Lexikoa

SALTERIO

Libro canónico de la Biblia que consta de ciento cincuenta salmos, eresixorta (EKIN), salmo-liburu, salmotegi (Pl. Mug).

Instrumento músico que consiste en una caja prismática de madera, provista de cuerdas metálicas, tuntuna (Duv), nebel (EKIN), salteri (Pl. Mug).

Diccionario Auñamendi
Instrumento musical vasco. En el Museo Vasco de Bayona hay un tambourin de cuatro cuerdas, aunque hay en él doce clavijas. Su forma no es la rectangular de los demás tipos, sino con un saliente en la parte derecha y con una especie de puente como el de las guitarras sobre el que pasan las cuerdas. El ejemplar que vi está desarreglado; las pocas cuerdas que le quedaban daban estas notas: sol, mi, re. Es el único ejemplar que hemos visto de esta clase, y lleva por etiqueta. "Tambourin 4 cordes, n.° 363 del catálogo". Es de procedencia vasca. Este instrumento más parece una cítara que no un salterio, aunque esté catalogado así en el Musée Basque de Bayone. (Véanse algunos ejemplares similares en Dr. Tobías Norlind, Systematik der Saiteninstrumente, herausgegeben von Stockolm, 1936, col. 258, 262, 272, 279, 280. No olvidemos que el palillo con que se golpean las cuerdas está recubierto con tela o terciopelo. Este instrumento se usa hoy sólo en la región suletina (vascofrancesa). Por los datos que he recogido, verbales y escritos, debió de usarse también en la región laburdina, (también vascofrancesa), en que hoy ya no se conoce. Madame Van Eys dice: "II parait exister á Guéthary un instrument de musique appelé... (tun-tun). C'est un morceau de bois percé de trois trous sur lequel sont tendues des cordes. Tout en jouant de la flûte on frappe ces cordes d'un petit bâton rond". E. B(oucher), hablando de los vascos en general y de los de la región laburdina en particular, dice: "l'orchestre... est composé pour l'ordinaire d'un violon ou d'une flûte á trois trous (chirola) qui se joue d'une main, tandis que le musicien s'accompagne de l'autre sur un tambourin ou sur une espece de tympanon qu'il frappe avec un petit báton pour marquer la mesure...". Este salterio debió de sonar en Tudela en fiestas de los años 1532, 1565, 1580, según cuentas: "pagamos a dos salterios y hun rabiquete que tanyeron el día de San Pedro tres sueldos doze cornados" (1532); "a Juan Manrique y Francisco Planillo vezinos de Tarazona, la suma de dos ducados... vinieron con su atambor y salterio a regozijar los días y fiestas de Santa Ana y Señor San Pedro, como otros años se acostunbra hazer" (1565). Existieron estos salterios en la Navarra francesa (Baja Navarra) y en Baztán, según me lo comunica en carta particular mi amigo Ignacio Baleztena. Son referencias relativas a rabeleros y salterios que actuaron en las fiestas de San Fermín de los ss. XVI y XVII. Así, en 1610, "Martín de Gazolaz, maestro de sacar danzas, residente en Pamplona, sacó una danza de nueve galanes con libreas verdes y moradas, con dos julares, uno con salterio y otro con chirimías". En 1641 avinieron Martín y Joan de Martearena, baztaneses, con un salterio y un tamborcillo". "Y Juan de Gorroz, jular rabelista y Guillén de Garroch salterio, bascos, haciendo música por las calles con vigolín y salterio y danzando el dicho violista". (Bascos = de la Navarra francesa). En 1643 vinieron "los dichos Martearena de Arizcun con dos salterios. Miguel de Arteta, vecino de Pamplona, sacó una danza de ocho al son del salterio. Anton Gorri y compañeros vascofranceses con dos salterios, un rabel y dos danzantes". En 1697 Pedro de Echevarria, jular, y seis compañeros julares y salterios, cobraron 150 reales por la ocupación y trabajo de tañer los julares, salterio y rabel. Es muy rara, en nuestro país, la representación iconográfica del salterio. Sin embargo, hay una que merece citarse, y es del s. XVI. Se trata de una pintura mural del palacio de Oriz (Navarra). En las pinturas de las salas de la primera crujía aparece un salterio en manos de un niño que, al mismo tiempo, toca una flauta de pico. Ref. P. Donostia: Instrumentos musicales del País Vasco, Zarautz s/f.