Personalidad política navarra, nacida en Pamplona en 1942.
Federico Tajadura dio sus primeros pasos en política en el entorno del Partido Carlista de Euskadi (EKA) aunque inició su actividad como parlamentario con el PSOE en 1979. Renovó el acta consecutivamente hasta 1999 y durante este tiempo fue una de las figuras más destacadas de los gobiernos socialistas navarros.
Era un joven médico que pertenecía a una familia de significación carlista y que, en los primeros momentos de la transición, fue miembro del Comité Político y Coordinador Provincial de EKA, además de actuar como representante de la formación en las diversas plataformas democratizadoras que se constituyeron en 1976. Las trabas para la legalización del Partido Carlista obligaron a sus militantes a presentarse bajo la fórmula de agrupación electoral en las elecciones de 1977. Así, Tajadura ocupó el puesto número cinco de la agrupación Montejurra cuyo lema fue "Fueros, Autonomía, Socialismo, Autogestión", aunque el partido no logró representación en Cortes.
En cualquier caso el partido liderado por Mariano Zufía, fue uno de los protagonistas de las negociaciones que jalonaron el difícil proceso de democratización de las instituciones forales. En este contexto, Tajadura se encargó de defender las líneas programáticas del Partido en las reuniones celebradas con las diversas fuerzas políticas dirigidas a acordar una postura unitaria en torno al proceso. Para el Carlismo era vital acometer la democratización y luchó por llegar a un acuerdo de mínimos que lo posibilitase. Así, se expresaba Tajadura:
"Con una negativa de la Diputación, se estaría dando la contradicción de que estarían en contra de la mayoría del pueblo navarro. Y como el origen del Fuero está en el pueblo navarro, no habría mayor inconveniente para negociar de otra manera con el Estado".
A pesar de su prolífica actividad a lo largo de 1977-1978 como divulgador de las posturas del carlismo, la nueva situación sociopolítica provocó que en las elecciones municipales y forales de 1979 fuera en las listas del PSOE.
Durante esta primera etapa como parlamentario desplegó todo su potencial político desde la presidencia de la Comisión de Sanidad. Fue el portavoz de las críticas socialistas contra la gestión del diputado de la ponencia de Sanidad, Ángel García de Dios (Herri Batasuna) y la difícil situación en la que quedó la sanidad navarra cuando éste dimitió. Además, también fue miembro de la Comisión de Reglamento.
En las sucesivas legislaturas hasta 1999, formó parte de los gobiernos socialistas como consejero de Sanidad y Asistencia Social (1983-1987), Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente (1987-1991) y tras el paréntesis de la legislatura tercera en la que gobernó UPN bajo la presidencia de Juan Cruz Alli, volvió al gobierno en 1995 como consejero de Presidencia, Interior y Trabajo del gobierno tripartito (PSN/PSOE-CDN-EA).
Al estallar el escándalo de corrupción protagonizado por Javier Otano, presidente del gobierno y Secretario General del partido socialista, que desembocó en su dimisión, un sector del partido barajó la posibilidad de que Tajadura ocupara la presidencia del ejecutivo foral. Finalmente, la presidencia recayó en el candidato y vicepresidente de UPN, Miguel Sanz Sesma y al acabar legislatura en 1999, Tajadura no volvió a ser cargo electo.
Las discrepancias con muchas de las decisiones del partido fueron una constante en su quehacer de político desde el comienzo de su militancia en el PSOE pero optó por continuar como militante y erigirse en portavoz de los sectores críticos dentro del partido desde los cargos de responsabilidad que ocupó.
Hasta la celebración del Congreso Constitutivo del Partido Socialista de Navarra en junio de 1982, fue miembro del comité provincial y secretario político del comité local de Pamplona; Tajadura apostó por salvaguardar la esencia democrática en los proceso de toma de decisión del partido en una clara crítica del rumbo que a la altura de 1981, estaba tomando una parte de la dirección del PSOE. Así, cuando hubo que discutir la desvinculación de la Agrupación Socialista de Navarra del Partido Socialista Euskadi, discrepó de la postura de la dirección porque consideraba -tanto él como el Comité Local- que:
"inicialmente el debate al margen de la organización, conculca[ba] el sentido democrático de los estatutos del partido primando sobre opiniones individuales (...), sobre la toma colectiva de decisiones y condiciona[ba] notablemente en sentido restrictivo la libertad real de debate político en el seno de la organización sobre le tema en cuestión".
Aunque donde más claramente se reflejó su concepción de lo que debía ser el socialismo en estos momentos de definición ideológico-política, fue en su oposición a la importación del modelo socialdemócrata alemán que interpretaba como una "renuncia a la transformación de esta sociedad a cambio de gestionarla y, como diría nuestros foralistas, "amejorarla"" y por lo cual se había creado una corriente de oposición (Izquierda Socialista) que sirviera "exclusivamente de punto de referencia en el debate teórico a quienes se oponen -y me incluyo- a las social-democracia del PSOE<."
Tras el congreso de 1982 pasó a ser miembro del Consejo Político del PSOE, del Comité Regional y del Comarcal. En 1985, mantendrá su cargo regional y en 1988 entrará en el Comité Ejecutivo Regional como Secretario.