Brujería. A comienzos del s. XVII el país se vio sacudido por la cacería de brujas que había de culminar con las matanzas del comisario de Lancre (1609) en Laburdi y el Auto de Fe de Logroño de 1610. En Urnieta fueron testificadas 9 personas; dos reos confesaron conocer la existencia de un akelarre en el lugar.