Industriak

Irizar (2006ko bertsioa)

Empresa cooperativa domiciliada en Ormaiztegui (Guipúzcoa) especializada en el carrozado de autobuses de lujo con destacable presencia en los mercados internacionales. Forma parte de Mondragón Corporación Cooperativa (MCC).

Sus inicios se remontan al segundo tercio del siglo XIX en la herrería de José Francisco Irizar Catarain (1839-1926), dedicada al arreglo de ruedas de carros. Con el transcurso de los años las instalaciones se ampliaron desarrollando nuevos productos y servicios para cuya obtención se fueron aplicando los procedimientos innovadores de la época. Al hacerse cargo de la actividad José Lorenzo, el mayor de sus hijos, junto con su hermano Cecilio, fundaron Carrocerías Irizar Hnos.

El desarrollo de los medios de transporte del principios del siglo XX contribuyó a que los Irizar carrozaran el primer autocar en 1928, aunque la guerra civil y sus nefastas consecuencias les obligaron a continuar con la fabricación y arreglo de ruedas y carruajes e incluso se vieron obligados a dedicarse a la construcción y reparación de la maquinaria agrícola de la época.

El contexto en que se desenvolvían las empresas en 1950/1960 era extraordinariamente difícil, con escasez de materias primas y hasta de energía, consecuencia de la política autárquica del régimen. Pero los Irizar en su constante adaptación a la demanda del mercado, carrozaron en 1948 el primer autocar semimetálico, aunque la producción fundamental siguió siendo la construcción de ruedas, carrozas y remolques de camiones así como arreglo de vehículos para el transporte de personas. . En 1950 consiguieron fabricar la primera "rubia", una furgoneta de estilo ranchero y tres años más tarde el primer autobús completamente metálico. Pero el hecho más destacable, por las consecuencias futuras, fue la firma en 1956 de un acuerdo de colaboración tecnológica con la empresa italiana Orlandi "… una de las mejores diseñadoras europeas de autocares …", con lo que se definió el producto a fabricar por Irizar en el futuro.

Los cambios en la sociedad de los Irizar también fueron importantes. A la muerte de Cecilio en 1946 cuatro de sus hijos, la tercera generación, compraron la parte de la empresa que pertenecía a su tío José Lorenzo y formaron una nueva sociedad familiar, que en 1954 pasó a ser anónima. Transcurridos nueve años , en 1963, la compañía adoptó la forma jurídica de cooperativa con sesenta socios que aportaron 50.000 pesetas cada uno, obtenidas por la mayoría de una entidad de crédito, con el aval de los Irizar. Con ello se consiguieron, entre otros, dos objetivos: evitar la marcha a otras empresas de trabajadores cualificados y estabilizar financieramente la sociedad.

Irizar continuó innovando los productos y las tecnologías para su fabricación y ampliando la red comercial, alcanzando cierta entidad la exportación. Se continuó con la fabricación de autocares urbanos y de lujo y en 1970 se pudo obtener el primer vehículo con aire acondicionado, lo que supuso una ventaja comparativa importante. Sin embargo la crisis iniciada en 1973, con fuerte subida del precio del petróleo, afectó duramente a la demanda que abastecía la cooperativa, lo que se resumía en la frase "… los chasis ya no llegaban para su carrozado …".

La negativa situación duró casi dos décadas, acentuándose la competencia interna con negativa repercusión en los precios. Irizar se vio obligada a fabricar calentadores para Fagor para paliar la crisis y a pesar de realizar grandes esfuerzos para exportar, solo tuvo éxito inicialmente en Israel. El acuerdo de colaboración de 1987 con la italiana Lamborghini tampoco tuvo resultados favorables. Una ayuda importante de orden financiero fueron los recursos recibidos de la reconversión de resultados del grupo Goilan, formado por Ampo, Orkli y Ederfil, además de Irizar. La situación originó divisiones entre los socios y reiterados cambios en el equipo directivo, llegando a cuestionarse la propia viabilidad de la cooperativa.

La evolución desde finales de 1991 en que se hizo cargo de su gestión Koldo Saratxaga ha sido extraordinariamente favorable con una participación de sus socios muy eficaz, ampliación de los productos fabricados y amplísima presencia en los mercados internacionales. Baste señalar que Irizar dispone de cinco plantas productivas en el exterior (China, Marruecos, Brasil ,Méjico e India). La cooperativa que obtiene excelente rentabilidad es una de las empresas más galardonadas, no solo a nivel español, donde ocupa un liderazgo destacado en su actividad, sino en Europa.

En la década de los años noventa del siglo XX sus ventas se triplicaron multiplicándose por diez las exportaciones, que representan más del 50% del total. El 2005 la facturación llegó a 346 millones de euros, empleando a 700 trabajadores en Ormáiztegui, que carrozaron más de 1600 autocares.

Carmelo URDANGARIN ALTUNA (2006)