Professeurs

Arrue, Izaskun

Andereño, enfermera y vascófila. Tomó parte en la creación de la ikastola Aita Raimundo Olabide. Nació en Arribe (Navarra) el 28 de agosto de 1927.

A los seis años acudió a la escuela de Atallo; con nueve se trasladó a Tolosa para estudiar el bachillerato, y vivió unos cuatros años en casa de unos amigos de la familia, pero fue en los Teresianos de San Sebastián donde finalizó el bachiller. Realizó la reválida en Valladolid, aprobó los exámenes, y estudió dos carreras a la vez en la capital guipuzcoana: magisterio y enfermería.

Empezó a trabajar en la escuela de temporada (escuela pequeña) de la Diputación de Navarra en el pueblo de Lezaeta, donde permaneció durante ocho años. En total acudían a clase 24 niños que solamente hablaban euskara, de modo que en clase se hablaba en ese idioma. Durante aquellos ocho años intercaló su labor docente con la de practicante del valle de Araiz.

En 1960 dejó Navarra para trasladarse a Vitoria con su marido y fue allí donde se sumergió en el ambiente de la ikastola. En aquella época había numerosos padres que tenían inquietudes hacia el euskara, es decir, querían que sus hijos e hijas estudiasen en ese idioma. Muchos de esos progenitores habían sido estudiantes del vascófilo Andoni Urrestarazu Umandi de forma que se pusieron en contacto con la hermana de Umandi para pedirle ayuda. Ésta habló con Don Inazio Oñatibia, hermano de Jon Oñatibia.

En el trabajo Bidegileak sobre su vida Izaskun Arrue recuerda de este modo la creación de la ikastola:

"Para entonces las ikastolas, bueno, no se podía decir que eran ikastolas, habían empezado a funcionar en Guipúzcoa bajo el amparo de la iglesia, en pisos vacíos. El hermano de Inazio Oñatibia y otros estaban involucrados en ello. Inazio le dijo a Maria Teresa que hablaría con su hermano, a ver qué podía hacer. Una prima mía, Mirentxu Moraiz, también formaba parte de aquello y les dijo, tengo una prima en Vitoria, ya le preguntaré, y me llamó en 1963, y me contó de que iba la historia y a ver qué me parecía empezar y al instante le dije que sí."

Se pusieron en contacto con Karmele Esnal, Izaskun Arrue realizó en noviembre de 1963 una estancia de un mes en San Sebastián para aprender el funcionamiento de la ikastola. De vuelta a Vitoria, el 4 de diciembre de 1963 la docente navarra abrió las puertas de su pequeña casa de Cercas Bajas y comenzó así a trabajar la enseñanza en euskara con 14 alumnos. No tenían muchos recursos, por ejemplo utilizaban Xabiertxo o Martin Txilibitu como material de lectura; con palillos aprendían las mayúsculas, y con botones realizaban ejercicios de matemáticas. Izaskun también les enseñaba el diccionario, a contar y a cantar...

En tres años el número de alumnos ascendió notablemente y surgió la necesidad de trasladarse a otro lugar. Así, una vez de haber alquilado una casa en la Avenida Estíbaliz en octubre de 1967, siguieron impartiendo clase; para entonces acudían unos 80 alumnos, y junto a Izaskun Arrue, a final de año empezaron a trabajar otras dos andereños.

Izaskun Arrue participó en 2003 en un programa de Radio Vitoria que hablaba sobre la Ikastola Olabide, y recuerda en él las andaduras en el nuevo centro de la Avenida Estíbaliz:

"En aquella época en el desván, en el tercer piso, se encontraba el cuarto del servicio, el sitio para planchar... Los niños de tres años solían estar allí. Las clases se iban llenando, y se tenía hacer nuevas, y claro, al igual que entraban niños, se necesitaban andereños... ¡Y era muy difícil en aquella época!

Gente vascoparlante en Vitoria nadie, y además en euskara y con titulo, imposible... Entonces solíamos ir de pueblo en pueblo, siempre con el cura Don Ramón, ya que conocía a muchos curas, o con algún abuelo de la ikastola...(...) Otras veces pasaba que encontrábamos a una chica vascoparlante, pero sin título académico ... Y algunas madres de los niños de Vitoria, maestras pero que no trabajaban fuera de casa, dieron su título, y algunas clases estaban a su nombre. Entonces, cuando había una inspección los niños de esas clases siempre se iban al recreo."

Llegó el momento de legalizar el centro; hasta entonces habían actuado en la clandestinidad, y los niños no tenían cartilla escolar. La escuela Samaniego y otra de Adurza se mostraron dispuestas a ayudar y se consiguió legalizar la ikastola en 1968 y le llamaron Colegio Padre Raimundo Olabide; la razón, que Olabide era vitoriano, vascófilo y había realizado una gran labor a favor del euskara.

Como recuerda Izaskun Arrue en el trabajo Bidegileak, encontraron numerosas dificultades en su camino:

"Todo eran problemas, pero cuando las cosas son pequeñas, suele ser muy bonito ¿verdad? Entonces, todos los padres hacían trabajos de mejora de la ikastola. Si alguien era electricista, solía andar arreglando las luces (...) En aquella época no teníamos nada, ni dinero. Pero los padres formaron un comité, ¡estaban dispuestos a hacer cosas! (...) Cuantas veces estarían por allí trabajado y trabajando, después de las siete de la tarde."

Para hacer frente al problema financiero se creó la figura de socio protector. Además, al ver que el alumnado iba creciendo, los padres notaron la necesidad de una nueva ikastola; recolectaron el dinero y en 1973 construyeron en Lasarte la nueva ikastola de carácter cooperativista. En aquella época Euskaltzaindia decidió trabajar por el euskara unificado, una decisión polémica para muchos; y también en la Ikastola Olabide hubo discusiones sobre el tema, y al final apostaron por el euskara unificado. Fue entonces cuando Izaskun Arrue, contraria a la decisión, abandonó la ikastola.

Volvió a ejercer de enfermera, y trabajó en el hospital de Abechuco durante 16 años, justo hasta que se jubiló. Pero no dejó de lado su labor docente; después de finalizar su turno en el hospital, solía impartir clases, entre otros, en la Escuela de Magisterio, en el Seminario, en la escuela de Peritos, en el colegio Samaniego o en el euskaltegi Udaberria.