Geografoak

Poza Yarza, Andrés de (1995ko bertsioa)

Jurista y polígrafo vizcaíno nacido en Lendoño de Abajo, cerca de Orduña, hacia 1530. Siendo muy joven se encontró en Flandes, parte entonces del Imperio español, con su familia. Estudió en la Universidad de Lovaina. De regreso a su tierra de origen y conociendo probablemente ya el italiano, francés, flamenco e inglés, se desplaza a Salamanca graduándose en Leyes en 1570. Sabemos que de 1574 a 1579 estuvo otra vez en Flandes bajo el mando de Luis de Requesens y desempeñando algún cometido en el seno del ejército imperial. Su experiencia no debió ser muy positiva ya que se sabe que tuvo un juicio, conato de asesinato y varias vicisitudes azarosas. Hombre muy polifacético, en concordancia con los tiempos llegó a ser experto en matemáticas, astronomía, navegación y lingüística. Hacia 1583 se estableció en Bilbao, ganándose la vida como jurista y profesor de náutica en su villa y San Sebastián. Casó con Antonia de Olaeta, de Llodio. El año 1585 publica su célebre Hydrografía, sumario de la esfera, instrumento de la navegación, mareas, latitud y longitud con índice de voces náuticas. Fue abogado del Señorío de Vizcaya y consejero del Ayuntamiento de Bilbao donde residió muchos años. El Señorío le encomienda la defensa de sus asuntos de más trascendencia presentando en 1589 un modélico estudio de la defensa de la nobleza universal vizcaína contra el fiscal de la Real Chancillería de Valladolid en su libro Ad Pragmaticas, sive de Nobilitate, rebatiendo los argumentos del citado fiscal Juan García. Al igual que el bachiller Martínez de Zaldibia, contemporáneo suyo, Poza, explota en esta obra (códice, Bibl. Nac. Madrid) el indigenismo vasco atribuyendo a Vasconia un origen bíblico (el patriarca Tubal) que sustenta su carácter de noble, originaria e insumisa. La nobleza vizcaína es universal y no positiva como la castellana: "En Castilla la nobleza implica la situación de determinados caballeros a quienes fueron concedidos repartimientos o encomiendas cabalmente por ocupar la escala más alta de la jerarquía social y en virtud de tales concesiones separados perpetuamente de los pecheros inferiores. En Vizcaya la nobleza es universal y primitiva, porque en tierra vasca no hubo nunca encomiendas, feudos ni vasallajes, antes todos sus hijos pertenecieron siempre a la innata libertad de las edades de oro" (...) "Por manera que de lo dicho resulta que la nobleza de Vizcaya, aunque recibió nombre de infanzonazgo, no pudo tener su principio en los godos, ni de los otros príncipes forasteros pues nunca los conocieron. Y es que la que tienen no es menos antigua que la fundación y población primera de su provincia. En consecuencia de lo cual también se sigue que la dicha nobleza del infanzonazgo tampoco debe ser regulada por las leyes de Castilla. Lo uno porque ha tenido su asiento y cualidad inmemorial mucho antes que hubiese reyes de Castilla (...). Y lo otro porque este artículo, en uno con el de los pechos, derechos y otros capítulos, es de los exceptuados de la soberanía de las leyes en contrario, como se puede ver en todos los Fueros viejos y nuevos". El alegato tuvo éxito ya que el Monarca ordenó se suprimieran de la obra de García los párrafos impugnados por Poza. Y es, además, una pieza maestra del alegato foralista que se inicia en este siglo. Desempeñó una cátedra en la escuela de Cosmografía, la primera en su especialidad, fundada por el rey Felipe II en San Sebastián. Explicó el método de calcular la longitud por las distancias de la Luna a las estrellas zodiacales renovando lo que hasta entonces se sabía. Sus clases pormenorizaban el arte de navegar puesto al día ya que conocía y dominaba las lenguas inglesa, francesa, italiana, latina y flamenca. Sus inquietudes le llevaron a ser autor de un Memorial al rey Felipe II pidiendo la revisión de las leyes que favorecieran la construcción de naos gruesas, por ser contrarias a la navegación en general. El año 1587 publica su más célebre obra titulada De la antigua lengua, poblaciones y comarcas de las Españas, impresa en Bilbao por su primer impresor Matías Mares. Se autodenomina a sí mismo "jurisconsultus cantaber". Emplea el sustantivo vascos en pleno s. XVI y nos da la noticia de que éstos llegaban hasta las orillas del río Gállego, en Aragón, indicio de que el euskera se hablaba todavía en la región de Jaca ya que en el s. XIV aún era empleado en el mercado de Huesca. En esta famosa obra se revela como historiador y filólogo, estudiando con especial y básico interés el vascuence, su parentesco con otras lenguas y sobre todo su carácter hipotético de lengua primitiva de las Españas. Dice literalmente en su citada obra que "la lengua vascongada no es bárbara ni menguada como algunos profesan, sino que es misteriosamente profunda y no menos elegante en sentencias que las otras que hallan en Europa...; ya las naciones españolas podrán reconocer la elegancia de su lengua primera, antes que romanos, cartagineses y griegos entrasen en estos reinos...; es fundada en una muy profunda filosofía de sentidos substanciales, y la que esto tiene no es ni puede ser bárbara, como algunos la bautizan no más de porque no la saben ni la entienden". Es Poza sustentador de la teoría del vasco-iberismo seguida por notabilidades como Hübner o Humboldt y multitud de autores españoles y vascos casi hasta nuestros días. Las dos Iberias, la hespérica y la asiática, estarian emparentadas no sólo de forma lingüística sino también en lo tocante a usos y costumbres (tocado corniforme de las mujeres, por ejemplo). Según Tovar (1980: 50-52) el conocimiento que posee Poza de la clasificación y distribución de lenguas en Europa fue superior al de sus estudiosos contemporáneos como Gesner, Mesiger o Scaligero. Utiliza el método etimológico -ej. topónimos en -iri- para interpretar la toponimia peninsular. En lo tocante al vasco-cantabrismo fue más prudente que Garibay: "Yo digo lo que siento y cada uno tome lo que le pareciere, que como el negocio es tan antiguo, no se puede afirmar cosa cierta, salvo que ya puede ser que alguna porción de Guipúzcoa y de Navarra hubiese sido de Cantabria" (cap. XIV, 40). Es autor también de De Prisca Hispanorum lingua in gratiam eorum qui nesciunt Hispaniae. Murió en Madrid el 18 de octubre de 1595 siendo enterrado en la iglesia de San Ginés, junto a su madre Maria de Yarza. La villa de Bilbao dio su nombre a una de sus calles.

Bernardo ESTORNÉS LASA