Apellido vasco, en Bizkaia y Navarra.
En Carranza, Bizkaia. Cuartelado: 1.° y 4.°, plata, un lobo andante negro; 2.° y 3.°, verde, una torre de plata.
Guerra asigna en el mimo lugar: Partido: 1.°, verde; una torre de oro, y saliendo del homenaje, un brazo armado, de plata, con una espada desnuda en la mano, que tiene en la punta la cabeza de un hombre ensangrentada; 2.°, oro; árbol, verde, y un lobo pasante, negro, atravesado al tronco y cebado de un cordero.
Otro: Cuartelado: 1.°, un lebrel en salto; medio cortado con tres espadas; 2.°, un árbol y un lebrel atado, y bordura con ocho sotueres; 3.°, un castillo con un perro a la puerta y todo circundado con una cadena; 4.°, ocho grupos de veros.
Otro: Oro, una banda roja acompañada de dos lobos negros, uno a cada lado.
Otro: Oro, una cruz de Calatrava roja y bordura azul, ocho sotueres de oro.
Otro: Rojo, una faja de plata, acompañada de tres merletas, también de plata, en el cantón siniestro.
BEL
Este apellido pasó a diversos países de América y al interior de España. Lo llevan algunos personajes, como el industrial argentino Adolfo E. de Carranza (1824 1896), el político e historiador argentino Adolfo P. Carranza (n. en 1857), otro historiador argentino Angel Justiniano Carranza (n. en 1834), la religiosa Angela Carranza (n. en Córdoba de Tucumán, en 1641), el arquitecto costarricense Jaime Carranza (n. en 1871), el esgrimidor y preceptista del arte de la espada Jerónimo Carranza (n. en Sevilla en el s. XVI), el poeta y periodista costarricense Rafael Carranza (n. en 1840), el escritor argentino Rodolfo W. Carranza (n. en Buenos Aires, en 1870), el obispo Pedro Carranza y Salinas (n. en Sevilla en 1557 y fallecido en 1634) y Miguel Alfonso Carranza, escritor y religioso carmelita (n. en Valencia en 1527, y m. en 1607).
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