Pintoreak

ZUBIAURRE AGUIRREZABAL, Valentín de

Pintor vizcaino, nacido en Madrid el 22 de agosto de 1879, donde su padre Valentín de Zubiaurre Urionabarrenechea era director de la Capilla Real. La condición de sordomudo, al igual que a su hermano Ramón, le inclinó hacia la pintura. Comenzó sus estudios artísticos con su hermano en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde tuvo por maestros a Moreno Carbonero, Carlos de Haës, Ferrant y Muñoz Degrain. En su primera etapa estilística practica el paisajismo "plenairista" en la casa familiar de Garay, acusando la influencia de Haës y la del viaje que efectuó en 1898 por Francia, Italia y los Países Bajos. También estuvo influenciado por Regoyos y por Anglada Camarasa. En 1902 obtiene una Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Becado en 1905 por la Diputación vizcaina, marcha -con Ramón- a París. En 1908 comienza a tomar parte en muestras internacionales, siendo premiado ese año en las exposiciones de Valencia y Munich; Buenos Aires 1910; Barcelona 1911; San Francisco 1915; San Diego 1916; Panamá 1916. Es durante este período de la Gran Guerra cuando obtiene sus mayores éxitos internacionales. Entre 1910 y 1923 residió con frecuencia en Segovia. En la edición de 1917 de la Exposición Nacional de Bellas Artes gana una Primera Medalla con su cuadro Los Bersolaris. La etapa comprendida entre esta época y la Guerra de 1936-1939 marca el momento de máximo éxito y difusión de su obra tanto a nivel estatal como internacional. Expone frecuentemente, además de en Bilbao y Donostia, en las principales capitales españolas, así como en París, Bruselas, Buenos Aires, Rosario, Santiago de Chile, Nueva York, Texas, Pittsburg o Tokio. En 1945 es elegido miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, pronunciando la lección de ingreso sobre Pintores mudos y sordomudos en la historia de España. En 1952 presenta Apoteosis de la pelota a la Exposición Nacional. En 1956, con motivo de su exposición en la madrileña galería Toisón, recibe un homenaje nacional; el año siguiente recibe la Medalla de Honor (que le sería entregada en 1963) en la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada en el centenario de estas muestras. Murió en Madrid el 24 de enero de 1963. Estaba en posesión de la cruz de Alfonso el Sabio, era caballero de la Legión de Honor y miembro de la Société des Beaux Arts de Paris y de Hispanic Society of America. Obra. Poseen obra suya algunos de los principales museos del mundo: París, Luxemburgo, Munich, Berlín, Tokio, Pittsburg, San Diego, Buenos Aires. El Museo de Arte Moderno de Roma posee Encajeras de Lagartera. El Museo de Arte Moderno de Madrid, Segovianos y Hombres de Castilla. Guardan obra especialmente característica pinacotecas vascas. El Museo de Bellas Artes de Bilbao: Versolaris (1916-1917), Las Víctimas del Mar; el de Alava: Familia Vasca (1953), Manzanas y peras (1952) y Salida de las lanchas; el Museo de San Telmo de Donostia: La Merienda. El palacio de la Diputación Foral de Bizkaia posee los retratos de Ceferino de Urien y de Esteban de Bilbao. La Colección Kutxa: Reunión de Autoridades. Otras obras son Regatas, Paisaje de Mañaria, Paisaje de Durango, Altos Hornos, Cabo Machichaco, Cabo Ogoño, Amarretako, Iruguisalde, Euskotarrak, Viejas Leyes y Nueva Flor, Día de Fiesta o Procesión en Segovia. Relacionado con el Novecentismo vasco y pertenecientes a la generación de Tellaeche, los Arrue, Arteta y Salaberría, denota un espirito confrontado a las dos generaciones anteriores, tanto a los historicistas académicos "nazarenos" como a la más moderna de Guinea, Iturrino, Guiard, Regoyos o Durrio. Considerados ambos hermanos pintores costumbristas, tanto de lo vasco como de lo castellano (en lo que sus detractores acusaban la influencia de Zuloaga), en Valentín, más que el costumbrismo, destaca el simbolismo de sus retratos encuadrados en escenas populares. En palabras de José Francés, el mayor de los Zubiaurre es un espirito reflexivo y melancólico. Ama las notas un poco apagadas, el misticismo primitivo de Vasconia. Pilar Mur por su parte, señala: "Aplicar la fácil receta de pintores costumbristas a los Zubiaurre resulta peyorativo. Bien es cierto que su obra se circunscribe al ámbito de la pintura regional que tiene en la temática rural y marinera su principal soporte, pero en los Zubiaurre lo que podría ser una simple caracterización diferencial, trasciende para plasmar una suerte de pintura ritual en la que los oficiantes serán los arquetipos de su devoción". Lo legendario, según Xavier Sáenz de Gorbea, adquiere el carácter de documental. Las trayectorias de ambos hermanos fueron ideológica y conceptualmente distintas, en contra de lo que generalmente se ha hecho: asimilarlos a una vasquidad que parece pertenecer más a Ramón que a Valentín. Según Juan de la Encina se caracterizarían por "una propensión a la representación simbólica, pero de un simbolismo realista". Atribuye a Valentín "la gravedad reflexiva, el sentimiento doloroso de vivir, la religiosidad triste, la apacibilidad patriarcal y simplicísima de la vida campestre". De Ramón dice "nos da la medida del humor alegre, el goce de vivir simple y sensual, los ímpetus aventureros y triunfadores de la gente del mar". Sobre esto, Javier Tusell (Paisaje y Figura del 98, Madrid, 1997) afirma: "en Ramón la condición simbolista -indicativa de una superior modernidad de concepto- aparece más clara mientras que en el caso de Valentín nos encontramos con una propensión más marcada por mantenerse en los planteamientos artísticos de la escuela tradicional de pintura española, es decir... más cercano al Zuloaga del estricto fin de siglo".

Xabier LASALLE