Cueva situada en la empinada ladera que al NE. de la cima. más alta de la cordillera de Aizkorri, desciende hacia Zegama. Se aconseja utilizar guía (los pastores de Urbía, por ejemplo), para dar con la boca de entrada. Esta cueva ha sido citada por diversos autores. «En la caverna de Acategui, situada en la sierra de Aizkorri, se hallan también restos de la misma especie» («Descripción Física y Geológica de la Provincia de Guipúzcoa», por Ramón Adán de Yarza, Madrid, 1884, 87). Se refiere a esta cueva, que con la de Aizkorri, eran las únicas a la sazón en las que con seguridad se habían hallado restos de «Ursus spelaeus». Puig y Larraz en 1894 («Cavernas y Simas de España»), repite la cita anterior. «Me ha solido referir un labriego que fue guía de algunos extranjeros que la visitaron en tiempos de las obras del ferrocarril (se refiere al tendido de la línea férrea Irún-Madrid), que aquí existen enormes huesos y otros objetos, y que las personas que él acompañó llevaron varios allí encontrados» («San Adrián (Aitzgorri)» por Alfonso María de Zabala, en la revista «Euskalerria», San Sebastián, 1894, 531-535)· Cueva en la que tienen asiento numerosas leyendas mitológicas que aún perduran en Cegama, Cerain, Segura y otros pueblos del Goyerri guipuzcoano. («Eusko-Folklore. Materiales y Cuestionarios». Vitoria-Sara, 1921-1949 y «Las cavernas prehistóricas en la mitología vasca», en Cuadernos de Historia Primitiva, Madrid, 1946, por José Miguel de Barandiarán). El verano de 1943, D. Reyes Corcostegui de Oñate, extrajo de esta cueva huesos fósiles de «Ursus spelaeus» y dos cráneos, no fósiles, de «Ursus arctos» que se hallan hoy en las colecciones del Grupo de Ciencias Naturales «Aranzadi» en San Sebastián (Jesús Elósegui). Ref. Munibe. «Catálogo Espeleológico de Guipúzcoa»