Politikariak eta Kargu publikoak

Aranzadi Izcue, Estanislao de

Político navarro nacido en Estella (Navarra) el 7 de mayo de 1841. Estudió en los seminarios de Pamplona, Logroño y Vitoria y se licenció en Filosofía y Letras y en Derecho.

Ejerció de catedrático auxiliar del Instituto de Barcelona y, desde 1869 hasta 1872, de catedrático de segunda enseñanza de la Universidad de Oñate, donde fue alumno suyo Arturo Campión. Volvió a Pamplona y ejerció la abogacía; fue fiscal sustituto y decano del Colegio de Abogados de Pamplona. Hombre de posición acomodada, fue un activo publicista de sus ideas y accionista de diversas empresas navarras; entre ellas la "Sociedad Mercantil Vinícola de Navarra", "Fundiciones de Hierro, Fábrica de Acero del Bidasoa", "Papelera Española" y "La Agrícola".

En 1917, siendo presidente del consejo de administración de ésta última, nombró director de la sucursal de Estella a su paisano Manuel Irujo Ollo, como sucesor de su abuelo Eusebio Ollo. Se distinguió en la defensa de los Fueros y de las tradiciones del país y muy especialmente por su empeño en la conservación de la lengua vasca, lo que propugnó intensamente toda su vida, tanto en artículos periodísticos como en discursos, conferencias, etc. Según Ángel García-Sanz, la primera noticia sobre su actividad política corresponde a la II Guerra carlista, durante la cual, aunque al parecer era republicano federal, residió en Estella.

Allí promovió, junto con Pablo Jaurrieta (entonces miembro de la Diputación carlista navarra), una serie de reuniones de las que salió el "Manifiesto de Montejurra" cuya finalidad era acabar con el conflicto e instaurar la restauración foral dejando sin efecto la leyes abolitorias de los Fueros y disposiciones subsiguientes, mediante el reconocimiento, por parte del Estado, de una Federación Vasca integrada por las Vascongadas y Navarra. Contó con el apoyo de Joaquín Ochoa de Olza, y juntos comunicaron sus planes a dos generales carlistas amigos suyos, Carasa y Ugarte, entrando, al parecer también en contacto con el diputado guipuzcoano Dorronsoro y algún delegado del general liberal navarro Moriones. Nada de esto tuvo lugar pero sí, un correlato cultural: la fundación de la Asociación Euskara de Navarra de la que fue Presidente, el 6 de enero de 1878.

Fue también fundador, con otros, de Lau-Buru, y candidato no electo a diputado foral en 1882. Sin embargo, tuvo un gran protagonismo en la Gamazada y fue uno de los pocos que se preocuparon de José López Zabalegui a su retorno de Francia. En efecto, tuvo que esperar a febrero de 1894, en plena Gamazada, para poder recoger algún síntoma de actividad de la Asociación Éuskara. En el acto celebrado con motivo del viaje de la Diputación a Madrid, Aranzadi entregó a las autoridades una exposición en la que se decía: "Si la Asociación Éuskara de Navarra ha contribuido en algo a mantener vivo el espíritu patrio, que hoy nos hace grandes ante los extraños, bien pagada queda al ver que su bandera está hoy en manos del pueblo ebrio de entusiasmo" (El Aralar, 13de febrero de 1894).

El 8 de abril de 1897 Aranzadi expuso a los asociados el acuerdo de la Diputación de Navarra de constituir una "liga sobre base amplia, con el fin de fomentar y propagar la hermosa habla éuskara" y propuso dar por concluido el objetivo fundacional de la Asociación Éuskara de Navarra y que sus pertenencias se pusieran a disposición de la máxima institución navarra, propuesta aceptada, si bien se acordó prorrogar su disolución hasta que Aranzadi diera cuenta de las gestiones ante la Corporación. García-Sanz dice no saber con seguridad si Aranzadi colaboró con Daniel Irujo Urra en la defensa de Sabino Arana, pero sí que mantuvo con éste una estrecha relación de admiración siendo uno de los pocos a los que el fundador del nacionalismo vasco planteó su polémica evolución españolista y les pidió un acatamiento total a su proyecto.

La respuesta, contundente aunque cariñosa, de Aranzadi fue: "Me siento, amigo Arana, con fuerza y energía suficientes para ser Zar de todas las Rusias, y si no lo he intentado nunca, es porque de la independencia y altivez de los demás tengo el mismo concepto que de las mías propias. Quiero con esto decir, amigo Arana, que si estoy dispuesto a seguir como un niño a quien me ilustre, o como un ciego a quien vea más que yo, yo no reconozco jefe a nadie, absolutamente a nadie en este mundo". Entre sus muchas conferencias se conoce la que pronunció el 28 de febrero de 1902 en el "Centro Vasco" de Bilbao, y que fue publicada con el título Reconstitución del pueblo euskeldun en la lengua, en la que pedía a sus compatriotas que recibieran con los brazos abiertos a los castellanos, catalanes, aragoneses y valencianos y que no llamaran maketo al que viene de fuera respetando sus tradiciones, sino al que trae propósito de destruirlas, pero que también les hagan ver el derecho del pueblo vasco a vivir. Más adelante, propuso la creación de una "Federación de euskaldunes para la reconstitución del euskera", regida por un Consejo de ancianos "no decrépitos" de los siete estados de Euskal Herría, auxiliado por otros doce jóvenes. Fallecido en Oñati (Gipuzkoa), a donde había acudido para asistir al I Congreso de Estudios Vascos, que fue, en parte, el trasunto cultural de estas ideas, el 16 de septiembre de 1918.