Existe parte de un palacio que perteneció a los últimos reyes de Navarra. Retablo renacentista principal de la parroquia, en claro estilo grecorromano. Desprovisto de decoraciones superfluas, todo su mérito se confía a la perfección de talla y de arquitectura. Compuesto de un primer cuerpo en el que se ven escenas de la pasión y un segundo cuerpo con escenas en que interviene la titular, Sra. María Magdalena. Completan este segundo cuerpo los bultos de evangelistas y santos, entre columnas corintias. Los dos cuerpos van separados por un entrepatio con más escenas de la Magdalena. Otro entrepaño y entablamento con arquitectura clásica y relieves de patriarcas da paso al tercer cuerpo, dedicado a las escenas de la Virgen. Lo supera un calvario flanqueado por Moisés y David. Juan Claver lo policromó a principios del siglo XVII, pero de su obra se conserva poco. Como entallador se encuentra a Juan Imberto (hijo), en colaboración con Juan de Gazteluzar como ensamblador. Una pintura moderna enmascara un tanto la bondad de las obras. Ermita de Santa Fe, antiguo monasterio, con rudimentario claustro y nave gótica en restauración, con pórtico. Campanario de espadaña muy ancho, con cuatro huecos irregulares para las campanas. Junto a ella, la casa de Valle. Se atribuye su posesión, en el Medievo, a los Templarios, aunque sin un gran fundamento. Se sabe, sin embargo, que sí la habitaron los hospitalarios de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén. Antiguo palacio blasonado, que fue de Cabo de Armería.