El Vínculo era la institución dependiente del Ayuntamiento que monopolizaba la elaboración y venta del pan tanto al por menor (salvo ciertas excepciones) como al por mayor, en la ciudad y en su término municipal. La jurisdicción municipal era exclusiva y absoluta en el gobierno de esta institución. El Vínculo pamplonés no tenía relación alguna con las arcas de misericordia que prestaban grano para simiente, recuperado en especie al finalizar la cosecha; de esta arca no hay constancia en Pamplona, al menos en los siglos XVI y XVIII. El pan era, junto a la carne -ovina y bovina-, el tocino, el pescado -fresco y salado- y el vino de las tabernas reales (arrendadas en 1778 por el Ayuntamiento), el género de mayor importancia de monopolio o control municipal. En éstos y otros géneros -comestibles e industriales- se refleja la importancia que el Ayuntamiento otorgaba al barato y satisfactorio abastecimiento de los vecinos.
El monopolio general municipal pretendía asegurar la puntualidad, abundancia y buenas condiciones de los géneros de primera necesidad, y suplir la carencia de iniciativa particular debido al muy considerable riesgo que conllevaba el garantizar el buen aprovisionamiento de la Cabeza del Reino. Todo monopolio exigía al Ayuntamiento la compra del género o materia prima, a veces también la posterior manipulación y elaboración del producto, y siempre su venta a los vecinos, residentes o forasteros. Los Vínculos del Reino y el de Pamplona se encontraban en su pleno desarrollo durante el s. XVIII aunque, a pesar de su monopolio, en algunas ocasiones el Ayuntamiento iruñense tolerase -con muchas limitaciones- la elaboración y venta de pan por los horneros a título particular durante el s. XVIII, tolerancia ésta debida a sus numerosos fraudes.