Concejos

ARDANAZ

El caserío de Ardanaz desciende por la colina desde un lateral de la iglesia parroquial. Aunque su caserío es reducido destacan algunas casas góticas con blasones y distintos emblemas. Además una casa con fachada de sillar, con dos plantas separadas entre ellas por una moldura y ático. En la planta baja se abre una puerta con arco de medio punto descentrado y en el segundo cuerpo destaca un pequeño escudo barroco del siglo XVIII con una orla de hojarasca y yelmo. Descendiendo hacia la carretera se sitúa otra casa que mantiene un arco de entrada del siglo XVI con grandes dovelas y escudo en la clave con cuatro lobos, de tosca ejecución. Junto a esta casa se sitúa otra fechada en el siglo XVII, con muros de sillería y tres alturas rematadas con un alero de madera con ménsulas talladas.

La iglesia parroquial de Ardanaz está dedicada al culto de San Vicente. Su origen es medieval, de hacia 1200, aunque sufrió modificaciones posteriores que han transformado en gran parte su primer aspecto. Se conoce la presencia en 1595 del maestro cantero Miguel de Altuna, aunque no quedan restos de esta reforma. Y ya en 1868 se llevaron a cabo obras de restauración.

La iglesia presenta una nave rectangular de cinco tramos incluida la cabecera recta, con dos capillas abiertas al crucero. La nave encaja con el muro de la cabecera de manera muy singular lo que hace pensar que hubo un ábside semicircular. La cubierta es moderna aunque con algunos restos de época medieval como soportes con ménsulas poli lobuladas. El tramo del coro todavía conserva su cubierta medieval, un medio cañón con arco de refuerzo, mientras que las capillas laterales se cubren con una sencilla bóveda de medio cañón y junto al lado de la Epístola se abre un arco solio apuntado. La sacristía, de planta ligeramente rectangular, se cubre con un techo dintelado. A los pies se sitúa un coro de madera.

Al exterior presenta un bloque de sillarejo con alturas casi uniformes entre las que casi no destaca la torre. La cabecera está reforzada con contrafuertes y presenta una pequeña saetera semicircular. La pequeña puerta de acceso a la iglesia por el lado de la Epístola es de estilo románico tardío a la que se añadieron durante el gótico dos arquivoltas apuntadas y un guarda lluvias. Al románico pertenece también el tímpano con crismón enmarcado por una moldura de medio punto y dos columnas a cada lado con capiteles decorados con un centauro, unas bolas, un águila enfrentada a un león y por último, unas figuras con follaje. Sobre estos capiteles apoyan dos arquivoltas apuntadas de grueso bocel de estética ya gótica. La torre fue construida en la segunda mitad del siglo XVI por el cantero Juan de Aduna, con forma de pequeño cuerpo prismático sobre los pies.

Ya dentro de la iglesia se conservan varias piezas que merece reseñar, entre ellas la pila bautismal situada en la capilla dedicada a este fin y que está cerrada por una reja de madera con decoración propia de finales del siglo XVI. La pila consta de basa troncocónica, fuste cilíndrico gallonado y taza con subcopa semiesférica y copa cilíndrica gallonada con moldura festonada de separación.

También en el lado del Evangelio cuelga un repintado Crucificado que puede fecharse hacia 1600 y que presenta una potente anatomía romanista.

La capilla lateral guarda un pequeño retablo dedicado a San Catalina con una proporcionada traza romanista realizado por el ensamblador Domingo de Bidarte y el escultor Domingo de Lussa, hacia 1628 y que guarda una buena policromía de la época.

Ya en la cabecera se sitúa el retablo mayor de mediano tamaño y cuya autoría no está del todo aclarada. Presenta una traza propia de un barroco temprano, desfigurada por la policromía neoclásica. El sagrario-tabernáculo es romanista con forma trapezoidal con dos cuerpos decrecientes con relieves, en el primer cuerpo con escenas de la Oración en el Huerto, el Lavatorio, y en el segundo con el Sacrificio de Melquisedec, Abrahan e Isaac y David, tallas estas últimas que rematan el conjunto.

En el lado de la Epístola, en la capilla del crucero, se encuentra el pequeño retablo de la Virgen del Rosario, de estilo barroco de la segunda mitad del siglo XVII, presidido en una hornacina por una talla de Virgen sedente, de estilo románico que presenta gran rigidez de esquema y en el tratamiento de los ropajes y Niño . El ático lo preside un tosco relieve de San Miguel de la época del retablo. Sobre la mesa del altar está colocada una talla de San José con el Niño.

Ya en las dependencias de la sacristía se conserva una Cruz procesional barroca, labrada en madera, con nudo de templete con columnas y brazos planos, además de dos piezas de plata, un cáliz liso y un viril con las marcas de Pamplona, PP, del platero BICONDO y fechado en 1826.

Carmina RIUS SALETA