Auzoak

MOLINAR

Barrio del municipio de Gordexola y capital del mismo, partido judicial de Balmaseda, Bizkaia. Se encuentra a los 0° 36' 50" y 43° 10' 45", hacia el centro del término, a 80 m. de altura, en un pequeño valle formado por el río de las Herrerías y en la margen izquierda del mismo.
1960:234 h.
Parroquia de San Juan de Molinar. Se comenzó en el s. XVI en que se abrió la parte de estilo gótico y se acabó en el s. XVIII. El arte gótico se observa en la bóveda del presbiterio, después se ve el estilo de transición al renacimiento en algunos ventanales. El campanal es del s. XVII. El pórtico, herreriano, con bóveda de crucería bastante simples, que descansan en pilastras de orden toscano, se hizo en el año 1713; también de este estilo es la portada lateral. El templo es de una nave, de ciento veinticuatro pies de largo por cuarenta de ancho. El altar mayor es de estilo barroco y está documentado como obra de Antonio de Alloitiz, natural de Forua; se realizó entre 1655 y 1657. A la derecha hay otro altar, de Nuestra Señora de Loreto. Tiene un retablo presidido por una figura de calidad de esta Virgen. A la izquierda, hay un altar a la advocación de San Antonio. En éste hay una figura de gran mérito de San Pablo ermitaño. Junto al presbiterio, con bóveda de crucería, hay dos capillas, que hacen que parezca que existe crucero; la de la Soledad, del siglo dieciocho con retablo churrigueresco y hermosa figura de la Virgen; y la de los Santos Reyes, del s. XVI, con retablo barroco y tabla muy bien tallada.
El s. XVII. La Junta general del Señorío de Vizcaya, ante la posibilidad de un ataque de navíos holandeses a la costa vizcaína, decidió en reunión celebrada el 17 de abril del año 1624 reforzar las defensas de las costas y puertos de Vizcaya y nombrar capitanes y oficiales en todas las villas y anteiglesias del Señorío. Fue nombrado capitán de San Juan de Molinar don Juan Martín de Ibargüen Monesterio. Estos nombramientos de capitanes y oficiales originaron un pleito entre las villas y el Señorío, pues hasta entonces siempre habían sido los capitanes de las villas en caso de guerra sus respectivos alcaldes, dando lugar a que el rey Felipe IV revocara los nombramientos en noviembre del citado año.