Léxico

VIZCAINO

Adjetivo calificativo. Es bien conocido el papel de importancia que cupo al P. Jerónimo Gracián en la Reforma del Carmelo. La correspondencia entre Santa Teresa de Avila y él era frecuente: asuntos de fundaciones, dificultades que allanar, comunicación de estados de alma, etc. En ese ambiente de confianza recíproca, la Fundadora regañará a Gracián, ocasionalmente por su parquedad epistolar. Así, en carta fechada, en Avila, agosto de 1578 (Biblioteca Mística Carmelitana, t. VIII, Epistolario (11), pag. 230. Carta al P. Jerónimo Gracián. Avila, agosto de 1578), la Santa le recrimina con gracia: "Plega Dios me responda (Vuestra Paternidad) a todo, que se ha tornado muy vizcaino". Santa Teresa emplea aquí, sin duda, la palabra "vizcaino" como sinónimo de "retraído, silencioso". El documento ofrece interés si se acepta, como ya es corriente, la tesis de Menéndez Pidal (El estilo de Santa Teresa, "Escorial", cuaderno 12, pág. 13) al considerar el habla teresiana como exponente fidelísimo del lenguaje popular castellano del XVI. La Santa no hace más sino emplear una expresión usual a modo de proverbio, que ella oyera en coyunturas distintas. Ni en el Diccionario de la Academia, ni en el de Autoridades, ni en el "Tesoro" de Covarrubias se encuentra la palabra "vizcaino" con significación de "corto de palabras". M. Herrero García, en su notable estudio Concepto de los vascos. Ideología española del siglo XVII. (RIEV, t. XVIII, p. 549), prueba suficientemente, con variedad de testimonios, que, entre otras cualidades, la "cortedad de carácter" se atribuía siempre al "vizcaíno" -es decir, al vascongado- en la mentalidad general de los españoles del s. XVII. Herrero García se ciñe en su trabajo de investigación a la literatura popular de ese siglo. Ref. P .B. A.: El sentido del "tornarse muy vizcaino" en Santa Teresa, "BRSBAP", 1951, 2º, 270-271.