Biografiak

SÁEZ DE OCARIZ MENDIOLA, Sabino

Perfil biográfico

Nacido en Vitoria el 9 de febrero de 1922 , hijo de Apolinar y Cándida. Su madre regentaba una pensión y su padre era un tratante de ganado, profesión que continuaría su hermano Antonio.

De joven acostumbraba a ir a los Sanfermines de Pamplona, donde conocería a su esposa Celia Vicinay, "la Rubia". El matrimonio tendría dos hijos, un una fémina y un varón.

Falleció víctima de un carcinoma de laringe en su domicilio de Irún Gipuzkoa), el 30 de marzo de 2006.

Formación.

Cursó los estudios primarios y Bachiller en el colegio del Sagrado Corazón de Vitoria, que, junto con la influencia de su madre, marcarán un sentido marcadamente religioso que le acompañará toda la vida.

Por diferencias con algún profesor corazonista, es expulsado del colegio y sus padres le matriculan en el internado de Lekaroz (Navarra) con los capuchinos. Terminado el Bachiller, desea estudiar Veterinaria, pero al mismo tiempo, tiene una gran afición a la pelota a mano, que practica con éxito.

Fue un gran seguidor de Ogueta, aquel gran pelotari alavés, a quien consideraba su maestro. Intervino en torneos interprovinciales en categoría de aficionados, pero su padre, viendo el cariz que iban tomando las cosas, le propuso, "o pelota o libros" y se decidió por lo segundo. También era gran aficionado al ciclismo, seguidor de Loroño y en muchas etapas, su "aguador" con la colaboración de un amigo que le transportaba en moto.

Sabino comenzó los estudios universitarios en la Facultad de Veterinaria de Madrid, para luego trasladarse a la de León donde finalizaría.

En León se hospedó en una pensión en la calle de Rebolledo, en la que también estaban alojados Manolo Ubiría Elorza y Vicente Camacho Jauregui, en donde debió padecer, según él mismo contaba, escenificando y con mucha gracia, un frío terrible. Si a esto añades, que la patrona se presentaba vestida con un kimono, fueron dos argumentos que le decidieron a trasladarse a un hotel. Antes del traslado, durante alguna juerga nocturna protagonizó un presunto escándalo por el que fue requerido a un juicio de faltas [1].

Actividad profesional.

Sus primeros trabajos como veterinario interino fueron el Álava: en Maeztu y en Araia.

Caín (León). Tras aprobar las oposiciones para veterinario titular del año 1948, con un número excelente, fue al partido veterinario de Caín (León), partido mísero, integrado por una serie de aldeas sin conexión por carretera, que obligaba a hacer los desplazamientos a pie o en caballo. Contaba que una vez le llamaron a una aldea a un parto; finalizado la intervención y celebrando el éxito, le dijo al alcalde:

- "Fíjese bien en esta cara". A lo que el alcalde le preguntó, "

- ¿Qué le pasa en la cara?".

- Nada, que no la va a volver a ver en este pueblo.

Cabrales (Asturias). En la Resolución del concurso de traslados convocado por Circular de la Dirección General de Sanidad de 16 de enero de 1957 [2] , aparece con el número 4337 del escalafón, destinado a Cabrales (Asturias) [3].

Naval (Huesca). Más tarde, iría al Pirineo oscense, a Naval (Huesca), donde permanecería desde el 11 de julio de 1957 hasta el 30 de enero de 1959.

Errezil (Gipuzkoa). En virtud de la Resolución [4] del concurso de traslados convocado por Circular de la Dirección General de Sanidad de 9 de julio de 1958 [5] (BOE del 5 de agosto), cuando tenía el número 4387 en el escalafón, era destinado a ocupar la plaza de Errezil -antes Régil- (Gipuzkoa)

Cuando se llegaba a un destino nuevo, el protocolo mandaba visitar a los jefes provinciales de Sanidad Veterinaria, Ganadería y autoridades locales; el jefe de Ganadería, Justo Mombiela, le advirtió que Régil, junto con Lezo y Placencia, eran los tres peores partidos veterinarios de Gipuzkoa, pero él no se asustó.

Posteriormente, a partir de 1979 aproximadamente, ocuparía una plaza, en comisión de servicios, en la unidad de Sanidad Exterior de la Aduana de Irún; poco después se hizo cargo también del control sanitario de la depuradora de mariscos instalada junto al Faro de Híguer de Hondarribia; en ambas actividades permanecería hasta su jubilación.

Vivencias

Todos recordamos de Sabino por su abierta sonrisa y por su gran sentido del humor, con el que nos amenizó en divertidas sobremesas.

En Azpeitia, compartía burladero con los mayores entendidos locales, algunos de ellos, personalidades en la vida social del pueblo; a cada toro que salía al ruedo, los entendidos pugnaban por describirlo como si le hicieran la reseña: rabicorto, decía uno, corniveleto, apuntaba el segundo, negro mulato, listón, bragado, meano, calcetero, la cátedra iba aportando algún detalle a la reseña del morlaco. Cuando le tocó el turno a Sabino, con su saber estar y su seriedad fingida, aportó una nueva característica "zulo". Ante lo cual, se hizo el silencio entre los afisionados. Así siguió con los otros cinco y a todos ellos fue añadiendo la última característica de "zulo". Finalmente, el más atrevido, quiso saber a qué se refería el término "zulo" y obtuvo esta respuesta: "hombre, pues que va a ser? Zulo es el que tiene los cojones debajo del culo". Alguno de los contertulios, médico para más señas, dejó de hablarle durante una larga temporada, mientras que el resto exteriorizó una enorme carcajada.

Otra contestación suya típica al interesarse por su estado de salud era: Estoy regular, me duele la pila. ¿Qué pila?, la pila de años que tengo.

Según Beguiristain, veterinario que gozó de su amistad, jamás habló mal de nadie; era muy respetuoso con temas relacionados con política o religión y en las tertulias, a las que era muy aficionado, en cuanto observaba que el tema de discusión podía subir de tono, era el encargado de cambiar el tercio.

Otra anécdota que trasciende el entorno familiar la protagonizó una víspera de Reyes, que celebraba toda la familia en su casa; todos le esperan a la mesa y Sabino que no aparece, mayores y sobre todo niños, comienzan a preocuparse.

El retraso se debía a que nuestro protagonista se había encontrado con un viejo amigo y habían estado tomando unos vinos. Para justificar la tardanza, se puso una bata blanca, coge todo el material quirúrgico del coche, mancha la bata y se presenta en casa; cuando le preguntan por la tardanza, se justificó diciendo que un camello del rey Melchor se había roto una pata y había tenido que ir a curársela.

Fuentes

Entrevista mantenida con José Mª Beguiristain el 21 de abril de 2006.

Etxaniz Makazaga, José Manuel. Veterinarios en las universidades de la Alcaldía Mayor de Sayaz (1913-1985). Editado por el Colegio Oficial de Veterinarios de Gipuzkoa en octubre de 2014. ISBN 10:84-697-1110-5; ISBN. 13: 978-84-697-1110-1.

Autor

José Manuel Etxaniz Makazaga. Doctor en Veterinaria. Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP). Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE)

Notas

[1] Boletín Oficial de la Provincia de León, nº 194 de 29.8.1946
[2] Boletín Oficial del Estado (BOE) nº 45 de 14.2.1957
[3] BOE nº 135 de 22.5.1957, pág. 1571
[4] BOE nº 271 de 12.11.1958
[5] BOE nº 186 de 5.8.1958