Concejos

URBIOLA

Lápida romana. En el donostiarra museo de San Telmo se conserva, procedente de Urbiola, una lápida sepulcral romana. La parte central de la misma presenta un edículo con una figura humana sosteniendo una lanza hacia abajo, enmarcada entre 2 crecientes y 2 palmas sobre podio. La aparición del nombre del muerto, Edsuri, la relaciona con la onomástica vasco-aquitana.

Noticias medievales. En el año 1216 Lupo, prior de la iglesia de Pamplona, permuta con Sancho, abad del monasterio de Irache, las iglesias de Urbiola y Luquin, por el monasterio de Santa María de Oyvar, en el valle de Orba. Así consta en doc. que obra en el A. G. N. (Doc. Ir., núm. 77). En el documento referido aparece escrito Vrbyola. Pedro, Abad de Irache, llegó a un acuerdo en febrero de 1238 con los vecinos y racioneros de Luquin y Urbiola acerca de la cuantía de las raciones que debían percibir éstos. (AGN, Doc. Ir, 285). En abril de 1321, se cumplió la composición hecha entre el rey y el obispo y cabildo de la Iglesia de Pamplona, en virtud de la cual éstos ceden a aquél la jurisdicción temporal de las cuatro poblaciones de Pamplona, castillos de Oro y Monjardín y villas de Villamayor, Azqueta Luquin, Urbiola y Adarreta, a cambio de 500 libras de renta anual, señaladas sobre cierto número de viñas. El abad y el convento de Irache, dieron el 8 de febrero de 1327, a García Martínez de Villamayor y a su hijo Martín Garceiz, capellán, y por doce años, las iglesias de San Martín de Luquin y San Salvador de Urbiola, con sus casas, diezmos, etc., debiendo pagar anualmente 45 libras de sanchetes y torneses. (AGN, Doc, Ir. 437). El abad de Irache estableció el 11 de octubre de 1339 un ordenamiento sobre los racioneros de las iglesias de San Martín de Luquin y San Salvador de Urbiola. (AGN, Doc, Ir. 288).

Adarreta. Carlos III le concedió en 1392 el disfrute, como a los vecinos de Villamayor, de los términos del lugar despoblado de Adarreta. Los vecinos de Urbiola dieron al Rey por esta gracia, 100 florines los labradores y 80 los hidalgos.

El caso del "tesoro" de Urbiola. En Urbiola había en el año 1572 una cueva que tenía acceso por una pieza perteneciente a la familia Eraso, decidiendo un día varios miembros de esta familia explorarla, según refiere Idoate en Rincones... [t. I, págs. 396 y 397]. El hecho es que algunos empezaron a decir que habían encontrado un fabuloso tesoro y que se lo habían guardado, causando fraude de esta forma al Tesoro Real. A tal punto llegaron las murmuraciones que el teniente de merino de Estella se llevó presos a los implicados, quienes permanecieron por este motivo cierto tiempo en la cárcel de Estella.