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Puente La Reina / Gares (1995ko bertsioa)

Iglesia de Santiago el Mayor. Situada en el centro del casco urbano en la calle Mayor en relación con el camino de Santiago. La primitiva iglesia data de mediados del s. XII si bien de la construcción románica sólo permanecen en pie los muros perimetrales del primer tramo de la nave con sus dos portadas. Derribada la antigua iglesia, de tres naves y claustro, se proyectó hacer una nueva que es la que ahora subsiste, en 1543, encargándose de las otras Martín de Oyarzábal y, a su muerte (1545), a Lázaro de Iriarte. Edificio realizado en piedra, con planta de cruz latina, nave de dos tramos, crucero, transepto, cabecera poligonal y cuatro capillas laterales adosadas a los dos primeros tramos de la nave. Cubierta de bóvedas de crucería estrellada con claves que apean en contrafuertes interiores semicilíndricos. En el tramo primero de la nave se sitúa el coro alto sobre arco rebajado. La torre campanario se encuentra en la cabecera, adosada al muro de la Epístola. Fue realizada en dos épocas distintas: en la primera (s. XVI) se construyó su parte baja, de planta cuadrangular, y en la segunda (2.° m. s. XVIII se culminó con un cuerpo de campanas octogonal terminado con cúpula y linterna, según proyecto de Ventura Rodríguez, realizado por Santos Angel de Ochandátegui. Posee dos portadas románicas: la del muro de los pies corresponde al modelo clásico (fines del s. XII), con puerta de arco de medio punto abocinado cuyas arquivoltas apean en columnas con capiteles de tipo vegetal; tiene tímpano con crismón. La abierta en el muro de la Epístola presenta un intradós polilobulado, de infuencia morisca, en la primera de sus arquivoltas semicircular, y las restantes con motivos figurativos de variada iconografía. Capiteles labrados con temas narrativos muy erosionados. Esta portada (c. 1200) ha sido puesta en relación con las de San Román de Cirauqui y de San Pedro de la Rúa en Estella, estilísticamente algo más avanzadas, lo que permite detectar la existencia de un equipo de artistas itinerantes a lo largo de la ruta compostelana. Retablo mayor dedicado a Santiago, de mediados del s. XVIII, obra de José de Huici y Gabriel de Berástegui. Consta de banco, cuerpo único de tres calles y ático. En el banco aparecen sendos relieves con las escenas de la Aparición de Nuestra Señora del Pilar al apóstol Santiago y Su Martirio decapitado. Flanquean un grandioso sagrario-expositor del mismo estilo que el retablo. En el piso principal se encuentran San Sebastián, Santiago el Mayor y San Roque, y en el ático, el grupo del Calvario al que acompañan escudos de Puente la Reina. A cada lado del presbiterio hay sendas repisas que sostienen tibores de porcelana oriental (2.° s. XVIII). Ofrece interés un lienzo situado encima de la puerta de acceso a la sacristía en el lazo izquierdo del presbiterio. Con marco de estilo rococó, al que corona una talla de San Juan evangelista, se representa en él el tema de la Santísima Trinidad antropomorfa, según iconografía que se repite en otro lienzo de la iglesia de San Pedro Apóstol (retablo de Nuestra Señora de las Nieves), con las tres Divinas Personas sedentes sobre peana de nubes y angelotes. Ambos lienzos fueron regalo de Miguel Gambarte (c. 1768) puentesino afincado en México y podrían proceder del taller del pintor mejicano Miguel Cabrera al que se le conocen obras similares. De la primitiva iglesia románica se conservan dos tallas del siglo XIV, una en madera policromada, de Santiago peregrino, y la otra, en piedra, de San Bartolomé. Contiene la iglesia de Santiago un museo parroquial donde se exponen la Virgen de los Remedios, talla gótica del s. XV, en madera policromada en época barroca, sedente, frontal; Virgen del Rosario, talla gótica sedente del tipo "vasco-navarro-riojano", restaurada en el s. XVII. Asimismo, una Virgen románica, antigua titular de la iglesia del Crucifijo; tipológicamente relacionada con la de Iratxe. También contiene el museo varios lienzos barrocos, así como interesantes piezas de orfebrería de los s. XVII y XVIII. Iglesia del Crucifijo antes de Santa María de los Huertos. Iglesia fundada, según la tradición, por los caballeros templarios establecidos desde el s. XII en el antiguo barrio de Murugarren, con la advocación de Santa María de los Huertos, a la que no tardó en estar adjunto un hospital para servir de albergue a los transeúntes necesitados. A raíz de su expulsión (1312) sus bienes fueron adjudicados a los caballeros de San Juan de Jerusalén quienes se hicieron cargo de las posesiones de Puente la Reina en 1443, fecha en que el Canciller del Reino y Prior de la Orden de San Juan, Juan de Beaumont, solicitó del obispo de Pamplona, Martín de Peralta el Viejo, permiso para fundar un convento de frailes sanjoanistas así como un nuevo hospital para recoger a los peregrinos de Santiago en la iglesia de Santa María de los Huertos. El prelado dio su conformidad a condición de que la iglesia dejara de ser parroquia y de que fueran respetados los derechos de la antigua cofradía de la Santa Cruz allí establecida desde hacía largo tiempo así como los de sus cofrades. En 1469 se procedió a construir el nuevo hospital sostenido por la nueva cofradía del Crucifijo que, desde esa fecha, dio su nombre a la iglesia de los sanjoanistas por decisión del pontífice Eugenio IV. Con los sucesos políticos de comienzos del s. XIX y la ley de Desamortización (1835), el convento hubo de ser abandonado. En 1919 llegaron por vez primera a Puente la Reina, para hacerse cargo del monasterio, los Padres Reparadores que actualmente lo ocupan. Al cabo de algún tiempo la Diputación Foral, a través de la Institución Príncipe de Viana emprendió las obras de restauración que permitieron abrir de nuevo la iglesia para el culto en 1951. Edificio de dos naves realizadas en épocas distintas con escasa diferencia de años según sus estilos constructivos. La más antigua constituye la primitiva iglesia de Santa María de los Huertos (c. 1200) realizada en estilo románico tardío, y a ella se accede a través de la portada abierta en el segundo tramo del lado de la Epístola. Tiene cinco tramos cubiertos con bóveda de cañón ligeramente apuntado con fajones y cabecera semicircular cubierta con bóveda de homo. La donación por parte de algún peregrino jacobeo al vecino hospital de una hermosa talla del crucificado procedente de talleres centroeuropeos (c. 1315-1320) pudo provocar la creación de una cofradía y la posterior decisión de ampliar el templo con la construcción de una segunda nave, más corta, adosada al muro del Evangelio. Se desconoce la fecha de la obra (y el estilo arcaizante de su fábrica parece corresponder a una fecha relativamente temprana dentro del gótico). Consta esta nave de cuatro tramos cubiertos con bóveda de cañón apuntado sobre arcos fajones, en comunicación con la primera por pilares octogonales que sustentan arcos formeros apuntados, y su cabecera semicircular al interior y poligonal al exterior, cubriéndose con bóveda de horno de directriz apuntada. A ella se adosa una sacristía por el lado del Evangelio. La puerta de acceso al templo (s. XIII), abierta en el muro de la Epístola de la iglesia primitiva, tiene forma de arco apuntado ricamente moldurado con arquivoltas decoradas con motivos geométricos, vegetales, avenerados y zoomórficos de influencia del Císter. Carece de tímpano y los capiteles de las tres parejas de columnas que la sostienen poseen ornamentación vegetal estilizada que se completa con la de los respectivos fustes a base de ajedrezado y motivos de cestería. Por encima de la portada arrancan unos arcos diagonales y diafragmas que se unen con las paredes del monasterio (antiguo hospital) situado al otro lado de la calle, a modo de pórtico de un solo tramo abovedado con crucería simple bastante restaurado. La torre campanario se levanta sobre el primer tramo de la nave más antigua, tiene base medieval pero la zona superior corresponde al s. XVII (1625). La imagen del Crucificado, situada en la capilla del lado del Evangelio, ha sido calificada como "uno de los crucifijos góticos dolorosos más bellos existentes en España" en el que "convergen dos vigorosos movimientos estilísticos europeos, uno germano y el otro italiano, tan perfectamente asimilados que, por encima de una síntesis escultórica, se impone la mano de un extraordinario artista, realizador de esta obra madura de genio" (A. Franco Mata). Tomando como posibles modelos a los crucifijos renanos de la primera mitad del s. XIV más los realizados por el gran escultor Giovanni Pisano, un desconocido maestro llevó a cabo esta obra singular, por su doloroso patetismo, en la segunda década del s. XIV. Al mismo siglo pertenecieron unas pinturas murales de carácter narrativo con que se decoró el ábside de la misma capilla, subvencionadas, posiblemente, por los miembros de la cofradía del Crucifijo. Pinturas góticas que ya fueron objeto de restauración en 1570 por parte de los monjes sanjoanistas, en las que se representaban pasajes de la Pasión acompañados de profetas con sus filacterias, según la moda francogótica de la época. Un fragmento de las mismas, muy deteriorado, se trasladó hace algún tiempo, al Museo de Navarra en Pamplona, el resto permanece en su sitio parcialmente borrado. (Ref. Lacarra Ducay, M. Carmen, en Navarra, Pamplona, 1986). Iglesia de San Pedro. Construcción de origen gótico (hacia 1400) con diversos elementos superpuestos entre los ss. XVII al XIX. Consta de una nave dividida en tres tramos con cabecera poligonal; cubierta con bóveda de crucería simple en nave y bóveda de paños nervados en la cabecera. Conserva diferentes capillas barrocas con retablos rococós, como el de la primera capilla del lado de la Epístola (1760), el de la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves (mediados del s. XVIII), el Retablo Mayor (1700) y el de Nuestra Señora del Puy. Destaca asimismo la imagen de la Virgen Blanca. Se trata de una talla gótica, de la primera mitad del s. XV, tipológicamente cercana a la de Roncesvalles. En madera policromada, es de factura sedente y frontal. Iglesia del Convento de Comendadoras de Sancti Spiritus. Situada en el barrio de Zubiurrutia al otro lado del río Arga. Iglesia dieciochesca emplazada dentro del conjunto conventual de Comendadoras de Sancti Spiritus cuya fundación se remonta al s. XIII (1268). La iglesia, como el edificio conventual, son resultado de la renovación completa emprendida a partir de 1754 por el precio de cinco mil ducados. La iglesia fue bendecida el 27 de agosto de 1559, víspera de San Agustín, habiendo sido diseñada por José Aizpún, maestro albañil, y realizada la obra por Ambrosio Gazpio, maestro cantero y vecino de Mañeru. El edificio tiene nave única de tres tramos con capillas poco profundas en el segundo y tercer tramo (el primero se reserva al coro y es zona de clausura) y cabecera poligonal. Se cubre en su nave con bóvedas de arista cuya plementería se recubre de nerviaciones en yeso del gótico final, con bóveda de paños nervados en la cabecera y con bóveda de lunetos en las cuatro capillas laterales. El interior conserva cinco retablos rococós realizados entre 1759 y 1568 por Nicolás Pejón Lizasoain. Entre los lienzos que decoran los muros destacan una Inmaculada Concepción (fines del s. XVIII) y una Sagrada Familia, de Pedro Martínez (1772). Ermita de San Martín de Gomazin, en el despoblado del nombre, entre Villoria y Obanos. Documentada desde 1210, en el s. XIII era dependencia parcial del monasterio de Iranzu; a finales de este mismo siglo figuraba como realengo. Ermita de San Marcial, en el Señorío de Sarria; citada en el s. XVI, reconstruida en 1955. Ermita de San Clemente de Sotés ; despoblado el lugar en el s. XVI, fue rehabilitada en el s. XIX. Existe rehecha en época moderna. En lo que respecta al arte civil, quedan restos de las fortificaciones que, rodeando la ciudad, defendían el paso del Arga sobre el puente. De planta cuadrada, quedan restos de los lienzos y de las torres cuadradas del recinto embutidos en casas modernas. No quedan elementos de coronamiento de los muros; datan de época de Sancho el de Peñalén (segunda mitad del s. XI). Punto clave del Camino de Santiago, confluencia de los caminos franceses jacobeos, la población se configuró en tomo al puente sobre el Arga que le da nombre. Construido en la primera mitad del s. XI, románico, su fundación se atribuye indistintamente a la esposa de Sancho el Mayor, doña Mayor de Castilla y a la de García el de Nájera, Estefanía. Se lo menciona en el documento de otorgamiento de fuero al burgo de Puente La Reina en 1122. Puente de seis arcos apoyados en pilares prismáticos que terminan piramidalmente. Los muros de arranque llevan también sendos medios puntos. Reconstruido en l989. Sobre el puente es famosa la leyenda del "chori", referente a un pájaro que llegaba periódicamente a Puente La Reina y, mojando en el río las alas, limpiaba la imagen de la Virgen que se halla en uno de los arcos de acceso y control del puente, formando parte del sistema defensivo de la villa.