Léxico

BIBLIOGRAFIA

Bibliografía vasca. Los repertorios bibliográficos europeos comienzan con la Biblia de Gutenberg. En las bibliografías vascas el libro reseñado más antiguo está en latín y es el titulado Manuale securulum consuetudinem ecclesiae pampilonensis. In nomine sancra Trinitatis inchoat. Hit incipit benedictio jontis..., o sea "Manual según el uso de la iglesia de Pamplona. En el nombre de la Trinidad. Aquí comienza la bendición de la fuente". Es de 1489. En romance el primero es el Epilogo en medicina y cirugía conveniente a la salud, Pamplona, 1495. En euskera el primer libro que aparece en estos repertorios es el Linguae Vasconum Primitiae, Burdeos, 1545 Las obras que figuran procedentes del s. XVI son unas docenas, pero se duplican y triplican en los ss. XVII y XVIII. Ya en el XIX el número se hace seis veces mayor. A principios del XX engrosan las bibliografías dando cabida relativamente abundante a las obras en francés, inglés y alemán.. ·En 1891 contaba la bibliografía vasca con más de 2.500 libros, de los cuales 575 estaban en vascuence. Los repertorios de libros impresos son primeramente pequeñas relaciones y comentarios como el de P. Zabala (1856), Francisque Michel (1857), A. Abbadie (1859), J. Vínson (1867), C. Fort (1870), J. La Fuente (1871), H. Charencey (1870), J. Altadill (1884), W. Abartiague (1899), Dogdson (1892), Dubarat (1891), C. Echegaray (1886), N. Soraluce (1897) y W. Webster (1882). La guerra de 1872 atrajo la atención hacia el País Vasco. El príncipe Bonaparte y G. de Humboldt lo pusieron también de moda en los medios europeos. Pero la bibliografía general del País Vasco aparece casi simultáneamente a la de otros países europeos y aún con anticipación a varias de relativa importancia. Se publican sucesivamente tres grandes bibliografías del País Vasco: las de Angel Allende Salazar (1887). Julian Vinson (1891-1898) y la de Sorarrain (1891). La de Allende Salazar se titula Biblioteca del Bascófilo, y está impresa en Madrid el año 1887, fallecido ya el autor. Es un volumen de 488 pp., con un registro de 2.027 obras impresas y algún manuscrito, ordenadas alfabéticamente según el título. Tiene el relevante mérito de ser la primera obra en su género y el fallo de no haber incluido las obras correspondientes a Laburdi, Baja Navarra y Zuberoa. Esta omisión le priva de dar noticia de libros importantísimos de la literatura vasca. Tampoco incluye biografías de autores. Pero, no obstante todo esto, fue en su tiempo de gran valor y sobre ella se basaron las posteriores. La inclusión de algunos manuscritos le da un interés especial. La segunda bibliografía es la de Julien Vinson, titulada Essai d'une bibliographie de la langue basque, en dos volúmenes, impresos en París en 1891 y 1898, respectivamente. Las 471 pp. del primer volumen dan cabida a cuanto libro sobre la lengua vasca o escrito en euskera existía. El orden de presentación de las obras es el cronológico. Vinson es un autor metódico y meticuloso. Hay que tener en cuenta al comparar esta bibliografía con la de Allende Salazar que éste solamente tenía 20 años cuando compuso su obra. Nos regala Vinson con multitud de detalles descriptivos y datos de singular interés. Dio cabida indiscriminadamente a las obras de todas las regiones vascas. El tercer repertorio es el llamado Catálogo de obras euskaras, de Genaro Sorarrain, impreso en Barcelona en 1891. Se trata de un solo volumen de 575 pp., con un registro de solamente 1514 fichas, a pesar de abrir las puertas a toda clase de temas referentes al país. Prescindió de opúsculos y manuscritos. Avalora frecuentemente las fichas con noticias biográficas de los autores, además de breves comentarios a cada obra.· Como él mismo declara, tomó por base la obra de Vinson. A partir de estas fechas la bibliografía vasca, cada vez más copiosa, no ha sido recogida en catálogos generales, sino parcialmente. El mismo J. Vinson continuó los estudios bibliográficos. Georges Lacombe reseña esta labor en su artículo Les travaux bibliographiques basques de Vinson depuis 1898 ("Riev", XXVII, 1936). Desde 1891 han ido apareciendo bibliografías parciales o catálogos de grandes bibliotecas que van llenando de algún modo este vacío. Podemos citar entre éstos: I. Catálogo de las obras de la Biblioteca de la Sociedad Bilbaina, Bilbao, 1893 (288 pp.); 2. Biblioteca Provincial del Instituto de Vitoria, Catálogos de esta Biblioteca, por Mariano Alcocer. Vitoria, 1915 (4 vol ); 3. Ensayo de un catálogo de la sección vascongada de la Biblioteca de la Excma. Diputación de Vizcaya, Bilbao, 1919, por Darío de Areitio; 4. Essai d'une bibliographie de Bayonne el de ses environs, 1550-1920, Bayonne, 1935 (VIII y 349 pp.), por Ferdinand Berbe; 5. Bibliografía de obras generales o de asunto ajeno al País Vasco en las que, sin embargo, se contienen aportaciones importantes para la historia del mismo, de M. Estornés Lasa, "E. Alde", San Sebastián, 1931; 6. Essai d'une bibliographie musicale basque, del P. J. A. Donostia, Bayonne, 1932. La laguna comprendida entre 1891 y 1950 ha tratado de llevarla desde Buenos Aires el P. Gabino Garrigá con su publicación Inventario bibliográfico vasco (1892-1950) que va apareciendo en los números del "Bol. Amar. de E. V.". Desde 1918 a 1936 el "Boletín de la Sociedad de Estudios Vascos" publicaba una sección bibliográfica muy interesante, pero el vacío se abre de nuevo, con la guerra de 1936. Durante este período algunos estudios parciales pueden contribuir a llenar el vacío: 1. El Ensayo de Bibliografía Navarra, de A. Pérez Goyena, publicado en Pamplona (9 vol.), 1947-1964; 2. Bibliografía sobre la guerra civil española de 1936-1939 en el País Vasco, de J. Bilbao. Rev. "Ikuska". Sare, 1947; 3. Publicaciones periódicas vascas aparecidas en América entre 1936 y 1946. Rey. "Ikuska", Sare, 1947 (núms. 4-5 y 6-7); 4. Catálogo bibliográfico. Obras impresas en Navarra, 1936-1945, de Jaime del Burgo, en la que da cabida a temas vascos y generales; 5. Bibliografía de las guerras carlistas y de las luchas políticas del s. XIX (4 vol.). 6. Es lamentable que los autores de la obra en varios tomos Cuadernos bibliográficos de la Guerra de España (1936-1939), Universidad de Madrid, 1967, no se hayan limitado a reseñar los libros vascos con el rigor científico que debe exigirse a los medios universitarios prescindiendo de una terminología beligerante y frecuentemente falsa. Aparte de todos estos trabajos, son dignos de citarse los publicados por J. Bilbao como anticipo de su monumental Eusko Bibliographia que se integra hoy en esta Enciclopedia: bibliografías de G. Lacombe, "E. Yakintza", I H. Schuchardt, íd., 1947; J. de Urquijo, "Homenaje a Julio 1947; de Urquijo", I.; N. Ormaechea "Orixe", en "Orixe Omenaldi", 1965, etc. Es de citar también la Bibliografía sobre San Francisco Javier, de José María Azcona y algunos ensayos del H. Berriochoa sobre obras, de 1950 en adelante, publicados en la Rev. "Euskera", 1957, y la obra Autores e impresos tudelanos, de J. Ramón Castro. Hoy, con la publicación de la Eusko Bibliographia en esta ENCICLOPEDIA, se da un paso decisivo. Esta contiene, por orden alfabético de autores y materias simultáneamente, todo impreso referente al país, incluidos artículos de revistas nacionales y extranjeras. Un suplemento coronará la obra una vez terminada. De este modo, por vez primera, se habrá dado cima a un repertorio total de hojas, folletos, libros y artículos de revista o capítulos de libro dignos de figurar, de tal modo, que pueda consultarse bien el autor, bien el tema e incluso los comentarios sobre cada obra publicada que van señalados con un asterisco y siguen al título correspondiente. Los índices y referencias en euskera, español, francés, inglés y alemán hacen apta la obra para un gran ámbito internacional. Pero aun publicada esta monumental obra en vamos volúmenes, con varios cientos de miles de fichas, la labor bibliográfica de especialidad es obra distinta que deben hacer los especialistas. En "Munibe" 1970, por ejemplo, vemos una Bibliografía sistemática de Prehistoria Vasca. I. Paleolítico y Mesolítico, de Ignacio Barandiarán, que puede servir de modelo a repertorios y sistematizaciones de temas parciales con referencias minuciosas a la interioridad de estudios más amplios. Ahora bien, las bibliografías de temas especiales, pueden, y deben hacerse, contando, como cuentan ya, con una base tan sólida como la obra de J. Bilbao. Faltaría a la bibliografía vasca una ordenación cronológica en la que la fecha sirviera de guión para el estudio del proceso bibliográfico en nuestro país y así conectarlo con la marcha histórica general del hombre, en la que la referencia al año de la era cristiana sirve de punto de apoyo para señalar fases y etapas decisivas.

Antonio BENGOECHEA