Lekaide eta lekaimeak

BARBASTE

Arcipreste de la catedral de Baiona, cuyo nombre desconocemos. Había nacido en Saint-Palais (B. Navarra) el año 1767. De él dice una nota bibliográfica recogida por B. Istebot que "ya desde los primeros años dio señales de santidad". Hacia 1781 entró en el seminario menor de Dax, localidad donde recibió el sacerdocio a los 23 años. Inmediatamente fue designado para el vicariato de Orègue, cargo que no llegó a ocupar al promulgarse en enero de 1791 el decreto que obligaba a los curas sin excepción a prestar el juramento constitucional. Muy pocos curas vascos lo aceptan y las medidas contra los que no se someten tardan bastante en adquirir vigor en el País Vasco. El abate Barbaste permanece en Saint-Palais, realizando una labor contraria a las autoridades constitucionales y prestando ayuda a los curas fugitivos, hasta que, con motivo de la visita del obispo constitucional Sanadon su situación se vuelve de todo punto insostenible en la villa bajonavarra, que era a la sazón uno de los centros del "sans culottismo" vasco. Cruza a frontera y se instala en Lumbier (Navarra) donde permanece tres años en compañía de otros sacerdotes igualmente refugiados. Marcha luego a Madrid donde se coloca como preceptor. Buenos padrinos debía de tener el abate Barbaste en la corte ya que consigue eludir los decretos de expulsión dictados por el gobierno español como consecuencia de la paz de 22 de julio de 1795. En 1802 y a consecuencia del Concordato entre la Iglesia y el gobierno francés puede Barbaste volver a su país. La iglesia de Francia se reorganiza. La parte vasca de la diócesis de Dax se integra en la de Baiona. Barbaste es nombrado el 1803 párroco de Garris, cerca de Saint-Palais. En esta antigua plaza fuerte bajonavarra, el nuevo párroco se enfrenta a una importante tarea de reconstrucción y reorganización. Quince años después es llamado a Baiona para ejercer el cargo de arcipreste de la catedral. Como en Garris, también en Baiona se impone una ardua labor de reconstrucción material y reorganización de la vida religiosa y a ella se dedica el arcipreste Barbaste por espacio de 19 años. Relevado de su arciprestazgo, se le nombra canónigo de la catedral, oficio que ejerce hasta su muerte el día 9 de agosto de 1853. Ref. B. Istebot: L'Abbé Barbaste, "Gure Herria", 1933, PP· 518 y ss. y 1934, pp. 170 y ss.

Germán CORTABARRIA IGARTUA