Ribera tudelana. Limita al Sur y Este con Aragón, al N. con la Navarra Media Oriental y al O. con tierras riojanas y ribera estellesa. Sus ayuntamientos son los siguientes: Ablitas, Arguedas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Caparroso, Carcastillo, Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Cortes, Fitero, Fontellas, Fustiñana, Legaria, Marcilla, Mélida, Monteagudo, Murillo el Cuende, Murillo el Fruto, Murchante, Ribaforada, Santacara, Tudela, Tulebras, Valtierra. El paisaje predominante es llano y seco con afloraciones yesíferas y grandes acumulaciones sedimentarias plegadas en el norte y de relieves tabulares al sur, objeto de gran erosión ambas (planas o muelas). Destaca por su paisaje caprichosamente erosionado la Bardena Blanca, al S. y SE., de estructura tabular cada vez más horizontal conforme se acerca al Ebro. Entre los ríos Queiles y Alhama, los montes del Cierzo, grandes terrazas aluviales escalonadas. Las colinas de arcillas, margas y yesos que separan a estas llanuras completan un conjunto que, surcado de una importante red de riego, constituye el gran vergel de Navarra. El Ebro recoge aquí un importante caudal de agua que es cuidadosamente administrada tanto en la orilla izquierda como en la derecha. Un elemento característico de la zona son las mejanas, voz árabe con la que se designan los islotes de alta fertilidad descubiertos en el curso de los meandros del río. En la zona de los desérticos Montes de Cierzo, somontano del Sistema Ibérico que separa las cuencas del Queiles y del Alhama, se halla una serie de lagunas de gran valor ecológico. Apenas quedan rastros de los pinares y encinares de antaño, algo de sabina y lentisco y arbolado de repoblación a cargo de la Diputación. El suelo abunda en plantas aromáticas como el romero y el tomillo, o en esparto. En los sotos hay chopos, juncos, ragalíz, mimbre y caña. En las vegas de alta concentración salina, sisallos y tamaríz, entre otros, y en las de baja, chopos, olmos, coscoja y fresnos.