Concejos

OSKOTZ

En 1869, L. L. Bonaparte clasificó a su euskera en el dialecto alto-navarro septentrional y, dentro del mismo, en el subdialecto de Ultzama y variedad de Lizaso. En el primer tercio del s. XIX Añibarro la incluye, a efectos de predicación, en una lista de localidades cerradamente vascoparlantes (Varios: «G. H. L. V.», Auñam., 1960, t. I, pp. 44-60). En 1970 el número de vascófonos ascendía aproximadamente a 90 personas (P. de Y.: «Los D. y V., sep. «BRSVAP», 1973, pp. 34 y 36). El euskera es lengua usual de amplios sectores, aunque se notan síntomas importantes de retroceso. Adultos y chicos son vascófonos, con notable tendencia al bilingüismo. Las chicas son pseudobilingües castellanófonas. Los niños hablan entre ellos el castellano y comienzan a introducirlo en las casas pues los padres, salvo excepciones, no tienen demasiado empeño en transmitirlo a sus hijos (Sánchez Carrión: «El E. A. del V.», Pampl., 1972, p. 159).