Kontzejuak

ILURDOTZ

Las casas de Ilurdotz se agrupan de forma desordenada en torno a la iglesia. Por lo general no son de grandes dimensiones y levantan dos cuerpos, salvo la casa parroquial, de mayores dimensiones y de aspecto señorial, con tres cuerpos y posterior en cuanto a cronología, 1802, cuando muchas de las casas se pueden fechar, a juzgar por distintos elementos como bolas y arcos conopiales, en el siglo XVI. La gran mayoría de las casas presentan fachadas de sillarejo y sillar en vanos y esquinas, con arco de entrada en la parte inferior y vanos adintelados en el segundo cuerpo.

La casa Iturralde, al igual que la casa parroquial, se desmarca de los rasgos generales, presentando también tres cuerpos con la fachada enmarcada entre contrafuertes, con un balcón corrido en el último cuerpo y puerta de medio punto con la clave decorada con roleos, círculos y un yugo. Destaca asimismo una fuente fechada en 1789 realizado en sillar con un tramo abovedado.

Se tienen noticias de una ermita, la de San Poncio, ya desaparecida, cuya imagen de la Virgen y una campana se conservan en la parroquial. Los restos de la mazonería de un retablo barroco del siglo XVIII de esta ermita se conservan en la casa parroquial del pueblo y en el Museo Diocesano de Pamplona se encuentra la imagen de San Joaquín.

La parroquia de Nuestra Señora del Rosario es un edificio construido a principios del siglo XIII con posteriores modificaciones de finales del siglo XIII y durante el XVI. Presenta una primitiva planta rectangular con nave de tres tramos a la que posteriormente se añadieron un crucero, la capilla mayor recta y otra abierta al crucero por el lado del Evangelio de planta rectangular y junto a ella la sacristía. Esta falta de unidad constructiva en planta se refleja también en la cubierta que, siendo de medio cañón apuntado con dobles fajones en la nave, ya en el tramo inmediato a la cabecera presenta bóveda de crucería simple con nervios de sección circular toscamente trazados con una clave decorada con el Agnus Dei. En la cabecera la bóveda es de crucería con nervios moldurados. Un coro de obra con balaustrada de madera se levanta a los pies de la nave.

Al exterior se muestra un conjunto de sillar de distintos tamaños y materiales dividido por contrafuertes. La puerta es de medio punto con doble arquivolta de sección cuadrada que apoya en pies derechos, estructura propia del siglo XIII, protegida por un pórtico del siglo XVI reformado recientemente. Existen elementos posteriores como la decoración casetonada de la ventana de la cabecera ya del siglo XVII. La torre prismática situada en un lateral de factura medieval sufrió también modificaciones en el siglo XVI pero se respetó sus rasgos medievales.

Dentro de la iglesia se conservan algunas piezas de interés, entre retablos, tallas y piezas de orfebrería. Destaca, en primer lugar, el retablo mayor que ocupa la cabecera con una mazonería plateresca que data del segundo tercio del siglo XVI. Presenta estructura de triple banco, el inferior muy alto de piedra entre pilastras con grutescos, el intermedio con tableros con motivos "a candilieri" y el superior compuesto de tableros de pintura separados por pilastras. Desarrolla un cuerpo de cinco calles entre medias columnas que da paso a un doble ático decreciente. Las pinturas sobre tabla han sido alteradas por numerosos repintes e incluso algunas veces se han sustituido por imágenes posteriores. También presenta varias tallas escultóricas como la talla principal y algunas figuras del ático. Destaca una talla de la Virgen con el niño del segundo tercio del siglo XVI que ocupa la calle central de formas elegantes y suaves. Toda la mazonería y la escultura están cubiertas por una poco afortunada policromía. El sagrario se conserva en las dependencias de la casa parroquial.

El segundo es el retablo de Santa Catalina, que ocupa la capilla del lado del Evangelio. Fue elaborado en la segunda mitad del siglo XVII de estilo barroco. Presenta una estructura de banco, un cuerpo con hornacina entre columnas salomónicas, coronado por un ático con frontón curvo de remate y aletones laterales. La decoración es la propia del barroco que presenta la imagen del titular y un Calvario colocado en el ático de factura algo tosca. En esta misma capilla se conserva también una lápida sepulcral de los Señores de Ilurdotz. En este lado del Evangelio cuelga también un Crucificado de comienzos del siglo XVI, algo rudo pero con influencias flamencas en el torso cilíndrico, cabello geométrico y musculatura.

En el lado de la Epístola se conserva una pila bautismal de basa circular, fuste cilíndrico y taza con subcopa semiesférica y copa cilíndrica lisa más sencilla que la pila de agua bendita de labra tosca y decorada con motivos propios del arte popular del siglo XVI como cuadrados, círculos, cruces, etc.

En la sacristía se conservan además de tres esculturas barrocas que son dos Crucificados de tamaño pequeño, uno del siglo XVII y otro del siglo XVIII y una imagen de vestir de la Virgen con el Niño de los que solo queda la cabeza, algunas piezas de orfebrería entre las que destacan dos cálices de plata, uno barroco del siglo XVIII sin decoración y otro neoclásico con hojas lanceoladas y las marcas de Pamplona, el autor, PEREZ y 814 como fecha (1814). Además, un copón de plata del siglo XIX marcado por S/GARCIA y un relicario de plata de esquema barroco pero realizado, según la marca en 1846 siendo del mismo maestro que el copón anterior.

Por último, aunque con una desafortunada restauración, hay que destacar una Cruz Parroquial del segundo tercio del siglo XVI, de estilo de transición entre el plateresco y el bajo renacimiento con decoración propia del plateresco y con un programa iconográfico que se reduce al Crucificado en el anverso muy expresivo y centrado por los tondos de los Evangelistas y en el reverso, la Inmaculada entre profetas. En el Museo Diocesano de Pamplona, se conservan una Virgen del Rosario, un portapaz, un cáliz de plata y una custodia de plata de primera mitad del siglo XVII.

Carmina RIUS SALETA