Lexikoa

HILANDERA

Persona que tiene por oficio hilar, irule (c..), irula (B), ürüle (S), urule (R), irulari (L), gorula, gorulari (B), ardazgille, ardazle (G), ardazlari (AN); hilandera de estopa, ixtupa-irule, ixtupirule (Hb.); silla de hilandera, irun-alki (L, BN, S); edale on gitxi irule on, irule on gitxi edale on (F. Seg.), pocas buenas bebedoras (hay que sean) buenas hilanderas, pocas hilanderas buenas (hay que sean) buenas bebedoras.

Paraje donde se hila, iruntegi, irundegi (L, BN, S), ehundegi (L, BN), euntegi (B, BN), ehuntegi (L), ehulategi (T-L), ehailtegi (H.), ehotegi (Hb.).

Diccionario Auñamendi.
A las hijas, desde que cumplían los once años, les reservaba el padre un pequeño terreno para que pudieran dedicarlo al cultivo del lino que, después de varias manipulaciones, había de servir para la fabricación de lienzos y telas empleadas en la confección de la ropa blanca que, con los años, constituiría el ajuar de boda. Como dice Caro Baroja, las buenas hilanderas se equiparaban a las buenas amas de casa. Sábanas, camisas y demás ropa blanca, zuritasuna, iban constituyendo, con los años, un ajuar que, con ocasión de la boda, podrían contemplar los vecinos. Orixe le dedica un canto en su poema "Euskaldunak". He aquí alguna estrofa:Gure amak, kutxean noizko oialak ditu?Amonen amonekin nik galdu dut kontu.Bere eskuz, ezkontzeko zitunak eundu,bestênbat eta gei-ondarez zun artu.Sare-xulo bakoitza lau ari-gurutzez:aiñezkak zenbat zizta, neurtzen asi zaitez;baiña ardatzaren birak guzi oien gaiñez:zenbat gau eman zuten ipuiak esanez! "
¿De cuándo datarán las sábanas que guarda mi madre en el arca? Yo he perdido la cuenta de las abuelas de sus abuelas. Las que ella tejió para su boda y otras tantas más que recibió en herencia. Cada agujero del tejido está formado por cuatro hilos en cruz. ¡Quién empieza a contar las vueltas que dio la lanzadera! Pero las vueltas que dio la rueca sobrepasan todo número. ¡Cuántas noches consumieron al compás de los cuentos!. Después de hiladas las sábanas y camisas en el telar casero y familiar, son guardadas cuidadosamente en el arca con manzanas y membrillos, y saldrán de ahí, cuando la moza se case, perfumando el ambiente con el olor de reineta. Terminada esta prolija labor, las artesanas festejan el triunfo de su trabajo, trenzando en un baile las cintas que ellas mismas confeccionaron". Dice Darío de Areitio que esta danza es una exaltación de la artesanía. También había hilanderas que se dedicaban a hilar por cuenta ajena. Por ese motivo las Ordenanzas dadas a Durango por los Reyes Católicos disponen: "Otro sy dixieron que por quanto las ylanderas con codicia de ylar mucho ylaban mal, por donde salían los paños malos e eran cabsa de infamar los Oficiales, que si alguna ylandera mala ylase lo que le traxieren, que ninguno no le dé otra vez a ylar fasta que lo obiere de uso que asy alló mal al dueño so la dicha pena de dichos cient maravedis". Ref. Orixe:Euskaldunak, Edic. Auñamendi, p. 91 y sigs.; Areitio, Darío: Las Hilanderas, en "Temas históricos vascos", Bilbao, 1969; Caro Baroja, J.: Los Vascos, Edic. Madrid, 1958, pp. 307-308; Labayen: Estampas Euskaras, "L. G. E. V.", X, pp. 87-90; Videgain Agos, F.: Artesanos rurales, "Temas de Cultura Popular", n.° 333, pp. 25-26.