ACUÍFEROS.El Ente Vasco de Energía ha estudiado desde los años 80 del siglo XX 6 unidades hidrogeológicas en Álava con unos recursos, a comienzos del siglo XXI, de 325 hectómetros.La principal es el acuífero de Subijana, investigado desde 1985. Sólo se aprovechan 1,5 hectómetros cúbicos del mismo al año frente a los 72,5 posibles. Su cuenca es de 170 kilómetros cuadrados. Sus aguas se utilizaron para paliar la sequía de 1990. El agua que brota por Nanclares es una turgencia, uno de los múltiples manantiales que los técnicos denominan Unidad Hidrogeológica de Subijana. Un inmenso embalse subterráneo cuyo caudal medio en Nanclares es de 440 litros por segundo de aguas muy transparentes. Este acuífero, mar subterráneo que se extiende entre las rocas del subsuelo desde el Este de Vitoria-Gasteiz hasta la confluencia con Burgos, guarda unas reservas de 72,5 hectómetros cúbicos al año, el embalse de Urrunaga en su máxima capacidad.Además de Subijana, el Ente Vasco de Energía contabiliza hasta 6 mares subterráneos en Álava con unos recursos que alcanzan los 325 hectómetros cúbicos, el doble que la red de embalses del Zadorra. A pesar del esfuerzo realizado por la Diputación en los últimos años como fórmula para garantizar el abastecimiento de muchas localidades, sólo el 16 % de este recurso es utilizado.Tras la gran sequía de 1990 que obligó a efectuar obras de emergencia para la captación de ese recurso, el Consorcio de Aguas del Gran Bilbao y el Gobierno vasco tienen en su punto de mira la incorporación del acuífero de Subijana a la red general que abastece a la mitad de la Comunidad Autónoma Vasca-País Vasco. Ello permitiría, entre otras cosas, rebajar el nivel de los embalses del Zadorra que ponen en peligro de inundación a la capital alavesa cada vez que llueve de una forma torrencial.