Navarra. Ruinas del edificio de Irati, fortificado por los Realistas al mando del coronel Álvarez de Toledo entre diciembre de 1822 y enero de 1823. Contó con un grupo de Salacencos y Roncaleses reclutados por el vicario de Ochagavía, Pedro Agustín Ilincheta, y el cura de Uztarroz. Se estableció, además, una fábrica de municiones dirigida por el párroco de Burguete, Ignacio Azcona