Parroquia dedicada a Santa María de Alcain y una parroquia aneja, arciprestazgo de Zumarraga, obispado de San Sebastián. Ermitas de San Miguel, San Esteban y San Lorenzo, desaparecidas entre 1814 y 1820, trasladándose sus imágenes a la capilla del Campo Santo. Aparecen citadas, junto con la de Santa Marina -única que subsiste-, en el Archivo parroquial desde 1593. Santa María de Alcain perteneció al obispado de Pamplona. Estaba servida, en el siglo XIX, por un rector y tres beneficiados. Relata Gorosábel que la villa tuvo pleito, en lo antiguo, con Oger Ochoa de Aguirre y su nieto, Lope Ochoa de Aguirre, vecinos de la misma, sobre el patronato de la iglesia. Litigio que fue puesto en manos de jueces árbitros, quienes pronunciaron sentencia favorable a la primera. De esta determinación apelaron los segundos ante la Real Chancillería de Valladolid, la cual la confirmó, librando, en su razón, real carta ejecutoria del 21 de junio de 1572. Según ella, la provisión de la rectoría y beneficios correspondía a los vecinos y moradores de esta villa; pero, esto no obstante, habían ejercido este derecho los dueños de casas de la jurisdicción en votación separada. En 1860 esta prerrogativa se hallaba concretada a la rectoría, a consecuencia del concordato de 1851 que concedía a los obispos la facultad de poner los coadjutores. La parroquia estuvo administrada por seroras y las hubo, asimismo, en la ermita de San Miguel. Murugarren recoge los primeros nombres: Magdalena de Goya, en la parroquia, hasta 1605; María de Izaguirre, de la ermita, hasta 1611. Otras seroras parroquiales fueron María López de Aguirre, Magdalena de Eleizalde y Catalina de Aramburu. Uno de los beneficios de la parroquia era un castañal en Liernia que se denominó "Andramari Gaztañadi", y ya en el siglo XIX, "Andramari Zuri Basoa".
Ainhoa AROZAMENA AYALA
Ainhoa AROZAMENA AYALA