Mendiak

MONDARRAIN

Montaña situada al S. de Itxassu y Ezpeleta (Laburdi). 750 metros de altitud sobre el nivel del mar. En su cumbre, formada por una masa rocosa y empinada, se ven restos de muralla de una antigua fortaleza.
Erigida, al parecer, en el siglo XII, esta fortaleza fue del reino de Navarra, hasta principios del siglo XVI. Estuvo gobernada por muchos alcaides, de los que conocemos algunos nombres y fechas, como don Pedro Sanchiz de Lizarazu a fines del siglo XIII; el señor del Valle de Lana en 1294; los vizcondes de Baiguer Yenego y Semeno García y Gimeno Garcés entre 1300 y 1304; don Bernardo de Garro en 1306 y 1307; don Miguel Gascón en 1321; Mesire Michaeli de Gascón en 1328 y 1329; de nuevo don Pedro Sanchiz de Lizarazu en 1330 y después don Lobeto de Narbaytza, don Bernardo de Garro, don Eneco Navarro y don García Sanchiz de Lizarazu; don Yenego Sanchiz de Etxaide en 1390. En 1941 aún quedaban algunos trozos de las murallas del viejo castillo. De tales restos dijo C. Duvoisin en 1858 que están hechos con bloques de piedras arrancadas de las mismas rocas sobre las cuales fueron levantadas, de suerte que las paredes así hechas eran gruesas de no menos de 1,60 metros. En el centro del recinto aparecían «trazas de una escalera que conducía a los subterráneos destinados a municiones de guerra y de boca».
Según leyendas recogidas en Ezpeleta, el castillo de Mondarrain se halla en comunicación con una sima que se prolonga hasta las casas de Eiheraxarre y Jaureguia de aquel pueblo. De esta última casa hasta la sima de Meatze, sita en Mondarrain, existe un camino subterráneo, según otro relato popular. Añade éste que en dicha sima no es posible introducirse a causa de unas serpientes que la pueblan. También es considerado el antro de Mondarrain como habitación de lamias (v. LAMIN). Cerca del caserío Hartsugina (Ezpeleta) existe un gran peñasco llamado Errolan-harria "la piedra de Roldán" (v. ROLDAN). Cuentan que este héroe trató de destruir el pueblo de Ezpeleta, lanzando contra él un peñasco desde el alto de Mondarrain. Pero en aquel momento resbaló su pie en boñiga de vaca y no pudo imprimir al proyectil fuerza bastante para hacerlo llegar hasta su destino. La piedra cayó donde hoy se encuentra, y dicen que tiene señales de la mano de Roldán, según me refirió Manes Dalia, del caserío Hartsugaina, el día 15 de septiembre de 1942. v. AUSA.

José Miguel de BARANDIARÁN