Arquitectura

Ermita de San Zoilo. Cáseda

La ermita de San Zoilo está situada a tres kilómetros de Cáseda por la carretera a Carcastillo. Es un interesante edificio medieval de estilo gótico. Declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Navarra en 2001 con categoría de monumento y La construcción de San Zoilo está ligada al obispo constructor del claustro de la catedral de Pamplona Arnalt de Barbazán, en el siglo XIV y al hospitalero Pedro de Olloqui, al que se le relaciona también con las iglesias de Cáseda y Cirauqui, entre otras.

Su planta presenta una amplia nave de cuatro tramos rectangulares rematada por una cabecera pentagonal más estrecha que la nave, tipología usual en la arquitectura gótica navarra de los siglos XIII y XIV como Santa María de Olite, San Saturnino de Artajona o Santa María del Popolo de San Martín de Unx. Los apoyos son de dos tipos: pilastra semicircular y pilastrillas baquetonadas con sus capiteles y que a la altura de medio muro se apean en ménsulas decoradas con distintos motivos figurativos, como Daniel en el foso de los leones, un cuadrúpedo entre dos figuras humanas con palos, un ángel con salterio liso y cabecitas en una pila como alusión al bautismo, un músico tañiendo una vihuela, un ángel con un cetro, un águila clavando las garras a un animalillo y una figura humana con las manos en alto. Los capiteles están también decorados con motivos vegetales; uno, con un hombre azuzando con un palo a un toro otro, o el tercero con un par de monstruos con cabezas humanas enfrentados. Las cubiertas se resuelven con bóvedas de nervios cuatripartitas separadas por arcos fajones similares a las soluciones presentes en iglesias como la de San Nicolás en Pamplona. Los nervios acusan por su sección y apuntamiento una fase avanzada dentro del siglo XIV. Todas las claves están decoradas: estrellas y luna, Jesús Hombre Salvador.

La cabecera se cubre con una bóveda de paños de seis nervios moldurados que se unen en una clave y apoyan sobre una ménsula troncocónica. En los pies de la iglesia se sitúa el coro de madera y está sostenido por dos pilares rectangulares en cuyos capiteles, a modo de friso, se representan los motivos de un animal felino, un rostro en medallón, un ciervo con dos pájaros encima, un castillo, entre otros motivos, además de bellotas y tallos lobulados en el cimacio. Todo este decorado interior se ilumina a través de la luz que penetra por una serie de ventanas góticas de arcos apuntados con distintas formas, algunas geminadas con un cuadrilóbulo y un trilóbulo en sus centros, otras con vanos ojivales además de un óculo en el muro de los pies abocinado con tres baquetones y tracería con rosetón central de seis pétalos y seis cuadrilóbulos. En el interior, en el muro del Evangelio y cerca de la cabecera, se pueden observar algunas marcas de cantero.

Al exterior, San Zoilo presenta buenos muros de sillar con contrafuertes laterales que marcan los tramos. En el segundo tramo, en un cuerpo saliente con modillones de cabeza, se localiza la portada abocinada y de arco apuntado con ocho baquetones bajo moldura triangular a manera de frontón en cuyo vértice hay un gallo con las armas de Navarra-Evreux. Las cinco claves tiene esculpidos motivos que representan los escudos de armas del obispo Arnalt de Barbazán, un Agnus Dei, un caballero con espada y una cabecita en medallón. Además en las dos arquivoltas exteriores se localizan los escudos que pueden identificarse con las armas de Fray Pedro de Olloqui, hospitalero de la catedral de Pamplona. La portada está decorada con una rica iconografía, con la figura del Salvador o del titular de la ermita, San Zoilo en el tímpano entre varios personajes, además de una serie de figuras que se disponen a lo largo del friso corrido, a modo de capitel. La cabecera, más estrecha y baja que la nave, es pentagonal con contrafuertes muy potentes en los ángulos sin alcanzar la altura de la cubierta. Es curioso el tramo que corresponde al coro que monta sobre una bóveda de cañón, debajo de la cual pasa un riachuelo. Además también llama la atención en el exterior el perfil de las cubiertas con una característica ondulación que sigue el de la plementería de las bóvedas. Para la cubierta se utilizan lajas de piedra.

Casi pegada a la ermita y en conjunto con ella se encuentra un edificio antiguo de piedra en muy mal estado de conservación, con dos niveles y escaleras de entrada, ventanas adinteladas y columnas interiores. Es lo que queda de varias casas que fueron propiedad de la familia Oiza.

Dentro de la ermita queda nombrar el retablo mayor barroco del primer tercio del siglo XVIII, bastante deteriorado, con una estructura de banco, cuerpo y ático donde queda algún resto de calvario desaparecido. Además en los muros de la cabecera aparecen pinturas dieciochescas muy perdidas, de la misma época del retablo en las que se representan escenas de la vida del titular, San Zoilo. Además se localizan dos pequeños retablos colaterales en muy mal estado de conservación.