Biografiak

SORONDO E IBARBURU, Martín-Luis-Teodoro

Perfil biográfico

Natural de Oiartzun, nació el 1 de abril de 1876, hijo legítimo de Juan Manuel y de Jerónima, natural de Altza (Gipuzkoa) [1].

Casó el 16 de febrero de 1915, en la iglesia de San Esteban de Oiartzun, con Josefa Agustina Sein Olaizola, de la saga de herradores "Sein Olaizola", de 21 años, natural y vecina de Oiartzun. El matrimonio tendría tres hijos.

Falleció en Oiartzun el 23 de febrero de 1940, dejando viuda y dos hijos, Martín Bernardo y Magdalena-Nicolasa.

Formación

Cursó sus estudios en la Escuela de Veterinaria de Zaragoza, donde ingresó en octubre de 1892, egresando en junio de 1897, después de examinarse de la reválida los días 23 y 24 de junio [2].

Actividad profesional

Valle de Oiartzun (Gipuzkoa).

En la sesión del 7 de noviembre de 1897 [3] , siendo alcalde del Valle de Oiartzun Ceferino Irigoyen Sein, se analiza la instancia de Martín Luis Sorondo e Ibarburu, de 21 años, a la que adjunta su título de veterinario, manifestando que se encuentra teóricamente vacante la plaza de veterinario municipal y desea se le nombre. La Corporación estima que el veterinario del Valle es José Ramón Larrañaga y que, al no haber renunciado al cargo, no puede acceder a lo solicitado y opta por no contestar la instancia.

Insistirá Sorondo el 28 de noviembre de 1897 [4] , manifestando que el actual Inspector de Carnes de este Valle ejerce idéntico cargo en Irún, con residencia en esta última ciudad, solicitando se le requiriera para que optara por uno de los dos puestos, ofreciéndose el firmante, para ocupar la plaza de Oiartzun si quedara vacante. El subdelegado de Veterinaria del distrito, José Rodríguez Jabat, apoyó la tesis de Sorondo.

El alcalde solicitó presentara pruebas de lo que afirmaba, al tiempo que hacvía sus particulares pesquisas, solicitando el testimonio de Larrañaga, quien manifestó que él no cobraba dos sueldos como veterinario titular de dos localidades y que únicamente, percibía el de Inspector de Carnes del Valle de Oiartzun [5] . No resultó convicente la afirmación de Larrañaga, porque en la sesión del 26 de diciembre de 1897 [6] , se acordaba, una vez comprobada la veracidad de las afirmaciones de Sorondo, el cese de Larrañaga y cinco días más tarde, el nombramiento, como Inspector de Carnes de Oiartzun, con el sueldo anual de 375 pesetas y demás condiciones anejas a dicho empleo, de Martín Luis Sorondo, que tomaría posesión a primeros de enero de 1898.

El 12 de marzo de 1899, Luis Sorondo, veterinario titular del Valle de Oiartzun, denuncia ante el alcalde de Oiartzun, que los herradores Francisco Recalde, Juan Bautista Zalacaín, Rufino Sein Lecuona y Felipe Lecuona se sobrepasan en sus atribuciones [7] . Nuevamente el alcalde decide contrastar las afirmaciones de su funcionario, solicitando explicaciones a los citados herradores.

El 26 de junio de 1899, Recalde contesta por escrito al alcalde que, tiene el título de Herrador de Ganado vacuno, expedido por la Escuela Especial de Veterinaria de Madrid el 29 de mayo de 1813 y que es falsa la imputación. Que en todo caso ha curado algún accidente acaecido mientras herraba.

El 15 de julio de 1900 [8] , siendo alcalde José Joaquín Zalacaín Larramendi, se dio cuenta de la Circular nº 17 de la Diputación provincial en que se transcribía una comunicación que le había sido dirigida por el Sr. Alcalde de San Sebastián, indicando se hiciera saber a los tratantes de ganado destinado al sacrificio, suspendieran la alimentación con alholva, diez días antes de efectuar las ventas, por el sabor que deja en la carne dicha hierba, acordando la Corporación dar publicidad a la Circular. La Circular se repetiría en junio de 1901.

El 2 de agosto de 1900, Sorondo comunicaba al alcalde de la Villa, la aparición de glosopeda en varios caseríos de la localidad, sugiriendo acordara adoptar las medidas profilácticas que se acostumbraban en esos casos.

El 8 de marzo de 1901, notifica la presencia de fiebre carbuncosa en el caserío Txamantxa Alto del Barrio de Altzibar, propiedad de Juan Bautista Zalacaín, que a su vez tenía herrería y ejercía de herrador [9].

Todos los inviernos, en todas las localidades y Oiartzun no era una excepción, surgían las discrepancias entre el vecindario y el Inspector municipal Veterinario, relativas a la cantidad que este último debía percibir por el reconocimiento de los cerdos en las matanzas domiciliarias. Anticipándose a las disputas que pudieran generarse, a propuesta del alcalde José Joaquín Zalacaín Larramendi, se acordó en la sesión del 15 de diciembre de 1901 [10] , que los propietarios de los cerdos que se sacrificaran para el consumo particular, abonarían una peseta por cabeza, a dicho funcionario, en concepto de reconocimiento sanitario y práctica de triquinoscopio y para que nadie eludiera el pago, lo que ocurría todos los años en varias ocasiones, se impusiera una multa de diez pesetas a los que dejaran de dar aviso con 24 horas de anticipación, dando la debida publicidad a este acuerdo.

En la sesión del 27 de marzo de 1905 [11] , a propuesta del alcalde Baraibar, se acordó hacer frente a la factura que presentó el veterinario Sorondo por la cantidad de 12,60 pesetas, en concepto de honorarios por la necropsia practicada a un ganado de Manuel Ignacio Lecuona, muerto de enfermedad infecciosa, si bien, también se acordó comunicarle que no se le abonarían más necropsias, salvo que existiera la correspondiente orden de la Junta municipal de Sanidad.

En la sesión del 21 de mayo de 1906 [12] , se dio cuenta de un oficio del Gobernador consultando sobre la conveniencia de prohibir las apuestas de bueyes. La Corporación contestó afirmativamente.

En el verano de 1907, Sorondo constató el incremento de trabajo que, amén la clínica por los caseríos, le suponían las, cada vez más frecuentes visitas al matadero para hacer la inspección de las reses a sacrificar y posteriormente la de las canales y vísceras, a lo que había que añadir su presencia reglamentaria en el ferial de los lunes y la inspección de las tablas del pescado que, procedentes de Pasaia, llegaban casi todos los días, planteando al alcalde Baraibar [13] . Como primera medida, se encargó al secretario que se informara en los pueblos vecinos de Fuenterrabía, Hernani, Andoain y Rentería acerca del sueldo que abonan a sus respectivos veterinarios y en la sesión del 23 de setiembre de 1907, después de que se retirara del salón el hermano regidor síndico de Sorondo, se acordó incrementar en 175 pesetas anuales su sueldo, de forma que en lo sucesivo cobraría 550 pesetas.

Una publicación profesional [14] de 1908, a propósito de la epizootia de pleuroneumonía bovina y las bondades de la vacunación preventiva, recogía que en la villa de Oiartzun, los profesores Sorondo y Recalde, junto con D. Luis Sáiz Saldaín habían practicado 17 vacunaciones y de los animales vacunados 4 presentaron lesiones visibles de reacción local, especialmente una vaca en la que el edema de cola subsistió varios días y presentó caracteres alarmantes... .

En la sesión del 17 de julio de 1911 [15] , siendo alcalde Ceferino Irigoyen Sein, se dio lectura a la Circular nº 3 de la Diputación provincial dictando instrucciones para combatir la glosopeda, conocida en euskera como aparmiña (mal de babas) o naparmiña (mal de Navarra); se hace primero mención detallada de los perjuicios que causa esta epizootia a los ganados y ganaderos, consignando cuáles son los síntomas de la enfermedad y el tratamiento que debe seguirse para su curación.

El 2 de octubre de 1911, nuestro protagonista comunicaba al alcalde la presencia de glosopeda en cinco reses y la necesidad de adoptar medidas de profilaxis para evitar la propagación de la enfermedad por todo el Valle [16].

El 14 de abril de 1913 [17] , la Corporación se enteraba de la publicación en el BOG del 2 de abril, de una Circular de la Junta provincial de Sanidad referente a la organización de los laboratorios municipales según la cual, habían sido agrupados los pueblos de Rentería, Pasajes, Lezo, Oiartzun y Alza, con capitalidad en Rentería. Se informó al respecto de la celebración de una reunión convocada por el alcalde de Rentería, donde reinó la mayor armonía y se acordó crear un laboratorio decente, pero sin nada superfluo, habiendo encomendando al Farmacéutico titular Zacarías Cobreros, la formación de un presupuesto de material y reactivos.

En la sesión del 27 de octubre de 1913 [18] , bajo la presidencia del alcalde Irigoyen, la Corporación aprobaba las bases para costear y funcionar el Laboratorio. El director se nombrará por concurso y el ayudante por el Ayuntamiento de Errenteria.

El 30 de junio de 1913 [19] , atendiendo la recomendación que se hacía desde la Diputación, se acordó adquirir la obra "Inspección Bromatológica" del veterinario donostiarra Luis Sáiz Saldaín, para su utilización por parte del Inspector veterinario.

El 7 de setiembre de 1914 [20] , la Corporación, presidida por el alcalde Bonifacio Baraibar Sein, tuvo conocimiento de las quejas que, mediante escrito firmado por Rafael Larrañaga, presidente de la Sociedad Anaitasuna, se emitían contra el veterinario Luis Sorondo, por los siguientes motivos:

Que recientemente se habían sepultado reses por orden de dicho funcionario, sin haber examinado las causas que originaron su muerte.

Que no acudía a las llamadas que se le hacían con objeto de asistir al ganado, más que cuando lo estimaba conveniente.

Que hacía pocos días, se había negado a facilitar una certificación que justificara el origen de la enfermedad que ocasionó la muerte a dos reses, no pudiendo sus propietarios hacer valer sus derechos ante la sociedad aseguradora.

Que todo ello causaba perjuicios a los ganaderos y suplicaba a la primera autoridad municipal, se apercibiera al referido Sr. Sorondo para que cumpliera fielmente las obligaciones de su cargo.

Como primera medida, Baraibar organizó una reunión con el denunciado para escuchar su versión, participando el reclamante y el veterinario. Tras escuchar las quejas de uno y las respuestas del otro, el alcalde decidió que ambos acudieran a exponer sus puntos de vista ante el Ayuntamiento Pleno.

Ante el resto de los corporativos, mientras que Larrañaga se ratificó en la denuncia y la amplió, Sorondo trató de justificarse como pudo, asegurando que, en lo sucesivo, procuraría contentar al vecindario y que lo haría de una manera especial con aquellas personas que se han sentido ofendidas o desatendidas. Estas explicaciones satisficieron al denunciante, dando por zanjada la discusión el presidente.

El 6 de octubre de 1916, Sorondo comunicaba al alcalde que el día 6 había diagnosticado en una novilla propiedad de Ignacio Urdampilleta del caserío Irastorza, la existencia de carbunco sintomático, a consecuencia del que había fallecido el animal y había ordenado su enterramiento y la desinfección de todo el establo.

A finales del año 1917, Luis Sorondo remitía un escrito a la Corporación, denunciando el lamentable estado higiénico que presentaba el Matadero Municipal y la obsolescencia del microscopio que debía utilizar, casi a diario, para descartar la presencia de triquinas en la carne de los cerdos sacrificados.

El asunto fue analizado en la sesión del 24 de diciembre de 1917 [21] , pero quedó sobre la mesa; en unos días se iba a proceder al relevo en la Alcaldía y no era oportuno tomar decisiones que afectarían a la siguiente Corporación. Efectivamente, en la primera sesión ejecutiva del Ayuntamiento de Oiartzun, celebrada el 14 de enero de 1918 [22] , bajo la presidencia del nuevo alcalde, Secundino Errandonea Penin, se facultó al alcalde para que junto con el veterinario Sr. Sorondo, adquirieran un microscopio para el reconocimiento de las carnes de cerdo.

El 29 de diciembre de 1924 [23] , se dio cuenta del informe del Inspector municipal de Sanidad Pecuaria, Sr. Sorondo, comunicando que se habían declarado casos de glosopeda en los caseríos Feloaga-Zarra y Larzabal-Zarra, habiéndose tomado las medidas oportunas para evitar su propagación, comunicando al Gobernador civil y a la Asociación de Ganaderos del Reino, tal y como establecía la Ley de Epizootias.

El 28 de abril de 1928, comunicaba que en la casa Lizárraga de Lucas Múgica había diagnosticado perineumonía contagiosa en una vaca que había muerto y que había ordenado su enterramiento, la desinfección del establo y había comunicado cuanto antecede al Inspector provincial de Higiene Pecuaria, Felipe Gómez Chamorro.

El Golpe de 1936 y sus consecuencias

Pero llegó el golpe de los militares encabezados por el general Franco, del 18 de julio de 1936; las tropas del coronel Beorlegui, procedentes de Navarra, tomaron Oiartzun.

Luis Sorondo era asiduo lector del diario republicano, "La Voz de Guipúzcoa", según consta en el Expediente de Depuración [24] al que, como el resto de los funcionarios municipales, fue sometido por los golpistas, motivo por el que fue sancionado con un mes de sueldo como correctivo, por considerar, con relación al presente Movimiento Nacional, como sospechosa, de tendencia izquierdista, la conducta del Sr. Veterinario Titular.

Pero teniendo en cuenta su comportamiento como Veterinario durante la estancia de las Tropas Nacionales en esta localidad, este Ayuntamiento acordó por unanimidad, el 11 de enero de 1937, autorizarle, como gracia especial, para continuar desempeñando el cargo de Veterinario Titular efectivo de esta demarcación jurisdiccional, pero imponerle el citado correctivo.

En la sesión del 26 de febrero de 1940, siendo alcalde José Aizarna y secretario Ignacio García Mantilla, se notificó [25] el fallecimiento, el pasado 23 de febrero del Veterinario Titular, Luis Sorondo, haciendo constar en acta, el sentimiento de pésame, transmitiendo el mismo a sus hijos Martín y Magdalena, asignándoles por ser solteros y menores de edad, una pensión de 694 pesetas anuales.

En la sesión del 23 de octubre de 1941 [26] , el Consejo Nacional Veterinario creado a finales de 1940 y que presidía D. Clemente Martínez Herrera, aprobó la concesión de los beneficios previstos del Montepío Veterinario por fallecimiento y del Colegio de Huérfanos de Veterinarios, para los familiares de Martín Luis Sorondo Ibarburu.

Fuentes

ETXANIZ MAKAZAGA, José Manuel. De albéitares, capadora, herradores y veterinarios municipales de Oiartzun. Boletín de la RSBAP. Tomo LXII-2-2006, de diciembre de 2006.

Elaboración propia.

Autor

José Manuel Etxaniz Makazaga. Doctor en Veterinaria. Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP). Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE)

Notas

[1] Registro Civil (RC) de Oiartzun. Libro de inscripción de nacimientos; asiento nº 50.
[2] Archivo Facultad de Veterinaria de Zaragoza (AFVZ). 7º Libro de matrículas, folio 242.
[3] Archivo Municipal de Oiartzun (AMOia). Libro de Actas nº 97, folio 22
[4] AMOia. Libro de Actas nº 97, folio 25
[5] AMOia. A-13-5-12 (1897-1915).
[6] AMOia. Libro de Actas nº 97, folio 29
[7] AMOia. A-13-5-10 (1856-1911).
[8] AMOia. Libro de Actas nº 98, folio 61.
[9] AMOia. A-13-13-1-(1859-1917).
[10] AMOia. Libro de Actas nº 98, folio 138 vto.
[11] AMOia. Libro de Actas nº 100, folio 122.
[12] AMOia. Libro de Actas nº 101, folio 30.
[13] AMOia. Libro de Actas nº 101, folios 106 vto y 115 vto.
[14] Gaceta de Medicina Zoológica, nº 20 de 15.10.1908, pp. 319-324.
[15] AMOia. Libro de Actas nº 102, folio 99 vto.
[16] AMOia. A-13-13-1-(1859-1917).
[17] AMOia. Libro de Actas nº 103, folio 103.
[18] AMOia. Libro de Actas nº 103, folio 136.
[19] AMOia. Libro de Actas nº 103, folio 114 vto.
[20] AMOia. Libro de Actas nº 104, folio 69 vto.
[21] AMOia. Libro de Actas nº 105, folio 198 vto.
[22] AMOia. Libro de Actas AA-1-1, folio 9.
[23] AMOia. Libro de Actas AA-1.5, folio 84
[24] AMOia. 1098-05
[25] AMOia. Libro de Actas de Sesiones de 1940, folio 17
[26] Veterinaria, nº 1 de enero de 1941. Pág. 37