Lexikoa

TTUNTTURROS

Se denominan así los portadores de grandes cencerros también llamados «yoaldunak» en la fiesta denominada zanpantzar, en Ituren (Navarra). Es éste un nombre francés medieval: «Saint-Pensart». Van cubiertos de pieles llevando sobre la cabeza un alto cucurucho adornado de plumas y cintas y van marcando el paso, aparentemente lento, pero en realidad muy rápido. Una enagua blanca asoma por su cintura, y sobre la saya va una piel de oveja con el pelo hacia el exterior. En la espalda, sujetos fuertemente con cuerdas, penden dos grandes cencerros, denominados pulunpak. En Ituren también se cubren la espalda con otra piel, sobre la que colocan, a la altura de los omóplatos, dos cencerros más pequeños y sin badajo. Al cuello un pañuelo de llamativos colores y en la mano derecha una especie de escobilla formada de un haz de crines de caballo sujeto a un palo. Antiguamente llevaban la cara cubierta por una careta como los de Zubieta la llevan con una máscara. Serios, imperturbables, concentrados en su danza, haciendo sonar los gigantescos cencerros que llevan a su espalda a un solo golpe, con su ritmo particular, en dos filas compactas, recorren toda la población siguiendo unos círculos ya establecidos. En medio de ellos un hombre hace sonar un pequeño cuerno, para más tarde lanzar unos gritos que les ayudan a llevar el compás: Yúa! yúa! Apa! ápa!... y el monótono ruido de los cencerros resuena contra las viejas paredes. El lunes de Carnaval es el día en que los de Zubieta bajan a Ituren; el martes son los de Ituren los que suben a Zubieta. En la comitiva, además de los ttunttxurros o yoaldiak, marchan numerosos personajes grotescos, con las caras cubiertas de máscaras y algunos de ellos vistiendo atuendos con los que imitan a los animales: son los mozorroak y entre ellos destaca artza, el oso. Este grotesco personaje presenta una indumentaria de grandes pieles, es materialmente un buzo lanudo y a veces lleva en la cabeza unos grandes cuernos, como los de un carnero. Ref. Ducha Arrizabalaga, F.: Kukeres y Tuntturros, «Muga», 21 (1982). V. ITUREN.