Lekaide eta lekaimeak

CASTILLO, Pedro González del

Obispo de la Diócesis de Calahorra, que tuvo grandes litigios con el clero y el Señorío de Vizcaya, con motivo de haber prohibido las Seroras de las iglesias y haber ordenado disposiciones sobre el tocado de las mujeres que el Señorío encontró contrarias a las costumbres del país. Rigió la sede de Calahorra y la Calzada desde 1614; Felipe IV le había ofrecido el arzobispado de Granada, su ciudad natal, pero no aceptó, y al dar las gracias al rey por este proyecto de promoción le notificaba que pensaba edificar una capilla para su enterramiento. La edificó en la colegial de Logroño, instalando en ella el Santísimo y el famoso Crucifijo de la Redonda. Costóle la fábrica diez mil ducados y la dotó con mil quinientas de renta para cuatro capellanes, más toda la plata labrada que poseía, colgaduras, ornamentos y cuadros que se valuaron en más de ocho mil ducados. Testó ante Jerónimo de Lagunilla. Falleció el 5 de agosto de 1627. En el pleito que sostuvo con el Señórío de Vizcaya prevaleció su tesis sobre la prohibición de seroras en las iglesias, pero no la referente a los tocados que, vigente en la diócesis, se suspendió merced a una real ejecutoria de 1623 en que se mandaba al prelado «no hiciese novedad y se guardase la costumbre antigua que había en el Señorío». D. Pedro González del Castillo, por letra de 28 de noviembre del mismo año, expedida en Logroño, mandó alzar las censuras dadas por él a sus jueces y vicarios y se observase la costumbre antigua. Ref. Labayru: «Historia General del Señorío de Vizcaya», t. V, lib. I, cap. XIV y XIX (pp. 124-127, 165-166).