Antiguo despoblado navarro en el valle de Artze. En 1420 figura como «logar desollado», poseyendo la corona en este lugar un palacio y vecindad «complida franca et quita». En el Libro de Fuegos de la merindad de Sangüesa, figura con Hudaci, Oloci, Villanueva, Sarasa y Oray. En 1448 fue donado a varios vecinos de Arrieta por 36 sueldos carlines, exceptuando el derecho de los hidalgos que tenían vecindad en Urrobi. Esta pecha fue dada en 1466 a Juan de Gúrpide. En 1482 hubo pleito, que se repitió en 1496 entre el patrimonio real y los vecinos de Saragüeta, Imízcoz y Urdiroz sobre este despoblado. En 1666 fue vendido por la corona a varios vecinos de Urdíroz por 200 ducados. Ref. José Yanguas Miranda.
Las minas navarras, como los bosques y pastos, eran generalmente propiedad del Rey, salvo, según el Fuero General, las que estaban en fincas de infanzón. Durante mucho tiempo la atención se centró en las minas de Urrobi. En 1340 el florentino Paolo Girardi extraía de ellas cobre y plata por valor de 1.647 libras. En 1362 Carlos II reactiva su explotación, encargando a Beltrán de Valencia, y luego a Brace de Florencia, quien propuso al Rey que la llevara directamente, o bien que le cediera la explotación en ciertas condiciones; los minerales fueron enviados a Francia «para facer el ensayo allí». El mismo Brace visitó en compañía de un platero de Pamplona otras minas en la frontera de Gipuzkoa. Ref. José María Lacarra: Historia del reino de Navarra, III, Pamplona, 1973.