Kontzejuak

CÍA

Urbanismo y construcciones civiles

Este lugar se ubica a ambos lados de la carretera que conduce a Pamplona, que al pasar por el lugar dibuja un trazado quebrado, y en el que se asientan casas de buen porte y bien conservadas, en términos generales, abundando los caserones dieciochescos dotados de escudos heráldicos. Abre el casco urbano un inmueble que se acerca al prototipo de caserío vasco, con planta rectangular muy desarrollada, dos alturas más desván, y tejado a doble vertiente que se proyecta con doble alero. Los muros son de mampostería, con cadenas de sillar y enlucido hoy muy perdido. La fachada se abre en uno de los lados cortos de la planta, y lleva arco de medio punto flanqueado por ventanitas, tres ventanas rectas en el piso noble, la central con antepecho de piedra moldurado, y en el ático dos tragaluces y un portón para introducir la paja, a cuyo efecto hay también una viga insertada en el muro, dotada de polea. Sigue una casa de parecido formato e idéntico tratamiento de muros y vanos, aunque en este caso ha sido suprimido el enlucido, dejando ver una mampostería menuda, con cadenas de sillar en esquinas y enmarques de los vanos.

A partir de este punto se abre una calle, con una casa de tres alturas, tres ventanas rectas por nivel y arco de acceso de medio punto. Sobre la clave, una inscripción en cursiva reza: AÑO MA I JPE DE 1680/ MARINIES VS DECIANDA. Frente a ella hay una sucesión de varias casas adosadas. La primera de ellas, llamada "Loperena", con tres alturas y muros enlucidos, presenta puerta de medio punto con rosca moldurada, ventana recta con inscripción en el dintel, donde se lee: ME PARECE QUE ESTOY BUENA/ SY ACASSO NO LO SABEN/ MI AMO JUAN DE YRIBARREN/ YO ME LLAMO LOPERENA/ AÑO DE 1754. Descentrado luce un escudo rococó, con niños tenantes y leyenda: ARMAS DE LOS LOPEZ/ ZUBIRIAS AÑO 1790. La siguiente casa sigue los mismos parámetros arquitectónicos, con la salvedad de que en la clave del arco se ha labrado una roseta, y luce en alto un escudete de pequeño tamaño, protegido por guardalluvias recto.

En la curva de la carretera se abre una placita, donde se accede a las traseras de algunas casas adyacentes, pudiéndose admirar un horno de pan muy bien conservado, con su cupulilla exterior blanqueada y sostenido por jabalcones. Sigue un recio caserón, llamado "Migelenea", con fachada en uno de los lados cortos, tres alturas y amplio tejado a dos aguas. Lleva los muros bien enlucidos, abiertos con arco de medio punto, y tres ventanas por nivel. Va presidida por un escudo barroco con leones y querubines, bajo el que se puede leer la siguiente inscripción: ARMAS DE LOS/ LARUMBES/ AÑO 1791. Frente a la iglesia se alza la casa "Santxorena", que es un bloque prismático de sabor dieciochesco, con planta cuadrada, tres alturas más desván y tejado en pabellón. Los muros, enlucidos, reciben el tratamiento habitual, y los vanos son rectos, a excepción de la puerta, que remata con un medio punto. El primer piso va recorrido por una balconada ligera, sobre la cual luce un escudo barroco. En el campo se reproducen de manera fiel las armas que el Libro de Armería del Reino de Navarra da para el palacio de Cía (L.A.R.N. nº 256). Debajo puede leerse la inscripción: ESTEBAN Y DON JUAN DE/ LIZASOAIN/ EL AÑO 1708. De similar diseño pero con empaque algo menor es la casa "Apezerena", junto a la que hay una fuente con larga "aska" y pilar prismático con remate mixtilíneo y rematado con tres pirámides. Lleva la fecha de 1914. Más adelante hay otras dos casas que repiten más o menos modelos ya reseñados y en las que, curiosamente, los escudos que presiden las fachadas reproducen fielmente las armas del palacio del lugar que hemos descrito ya en la casa "Santxorena". Uno de ellos, en la casa "Androrena", lleva fecha de 1745, mientras que el de la casa llamada "Migelerena" presenta un curioso remate curvo sobre el guardalluvias.

Ermitas

Pérez Ollo cita la ermita de Nuestra Señora del Sagrario, en la falda del monte Zarranzmendi. En la actualidad está dedicada a San Marcos, advocación que ya defendiera Altadill. Se trata de un edificio de extrema simplicidad, con una planta reducida, rectangular y con la cabecera recta. Los muros son de sillar irregular, enlucidos al interior, y se accede por el lado de la Epístola a través de un medio punto. Para iluminar el interior hay una ventanita recta junto a la puerta. El tejado es a doble vertiente, sobre estructura de madera.

Parroquia de San Miguel

Hubo un templo gótico, obra probable del siglo XIII, pero que ha sido profundamente alterado por obras acaecidas en siglos posteriores, especialmente a partir del gran derrumbe que sobrevino en el año 1595. La planta consta de una nave con cuatro tramos de idéntica longitud, el último de los cuales ejerce de cabecera, rematada en testero recto. Dos capillas laterales, de tamaño desigual, se adosan al tercer tramo de la nave, a modo de embrionario transepto. El acceso se practica por el lado de la Epístola, a la altura del segundo tramo, mientras que la sacristía es una estancia de planta cuadrada, adosada a la cabecera por el lado del Evangelio. Por el lado septentrional se aprecia además el volumen de la escalera de acceso al coro, con un cilindro que se prolonga en alto para albergar el caracol de acceso a la torre.

Los muros son de sillarejo, y van enlucidos al interior, imitando el despiece de sillares isódomos. Para dar iluminación al interior se ha perforado una ventana en el muro occidental, con derrame que se salva con un arco apuntado. A los pies de la nave se levanta un coro simple, de obra.

La nave se cubre con tres tramos de bóvedas de terceletes, y la cabecera recibe una bóveda de crucería con tracerías mixtilíneas. Las capillas del transepto reciben sendos tramos de bóveda de cañón, al igual que la sacristía.

Al exterior, la torre se levanta sobre el primer tramo de la nave, como suele ser habitual en este tipo de templos de la Navarra rural. Tiene planta rectangular, y su fuste, proporcionalmente alto, acusa varias reconstrucciones. Se aprecian los vanos que antiguamente albergaron las campanas, aunque en el siglo XVII la torre se elevó unos metros, perforando entonces los huecos actuales, de medio punto. La puerta de acceso es gótica, y consta de un arco apuntado y abocinado, con tres arquivoltas lisas que apean en columnitas con pedestales, basas molduradas, fustes cilíndricos y capiteles individualizados. La decoración es vegetal y geométrica. Por la parte externa del arco corre un guardalluvias, y carece de tímpano. La puerta va cobijada por un arco de descarga escarzano, sobre el que se ha dispuesto una escultura en bulto de San Miguel Arcángel, armado con lanza y escudo, de sabor romántico y realizada a principios del siglo XX.

El presbiterio está ocupado por un retablo dedicado a San Miguel, titular también del templo. Su arquitectura presenta pedestal, banco tripartito con el sagrario en el centro, dos cuerpos de tres calles cada uno, flanqueados por guardapolvos laterales que afectan al segundo y tercer cuerpo, y ático con aletones vegetales y frontón triangular. Se articula mediante pilastras y columnas abalaustradas de diferentes modelos. El programa iconográfico va jerarquizado de manera que el banco y las calles laterales van con pinturas sobre tabla, que parecen proceder del taller de Ramón Oscáriz, mientras que la calle central y los guardapolvos extremos llevan tallas de bulto. En el banco encontramos las escenas pintadas de la Piedad y la Oración en el huerto. En el primer piso San Miguel Arcángel alanceando a los ángeles rebeldes, y la Aparición de San Miguel al Papa Gregorio sobre el Mausoleo de Adriano en Roma, flanqueando la talla de San Miguel Arcángel titular. En el segundo cuerpo registramos las tablas de la Anunciación y la Adoración de los Magos, con una talla de la Virgen con el Niño en el centro, y el ático se reserva, como suele ser habitual, para un Calvario, que en este caso va pintado. Los guardapolvos albergan las tallas de Santa Catalina de Alejandría y Santa Lucía, en el lado del Evangelio, y Santa Apolonia y Santa Bárbara portando libros en el lado de la Epístola.

En el brazo septentrional del transepto hay un retablo moderno de la Inmaculada Concepción, sin mucho interés artístico. En el lado de la Epístola encontramos una talla en bulto de la Virgen con el Niño, gótica de los siglos XIII-XIV, procedente de la ermita de Nuestra Señora del Sagrario, y en el bajo coro registramos una pila de bautismos medieval, con basa moldurada, fuste cilíndrico corto y copa cilíndrica que va decorada con gallones. Por último, se custodian algunas obras de orfebrería en la sacristía.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)