Kontzejuak

AIZOÁIN

Urbanismo y construcciones civiles

El lugar se encuentra en una suave ladera, en la que la iglesia ocupa la zona más elevada, y el escaso caserío se dispone en el entorno, con tendencia a aparecer disperso, aunque la reciente expansión del núcleo, favorecido por la cercanía de Pamplona, ha tendido a colmatar los espacios libres con viviendas en las que predomina el tipo unifamiliar.

Pocas son las casas que quedan del núcleo original. Junto a la iglesia encontramos la casa parroquial, adosada al templo y formando ángulo con el pórtico, cuya arcada prolonga con dos arcos más, en este caso de obra. Encima se encuentra la vivienda propiamente dicha, con un piso más. Cerca hay una casa de aspecto reformado, con planta cuadrangular y muros de mampostería desnuda, con dos alturas y tejado a dos aguas. Se abre mediante un arco de medio punto con doce dovelas largas, y con dos ventanitas de reducido tamaño en alto.

Al otro lado de la iglesia, en posición destacada, se encuentra el Palacio Ansaldo, que muy probablemente ocupa el lugar del antiguo palacio de cabo de armería del lugar, aunque las armas que hoy se exhiben no coinciden con las que da el Libro de Armería para el palacio de Aizóain (L.A.R.N. nº 348). Se trata de un edificio de porte impresionante y datable en el siglo XVI, levantado en mampostería y con planta en "L", que conforma un semipatio cuyos cerramiento se completa con muros simples en los otros dos lados. La fachada principal va entre dos recios torreones, de los cuales el de la izquierda pudo ser concebido como elemento exento, pues sus muros no traban con el cuerpo bajo residencial. Hoy en día ambos torreones presentan empaque y altura similar, y rematan con tejados en pabellón. Predominan las ventanas rectas, aunque vemos también una ventana geminada de arquillos apuntados, algo retardataria o tal vez reaprovechada, y dos tragaluces pareados que semejan simples saeteras. Hay así mismo alguna aspillera de función defensiva. Estos dos torreones se unen por un cuerpo bajo, formando una tipología muy extendida en el país, y que tuvo siglos de pervivencia. Muestra tres alturas más desván, y se cubre con tejado a dos aguas. Todos los vanos son rectos, incluyendo un portalón de proporciones achatadas, que remata con un dintel adovelado. Encima, preside un escudo barroco con las armas de la familia Ansaldo.

Otras viviendas se hallan hoy dispersas entre las nuevas construcciones. Así, un edificio de dos alturas más desván, con muros de mampostería que, en uno de sus hastiales largos, presenta puerta de acceso con arco rebajado y balcón superior corrido. Otra casa, en precario estado de conservación, tiene planta rectangular y dos alturas, con muros de sillarejo. Parece que ha sufrido alguna intervención a la baja. Hoy tiene puerta de medio punto con trece dovelas largas y ventana superior recta.

En una zona baja, situada a unos doscientos metros del casco urbano, nos encontramos el barrio de Oronsospe, constituido fundamentalmente por el palacio homónimo y una serie de edificios vinculados a él. El palacio en sí consta de un edificio de planta cuadrada, con tres alturas y tejado en pabellón. Las dos primeras alturas van en piedra, con un aparejo en sillarejo correctamente trabajado, que muy posiblemente es el resto de una antigua torre medieval como otras tantas que existen en el país. En algún momento, muy posiblemente tras la conquista castellana, se añadió un piso en ladrillo en sustitución del antiguo adarve, abierto con una galería de arcos doblados de medio punto. Es un proceso que hemos visto ya en palacios como los de Oriz, Gorraiz o Arlegui. La ampliación en ladrillo con galería de arquillos es una solución tardíamente importada de latitudes más meridionales, tras la incorporación de Navarra a Castilla. También los vanos son modernos, amplios y rectos, y van protegidos con labores de rejería. En un lateral hay aún una puerta alta, a la que se llega mediante un patín de piedra. Un muro simple abierto por un arco de levísimo apuntamiento da acceso a un patio ajardinado, y une el palacio con una pequeña capilla, que se construyó para atender los servicios espirituales del linaje poseedor. Muestra fachada de mampostería, abierta con arco rebajado de acceso, ventana superior de medio punto, y remate con espadaña de ladrillo terminada en un arco de medio punto.

Frente al palacio hay un edificio de planta cuadrada y tres alturas, con tejado en pabellón. Los muros, de mampostería desnuda, llevan vanos rebajados enmarcados en ladrillo. Cerca hay una casa de desarrollo horizontal y planta rectangular muy alargada, con dos alturas más tejado a dos aguas, muros de mampostería y vanos rectos a excepción de la puerta, rebajada.

Ermitas

Pérez Ollo cita tres, existentes al menos en 1796 pero hoy perdidas. Se trataba de las ermitas de San Miguel, San Andrés y Nuestra Señora del Camino.

Parroquia de Santa Águeda

Se trata de un templo de origen medieval, protogótico de los primeros años del siglo XIII, aunque ha sufrido alguna ampliación en siglos posteriores. La planta, muy sencilla, consta de una única nave dividida en cinco tramos iguales, de los cuales el último hace las veces de cabecera, rematada en testero recto. Una capilla particular, levantada en 1861 y de planta cuadrada, se abre por el muro de la Epístola, a la altura del tercer tramo, y por el mismo lado pero en la cabecera se adosa una sacristía de planta irregular con cinco lados. El acceso se abre en el muro meridional, en el segundo tramo, y va cobijado con un pórtico sobre pilares. Los muros son de sillarejo, que al interior van enlucidos. Se perforan por dos ventanas de medio punto, una situada en el lado de la Epístola, a la altura de la cabecera, y otra en el muro hastial. Un coro de madera se levanta a los pies del la nave, con decoración en base a motivos geométricos. Se cubre mediante una bóveda de cañón apuntada, reforzada por fajones que marcan los tramos y que apoyan en ménsulas lobuladas que transmiten los empujes al muro de carga. La capilla lateral y la sacristía reciben cielos rasos.

Al exterior destacaremos la torre-campanario, que es un bloque prismático que se levanta sobre el tramo de los pies de la iglesia. Tiene planta rectangular, fuste macizo reforzado por contrafuertes, y se abre en alto con sendos medios puntos para alojar las campanas, rematando con tejado a cuatro vertientes. Como se ha dicho más arriba, un pórtico se levanta en el lado meridional de la parroquia. Se abre mediante seis arcos apuntados, cinco de los cuales coinciden con cada uno de los tramos de la nave, mientras que el sexto se abre como prolongación del muro occidental. Estos arcos apean en pilares de sección cuadrada. La puerta propiamente dicha consta de arco apuntado gótico, cuyo derrame se salva mediante dos arquivoltas molduradas, que apean en columnillas sobre basas poligonales y con capiteles con decoración vegetal muy estilizada. Por el exterior corre además un guardalluvias que apea en sendas ménsulas en las que se han labrado rostros humanos muy esquemáticos, de los cuales uno se ha perdido. El pavimento de este elegante pórtico está compuesto por un vistoso mosaico de guijarros, que ante la puerta dibuja una roseta de raigambre circular.

Preside el interior el retablo de Santa Águeda, que es una obra romanista de fines del XVI. La traza muestra un diseño rectilíneo, racional y ordenado, con banco, tres cuerpos de tres calles y dos entrecalles, y ático con dos frontones curvos y un frontón central triangular, partido. Se articula mediante columnas que muestran una superposición de órdenes muy clásica, pues son jónicos en el primer piso, corintios en el segundo y compuestos en el tercero. Presenta también un sagrario, ubicado en el primer cuerpo de la calle central. En cuanto a la iconografía, el banco presenta relieves de Cristo ante Pilatos, la Piedad, Santo Entierro, Camino del Calvario y dos apóstoles. En el primer piso relieves de la Flagelación y Prendimiento, y bultos de San Pedro y San Pablo. En el segundo piso escenas en relieves de la vida de Santa Águeda (Juicio y Martirio ante el Emperador de Roma), bultos de dos santas mártires y talla central de la titular Santa Águeda, que porta en una bandeja sus pechos cortados, símbolo de su martirio. En el tercer cuerpo la Natividad, Santa Bárbara, Virgen con el Niño, Santa Inés y Adoración de los Pastores. En el ático nos encontramos el Calvario central y tallas de bulto de San Bartolomé y San Miguel. Cabe señalar el porte elegante de las tallas de bulto, y la decoración arquitectónica de corte clásico de los relieves.

En el muro del Evangelio se encuentra el retablo de la Virgen del Rosario, obra renacentista del siglo XVI. Su arquitectura, muy sencilla, cuenta con banco, un cuerpo de tres calles y ático recto con templetes laterales. Se articula mediante pedestales con estípites y columnas corintias. Cuenta con tablas pintadas que en el banco representan la Anunciación, la Natividad y la Adoración de los Pastores. En el cuerpo hay cuatro tablas dedicadas a escenas de la vida de Santa Catalina, con la Flagelación de Santa Catalina, la Visita del Emperador a la Santa en la Cárcel, la Decapitación de la Santa y Los Cincuenta Sabios en la Hoguera. En el centro se encuentra la única figura en bulto, que representa a La Virgen del Rosario, moderna. En el ático hay una pintura del Calvario. Cerca de este retablo cuelga un Crucificado barroco del XVII.

En la capilla lateral, que perteneció a la familia Ansaldo y que se aísla del resto por una reja con fecha de 1861, cuelga otro Crucificado, moderno en este caso, y hay también una lauda sepulcral de madera con escudo que repite las armas que hemos visto en la fachada del palacio.

En el muro de la Epístola se encuentra el retablo de Santa Lucía, renacentista del siglo XVI, y semejante a su gemelo del lado opuesto, ya reseñado. Las tablas del banco representan la Oración en el Huerto, el Santo Entierro y la Ascensión. En el cuerpo Juicio de Santa Águeda, Santa Águeda en la Hoguera y Comunión de la Santa. Preside una talla de la propia santa, con palma del martirio y plato. En el ático figura una tabla con el tema de Pentecostés. El estilo de las pinturas es igual al del retablo de la Virgen del Rosario, y se ha vinculado con el taller renacentista de los Oscáriz.

En el sotocoro hay una pila bautismal medieval, con pedestal cuadrado, fuste de sección cuadrangular y taza semiesférica. Cerca de la puerta hay además una pila aguabenditera renacentista, datable en el XVI, con fuste estriado y taza semiesférica. Como es habitual, en la sacristía se conservan algunas piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2008)