Kontzejuak

IDOCIN

El caserío de Idocin se distribuye a lo largo de la carretera general, entre el que predominan casas de dos cuerpos, de sillarejo enlucido o visto y sillares en esquinas y vanos. En el segundo cuerpo de muchos inmuebles se abren estrechas ventanas en cortinas. En una de las casas monumentales, con escaso valor, se lee la inscripción EN ESTA CASA NACIÓ EL GENERAL ESPOZ Y MINA. También se conoce la existencia de un antiguo palacio que perteneció al rey Carlos III el Noble, con molino y jardines y que fue cedido en 1423 a Mosén Juan de Echauz.

La única ermita del valle de Ibargoiti todavía con culto se conserva en Idocin, desaparecidas la de Santa Cecilia de Idocin, la ermita de San Adrián en Salinas y San Juan de Izco. Se trata de la ermita de Nuestra Señora de la Anunciación. Situada en lo alto del monte esta ermita presenta planta rectangular, con muros de sillarejo y cubierta a dos aguas. La puerta de acceso es de piedra adintelada. En su interior se conserva únicamente un sencillo retablo neoclásico que aprovecha dos columnas de capitel compuesto ya que la titular se conserva en la parroquia.

Dicha parroquia de San Clemente tiene origen arquitectónico medieval, aunque cambia su aspecto en el siglo XVI cuando se la dota de una cubierta que no respeta los tramos originales. Presenta, en planta, nave rectangular de dos tramos desiguales, coronados por cabecera poligonal, con cubiertas que varían según los tramos. Sobre el coro con baranda de madera que se levanta a los pies, se alza un arco fajón apuntado de sección rectangular, que remite a la antigua iglesia de hacia 1200. La sacristía es también del siglo XVI y se presenta como una planta trapezoidal, cubierta de tercelete con claves lisas que se adosa a la cabecera por el lado del Evangelio. Para la construcción de esta sacristía se conoce un pleito entre los canteros Martín de Sarasti y Juan de Monreal ya que este segundo pretendió la obra una vez empezada por el primer maestro.

Al exterior se presenta como un bloque majestuoso de sillería reforzado por contrafuertes en los muros laterales y cabecera. La portada se abre en el lado de la Epístola con un arco de medio apuntado que abocina en cinco arquivoltas y apoyan en baquetoncillos con basas poligonales y capiteles corridos con decoración de hojas. En los extremos las ménsulas están decoradas con figuras en las que se reconocen una peregrino, una cabeza humana y de animal. Un pórtico de dos tramos se extiende frente a ella y cuya cubierta de aristas apoya en pilares. Una pequeña torre prismática se eleva sobre el coro..

La pila bautismal es de base circular, con fuste cilíndrico corto y taza semiesférica decorada con retícula de rombos. Otra pieza destacable es un Crucificado gótico del siglo XIV. Esta figura presenta una interpretación muy expresiva de su anatomía que marca mucho las costillas y los tendones. El paño de pureza, que cubre hasta la altura de las rodillas, se dobla en diagonal con pliegues profundos para anudarse sobre las caderas. A pesar del repinte sufrido se aprecia una buena talla.

En el presbiterio, el retablo mayor que preside la iglesia procede de la parroquia de San Cernin de Pamplona. De traza plana, está dentro del estilo barroco de comienzos del siglo XVIII. De él destaca la altura debido al rearme sufrido para ajustarlo al ábside. Consta de banco, dos cuerpos de una calle con columnas salomónicas decoradas y ático circular. Toda su mazonería está invadida de una profusa decoración llena de temas vegetales. Toda su iconografía es moderna salvo una talla de San Clemente, de estilo barroco popular.

El retablo de la Inmaculada está construido con elementos del retablo mayor y presenta un banco, una hornacina entre columnas salomónicas y frontón triangular, todo ello con decoración de hojarasca. Su imagen es moderna.

En dependencias de la sacristía, además de una buena colección de piezas de orfebrería, se guarda una imagen de Nuestra Señora de la Anunciación que procede de la ermita de dicho nombre y que presenta una imagen sedente de la Virgen con el Niño. El Niño se presenta en pie, sobre la rodilla de la Virgen, tipo propio del estilo gótico de la segunda mitad del siglo XV, aunque la policromía, con abundantes oros, pertenece ya al siglo XVI.

Tres son las piezas que destacan en la colección de orfebrería conservada en la parroquia. La más relevante es la Cruz de plata, parcialmente sobredorada, de estilo renacentista de finales del siglo XVI aderezada, según algunos autores, por el platero Bernardino de Agorreta, quien le añade la medalla y algunas aplicaciones en los brazos superiores de la cruz. Sigue modelos tardogóticos con el esquema de brazos florenzados, ensanches cuadrilobulados en los brazos y crucero cuadrado. Se decora con grutescos. Desde el punto de vista iconográfico presenta, en el anverso un Crucificado de línea muy expresivista y tres medallones con cabezas de guerreros y un cuarto con una cabeza de serafín y en el reverso la Virgen con el Niño, erguida en contraposto y en los cuadrilóbulos tres medallones con cabeza de serafín y uno con un guerrero. En el nudo, en forma de templete hexagonal presenta cinco apóstoles y un mártir bajo veneras. El varal presenta decoración de cartelas y ces sobre punteado. Lleva la marca de Pamplona en caracteres góticos.

La segunda de las piezas que destacan en la colección es un cáliz de plata del primer tercio del siglo XVI al que se le añade en el barroco una nueva base. A la pieza original corresponde un astil poligonal, con nudo esférico decorado por cuadrifolias y copa acampanada con pequeñas hojas en la subcopa, todo ello de tradición gótica. Por último queda nombrar, de las piezas de esta colección, un hostiario de plata de la segunda mitad del siglo XVI con forma de caja cilíndrica con cubierta cónica que culmina en bola. La pieza aparece sin decoración, únicamente con las aristas marcadas con una serie de molduras. El reverso lleva el punzón de Pedro Ochobi.

Carmina RIUS SALETA