Iglesia parroquial de San Pedro. Construcción de mampostería; torre cuadrada sobre los pies del templo; pórtico con entrada por un solo arco de medio punto. La planta del templo, rectangular, se cubre con bóveda de cañón apuntado; el retablo central está decorado por una escultura de San Pedro y varias pinturas; pertenece al arte renacentista; data de finales del siglo XVI; sobre el sagrario, imagen sedente del Santo titular, coronado y lleno de gloria; a los lados, tablas que relatan diversas escenas de la vida del Santo; en el segundo cuerpo, ocupa el centro una pintura de poco mérito, en contraste con el conjunto del templo, de Nuestra Señora de la Asunción, flanqueada por tablas historiadas relacionadas con María; en el remate, pintura del Calvario en la calle central con otras del Descendimiento y la Subida hacia el Calvario, a los lados; puede observarse a simple vista la diferente mano de los dos artistas que intervinieron en la ejecución de estas tablas; son las de Martín y Tomás de Oñate, padre e hijo respectivamente; junto con este último interviene también Pedro López de Marieta, su cuñado; en el lateral de la Epístola se venera en un altar de línea rococó la imagen de Santa Catalina; en el del Evangelio, entre otras, una representación de las Animas y Nuestra Señora del Rosario, esta última en un altar de época barroca. Torres de los Ayalas, construidas en el s. XIII por Sancho Pérez de Ayala en la entrada del valle de Cuartango, destruidas en la guerra de las Comunidades. Su localización hace referencia al interés de esta familia por dominar los caminos de Castilla la Vieja al mar.