Bertsolariak

Kampaña, Domingo

Bertsolari guipuzcoano de la segunda mitad del siglo XIX.

Era carpintero de oficio pero trabajó también en el taller de litografía de Fidel Múgica en San Sebastián. Su celebridad ha persistido por los versos satíricos que le dedicó Bilintx. La citada litografía estaba en la calle Narrica, esquina a la de San Vicente. Para la obtención de la fuerza motriz empleaban un mulo blanco, al que había que hacer dar vueltas. De esto era de lo que Domingo Kampaña se encargaba. Domingo tenía que alimentar al mulo, bañarlo en el Urumea, vigilarlo en el trabajo. En horas libres, salía Kampaña, caballero en su mulo, a pasear. En cierta ocasión, Bilintx y un grupo de amigos pasaban la tarde bebiendo sidra en el caserío Santa Teresa, situado en el alto de Ixturin. Bilintx, buen cocinero además de genial poeta, preparaba dentro del caserío una cazuela de arrai-gorri. Sus compañeros viendo, al gran Kampaña que se acercaba montado en su mulo, corrieron a avisárselo a Bilintx. Este salió al exterior. Kampaña estaba ya cerca. Los amigos pidieron a Bilintx le cantara una estrofa. Y éste le lanzó, sin más, la siguiente:

"Mando baten gañian Domingo Kampaña ez dijoa utsikan mando orren gaña; azpian dijoana mandua da baña, gañekua ere bada azpikua aña... mando baten gañian bestia alajaña!"

(Sobre un mulo Domingo Kampaña; no va, ciertamente, de vacío la grupa de este mulo; el de abajo es un mulo, pero el de arriba es tanto como el de abajo... ¡Cielos! ¡Sobre un mulo otro mulo!).

Añade la tradición popular que Kampaña le respondió con esta cuarteta:

"Indalexio, Indalexio, Indalexio Moko, uste al dek, uste al dek ez autala joko?"

(Indalecio, Indalecio, Indalecio Moko, ¿crees, crees que no te he de pegar?).

Nos dice Peña y Goñi que Kampaña era grande, gordo y soñoliento; que se dormía de pie tocando el bombardino en pasacalles y procesiones.