Preparativos. La iniciativa de un nuevo intento surge en una reunión de la UIAA al conocerse la noticia de que la expedición rusa autorizada para 1980 tiene problemas insoslayables. Tras varias gestiones, los vascos consiguen la transferencia del permiso y se inician los preparativos. Diputaciones, ayuntamientos y la CAM de Bilbao constituyen lo más importante de los patrocinadores. Siendo menor la dotación económica, se reduce el número de componentes a 12.
La preparación física culmina con la expedición a los Andes del Perú en el verano de 1979. Sólo cinco de los componentes habían participado en la expedición de 1974; el resto del grupo se compuso de buenos montañeros entre los cuales el médico Javier Garayoa, vencedor del Dhaulagiri de 8.172 mis. Según relata el jefe de la expedición Juan Ignacio Llorente, se mejoró la alimentación, el oxigeno y la colocación de los distintos campamentos a lo largo de la ascensión: el asalto final se planeó desde el collado Sur, suprimiendo el último campamento ubicado a los 8.500 mis., con lo que el asalto ganaba en penuria pero se abreviaba la incertidumbre climatológica en un día.