Peintres

Apellániz Sáez De Ibarra, Andrés

Pintor alavés, nacido en Vitoria el 10 de abril de 1928.

Es el primogénito del paisajista Jesús Apellániz. Ha desarrollado siempre su trabajo en solitario, de modo independiente, al margen de grupos y colectivos. Su formación, pareja a la de la mayoría de los pintores de postguerra, es personal, autodidacta, aunque para sus primeros ensayos y hallazgos artísticos contara con los inevitables consejos paternos.

A pesar de su natalicio en la capital alavesa, y de su estancia en San Sebastián a las pocas semanas de vida, los recuerdos infantiles más nítidos de Andrés corresponden a la villa de Orio, donde se había asentado su progenitor como diseñador de muebles para la empresa de Arín y Embil a principios de los treinta. De esta localidad costera son, pues, sus primeros juegos, sus primeros amigos y sus primeros conocimientos. En este tiempo, llegó incluso a aprender el euskera, idioma que posteriormente olvidaría.

Al estallar la guerra civil, retorna a su ciudad natal. Cursa estudios en los Colegios de San José y en los Corazonistas. A la conclusión del fatídico trienio bélico, vuelve de nuevo a Gipuzkoa, pero ahora a Zarautz, villa en la que acaban de fijar sus padres la residencia. Simultanea sus estudios de bachillerato en San Sebastián con la tienda de antigüedades y objetos artísticos de la familia. Frecuenta durante varios meses la academia donostiarra del pintor Guardamino, donde adquiere nociones académicas de dibujo, composición y perspectiva.

Destaca desde su época de estudiante por ser un ávido lector. Devora con fruición todo cuanto cae en sus manos sobre cuestiones artísticas. Bagaje teórico y formativo que revierte en su trabajo como pintor, anticuario, asesor de varias instituciones culturales vitorianas y también como articulista en la prensa alavesa de los años cincuenta.