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BERAMENDI

Urbanismo y construcciones civiles

El lugar se levanta en un ligero altozano, a un lado de la carretera, ocupando un terreno relativamente llano y con ligeras pendientes, desde el que se domina la zona llana del entorno, por la que transcurre el río Basaburua.. La mayor parte de las casas van exentas, y tienen en general un buen estado de conservación, observándose ya bastantes elementos de madera, tales como entramados, balconadas o galerías. No encontramos en el lugar traza alguna que permita identificar el antiguo palacio de cabo de armería que perteneció a Miguel de Beramendi, que aunque seguro descendiente de este lugar vivió en el siglo XVI en Falces, aunque la tradición asegura que casa "Bengoetxea" tuvo antiguamente categoría palaciega.

El punto más alto del casco urbano está ocupado por la iglesia, frente a la cual se levanta la casa parroquial, en mampostería salvo las esquinas y los enmarques, que son de buena sillería. A un lado de la iglesia hay una placita o calle embrionaria, en uno de cuyos flancos se encuentran dos casas adosadas. Presentan muros en mampostería, tres alturas, ventanas cuadrangulares, sendas balconadas y tejados a dos aguas cuyos caballetes se disponen en sentido perpendicular a la propia plaza. En una de las casas se abre un acceso original, que consta de arco de medio punto con trece dovelas sin moldurar. Enfrente de estas dos casas se levanta un inmueble con planta cercana al cuadrado, muros con restos de enlucido blanco que salva algunas cadenas de sillería, y ventanas también rectas, las del segundo piso con antepechos labrados. La puerta, una vez más, es de medio punto, y el tejado a doble vertiente. Otra casa, que cierra la plaza por el lado opuesto a la iglesia, tiene tres alturas, muros ennegrecidos que no muestran restos de enlucido, y gran tejado a dos aguas. Los vanos, puertas y ventanas, siguen las pautas hasta ahora descritas para el lugar. Algo más adelante, una casa muy reformada presenta desarrollo vertical, con menor superficie en planta pero con tres alturas y tejado también a doble vertiente. Los muros son de mampostería en las dos primeras plantas, reservando el enlucido para la parte superior. La carpintería es moderna, pero enteramente de madera, y los vanos repiten características ya descritas en los otros edificios.

El resto de los edificios del casco urbano siguen, en general, las pautas hasta ahora definidas. Destacaremos, no obstante, un caserón con dos alturas, gran superficie en planta y tejado a cuatro aguas con grandes limas y alero de amplio vuelo. Los vanos, algo alterados en algún caso, son rectos, y alguno de ellos lleva antepecho moldurado, mientras que la puerta, como casi siempre, es de medio punto. En un nivel más bajo se dispone casa "Bengoetxea", cuya etimología refleja bien su ubicación. Tiene gran desarrollo en planta y tres alturas. La fachada principal ha visto suprimido el enlucido original en alguna reciente reforma, y va en mampostería con cadenas de sillar. Presenta entrada con arco de medio punto sin molduras, flanqueado por dos ventanas. El segundo piso se perfora con tres ventanas, y el ático con tres ventanucos o tragaluces de menor tamaño. Se cubre el edificio mediante un tejado a cuatro aguas, con un alero bien desarrollado y con primoroso tratamiento de la madera. En uno de los laterales se abre una galería de dos alturas, abalconada y con atractiva estructura de madera, con vigas de buen tamaño sobre pies derechos. Podemos señalar igualmente un bloque de pisos de reciente factura, que se realizó inspirándose en la arquitectura tradicional de la zona. Presenta amplia superficie en planta, tres alturas y gran tejado a doble vertiente. La fachada se divide en tres partes, de las cuales las de los extremos están ocupadas por sendas alas residenciales, simétricamente dispuestas. Estas dos zonas presentan muros enlucidos y cadenas de sillar en esquinas y enmarques. La zona central va ocupada por una galería de de tres niveles, con estructura enteramente realizada en madera, abalconada y con apeo de las cargas mediante pies derechos. Remata con un caballete con pendolón vertical y jabalcones, y lleva un cartelón en madera tallada que nos informa del nombre del edificio, "Hirustanea", y de su año de ejecución, 1996.

Parroquia de San Miguel

La fábrica actual fue ejecutada por el arquitecto navarro Florencio Ansoleaga, en 1903 y en estilo neogótico, muy en boga por aquella época. Sustituyó a otra iglesia de origen medieval y estilo gótico, y de la que quedan más que evidentes vestigios. Sigue el patrón de las iglesias rurales del gótico temprano navarro, patrón del que la torre, por su ubicación, por su remate y por su canon estilizado, constituye el elemento más discordante.

La planta, muy simple, es de una única nave, con cuatro tramos separados por arcos fajones que al exterior se contrarrestan con estribos. Dos capillitas se sitúan simétricamente dispuestas a ambos lados del cuarto tramo, creando una suerte de transepto embrionario, y la cabecera termina en testero recto. La sacristía, de planta rectangular, se adosa a la cabecera por el lado de la Epístola, como hemos visto tantas veces en templos similares, mientras que por el mismo lado un pórtico ligero con viguería de madera y que apea en tres pilares de madera cobija la puerta original. Entre el volumen de la sacristía y el citado pórtico se levanta la torre.

Los muros van enlucidos al interior. Al exterior, en cambio, muestran un buen trabajo de la piedra, trabajada en sillares menudos y regulares. A los pies se levanta un coro de madera, edificado en época tardía. A cada lado de la cabecera se abre una ventana, y en el muro de los pies se abre una tercera, además de un amplio ventanal ultrasemicircular, que aporta una luminosidad considerable al interior.

La iglesia se cubre con una bóveda de cañón apuntado, salvo la cabecera que recibe un tramo de bóveda de arista. Los tramos se individualizan con arcos fajones de perfil apuntado, que apean en una serie de ménsulas cónicas dispuestas en el muro.

Al exterior reparamos en primer lugar en la torre, que arranca directamente del suelo, adosada al muro de la Epístola. Es de planta cuadrada, con una cornisa a media altura que la divide en dos cuerpos. En la parte superior se abren huecos adintelados para las campanas, y sobre ellos un chapitel piramidal de perfil quebrado, rematado con una pequeña esfera, así como un alero de amplio vuelo sobre jabalcones que apean directamente en el muro. El pórtico, al que ya nos hemos referido más arriba, cobija una puerta ojival muy esbelta, que consta de un arco doblado de perfil cuadrangular. Carece de decoración alguna, con la excepción de la clave, donde se ha labrado una estrella de ocho puntas decorada en su interior con puntas de diamante.

El retablo mayor es una obra neogótica de escaso valor, contemporánea de la reconstrucción del templo. Sabemos que hubo un retablo barroco, obra del maestro Carlos Pérez de Eulate y fechado en 1762, del que no hemos encontrado resto alguno.

Bajo el coro se ubica, además, una pila bautismal con base cuadrada, fuste troncocónico y taza gallonada. Se ha datado como del siglo XVI. Para terminar, y como suele ser habitual, en la sacristía se conservan algunas piezas de orfebrería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)