al resto de la población, en los ritos lustrales, era en la madrugada del día de San Juan cuando se iniciaban los ritos propios que conducían hasta el Baile de la Balsa. Uno de los cofrades se disfrazaba de "moro": se cubría con ramas y hiedras, se colocaba un pañuelo en la cabeza y se ennegrecía la cara. Juan Lobo, como también se le llama al "moro", hacía su aparición allá donde estaban los mozos y mozas tomando el chocolate típico de la madrugada de San Juan, que solía ser la fuente. Allí comenzaba su persecución por los jóvenes, armados con palos, escopetas... Era atrapado varias veces y otras tantas se escapaba, hasta que era acorralado en las aguas de la balsa. Una vez preso era conducido hasta el frontón, donde se le juzgaba y ejecutaba tras leer una sentencia versificada.

A continuación, los cofrades se cambiaban de ropajes en sus domicilios y acudían a la procesión y a misa portando su bastón distintivo de su pertenencia a la cofradía. El abad, por su parte, llevaba una lanza adornada con una pieza de damasco rojo junto a la que pendían varios lazos de seda bordada. De ellos colgaban, a su vez, pañuelos de seda multicolor. La punta de la lanza iba rodeada por un ramillete de flores.

Tras los actos religiosos, los cofrades asistían a comer a casa del Abad y con posterioridad, al rosario. Tras eéste se iniciaba el "alarde" como parte final de los ritos, y en el que se insertaba el Baile de la Balsa. Los cofrades, acompañados por la música iban desde el rosario hasta la orilla de la balsa donde había sido atrapado el "moro". Allá se colocaban tres sillas donde se sentaban el Abad, el párroco y el músico. El alarde consistía en pasar la lista de todos los cofrades, mientras se les repartía vino en pequeñas tacitas de plata. Al final, se levantaba el Abad y, tras hacer una reverencia ante la lanza y bailar una jota, daba paso al resto de cofrades que tenían que imitarle. La danza comenzaba y terminaba con una reverencia (genuflexión y descubrimiento de la cabeza). Estaban exentos de la obligación de bailar la jota aquellos cofrades.que estuvieran de luto.

La jota era de carácter libre en sus desarrollos, aunque lo más habitual era puntear, hacer movimientos laterales y vueltas. La música se tocaba sin interrupción hasta que bailaba el último cofrade. Con él terminaba el ritual y se volvía al pueblo con la música.

No parece haber existido una música específica para esta jota y ha cambiado según la procedencia y gusto del músico.

El día 25, de "San Juanillo", los cofrades renovaban sus cargos tras la misa. A continuación realizaban una ronda por el pueblo en la que se cantaban coplas "de picadillo" a los vecinos y, especialmente, a los cargos.

Como ya se ha comentado, el ritual entra en crisis en los años 60, debido a la debilidad de la cofradía y en 1969 desaparece. No es hasta 1982 que se inicia el proceso de recuperación. Un grupo de jóvenes locales recuperan todo el ritual perdido. En un primer momento, la música es tocada con acordeón.

A partir de 1993, los jóvenes del pueblo intentarán aumentar el repertorio de danza a partir del llamado Baile de la Balsa, que baila el grupo de Estella Larraiza. En efecto, en 1956, con anterioridad a su desaparición, el folklorista y coreógrafo estellés Francisco Beruete estrenará en Estella la "suite" El Baile de la Balsa, formada por cinco números y basada tanto en las noticias que recogió sobre la danza como en la leyenda en la que el ritual se apoya. La música será de Hilario Olazarán y la interpretarán los Gaiteros de Estella. El grupo de danzas municipal será el que la lleve a escena y el que, en 1993, enseñe a los torralbeses y torralbesas dos de los números de la suite: La Jota y el Baile de Ballestas. A continuación de los bailes de los cofrades, una vez terminados los rituales más antiguos, se bailaban estos dos números.

En el estado actual de la tradición, el antiguo Baile de la Balsa está a punto de desaparecer. En 2010 no se bailó.

No es el de la danza el único aspecto de los ritos de San Juan que ha cambiado. Actualmente el ritual no se efectúa necesariamente el día de San Juan, sino que ha pasado a realizarse el sábado siguiente a ese día, en el contexto de las fiestas patronales (que también se han cambiado de fecha: se realizaban en septiembre). El día comienza con la aurora, a la que tienen que asistir los cofrades. A continuación hay música de gaita por la calle hasta la misa de 12. En estos actos religiosos los cofrades colocan roscos y cintas sobre el santo. Los actos religiosos terminan con la procesión. A continuación se visitan las casas del abad, los mayordomos y campanillero, hasta que se asiste a una comida en un local del ayuntamiento, a la que asisten los cofrades. Es entonces cuando se decide qué cofrade se disfrazará de "moro". Tras la comida se acude en pasacalles hasta la balsa. Estando allí hará aparición el "moro" pisando algunas huertas, lo que provocará su persecución y captura en la balsa. A continuación se pasa lista a los cofrades. Tras este alarde tendrían que bailar, pero ya no lo hacen. Montan al "moro" sobre un caballo y lo llevan al frontón, donde es sentenciado. Como fin de todo, y dado que ni las danzas tradicionales, ni las incorporadas más tardíamente se iban a bailar, en 2010 se invitó a todos a bailar una jota.

Los ritos posteriores al día de San Juan, también han desparecido.

El ritual que conduce al Baile de Balsa se apoya en un mito: la leyenda de Juan Lobo. Éste habría sido el jefe de una banda de ladrones que actuaban en la Berrueza y Codés en las postrimerías de la Edad Media y que se refugiaba en Yoar y Punicastro, en la sierra de Codés. La cofradía de Torralba decidió dar caza a los ladrones y así comenzó la batalla, que terminó con la muerte de un lanzazo de Juan Lobo, el jefe de los ladrones, en los alrededores de la balsa. Allí se juntaron los cofrades cuando todo terminó y, al ver que no había bajas entre ellos, bailaron de alegría.