Toponimoak

ZUAZO DE SAN MILLAN / ZUATZU DONEMILIAGA

Parroquia de San Millán. Construcción de grandes dimensiones del s. XVI. A comienzos del s. XIX, se hace el pórtico de línea neoclásica, sostenido por cuatro pilares de piedra y rematado en frontón triangular. A ambos lados se le adosan dos fachadas octogonales simétricas, correspondientes a la sacristía y a la casa parroquial, según traza de Benigno de Moraza. En la portada contemporánea del templo se aprecian anchos elementos góticos. Posee arco de acceso rebajado con molduras sobre columnas muy finas, cuyos capiteles se decoran con cardinas. En la clave hay una representación del Padre Eterno y el grupo de la Anunciación en los flancos del arco. Al O. se levanta una esbelta torre de cuatro cuerpos separados por molduras. Sólo tiene vanos el de campanas, que culmina en una cornisa moldurada sobre ménsulas. Del lado S., encima de la cabecera se ubica la espadaña. Nave rectangular acabada en ábside poligonal; cubierta por bóvedas nervadas con claves relivadas. En la del presbiterio, aparece la efigie del titular. Centrando este espacio, y actualmente tapado por el retablo, se halla el óculo de traza más antigua de la fábrica. El resto data de la primera mitad del s. XVI. En la segunda parte de este siglo se hace el coro. Posee antepecho de piedra calada con diseños geométricos. Arco rebajado con intradós decorado que apea en pilastras acanaladas. El bajo coro cubre con bóveda de cañón rebajada decorada por medio de rectángulos en resalte. En este lugar se abre el baptisterio. Tiene bóveda de horno y pila bajorrenacentista. Buena ejecución en forma helicoidal de la escalera de acceso al coro. El retablo mayor es de estilo barroco. Fue trazado por Martín de Arenalde con basamento, dos cuerpos estructurados en dos calles laterales y estrechos paneles a modo de entrecalles profusamente ornamentados y bien dorados. El primer cuerpo va presidido por un sagrario contemporáneo del retablo. Consta de dos pisos y cúpula decorada por motivos vegetales. Encima se coloca una fina talla de la Inmaculada. Es una de las pocas imágenes que permanecen en la pieza, pues la mayor parte fueron trasladadas a los retablos laterales y la sacristía. Los cuadros llenan el resto del conjunto, a excepción del nicho central donde se alberga la imagen del titular y del Crucificado que corona el remate sobre una pintura de la Magdalena. Los retablos laterales de pequeñas dimensiones situados en dos nichos abiertos en la cabecera con trasdós y jambas decoradas por motivos geométricos, son de fines del s. XVII, y veneran a Santa Ana y a la Virgen del Rosario. Esta última data del s. XVIII. La más destacable es la escultura de Santa Ana del s. XVI. Sedente y en actitud contemplativa mira a la Virgen y al Niño colocados sobre sus rodillas. Cubre su cabeza un velo de barbuquejo y lleva manto bien dorado y policromado. En el templo se guardaba otra talla gótica de este grupo, hoy en el Museo Diocesano. Completa el contenido mueble otro retablo emplazado frente a la entrada principal y dedicado a la Virgen de Fátima. En esta localidad existieron dos ermitas: San Roque y Santo Toribio, presentes por sendos hagiónimos, uno en Zuazo y otro en Heredia. Puente de dos arcos sobre el Zadorra. Las casas de mayor valor artístico se hallan en la Calle del Arco y en José Miguel de Barandiarán. Las armas de los Zuazo lucen en el n° 5 de la calle San Millán.