Concepto

Antropología Física

Todavía queda mucho por precisar sobre la sistemática de la población vasca y la distribución de los componentes tipológicos diferentes en todo el territorio. Tras comentar algunos elementos de la antropogenética de nuestra población aún nos queda por mencionar, al menos por encima, algo sobre su biodinámica.

La interpretación biológica de la naturaleza vasca sugiere cuestiones sobre los siguientes puntos:

  1. a) Grupo humano situado desde hace siglos en un territorio.
  2. b) Es una comunidad biológica dentro del ecosistema vasco.
  3. c) Los tipos de ecosistema dejan sus huellas en los genotipos, fenotipos, comportamiento y cultura de los individuos de esa población.
  4. d) Se ha dado una evolución en los modos de vida campesino, pastoril, pescador, minero e industrial.
  5. e) La industrialización y el fenómeno de migración correspondiente han cambiado la estructura de la población como en muchos puntos de España. La ruptura del aislamiento, aislamiento mantenido por las barreras lingüísticas y del relieve, ha dado lugar al mestizaje.
  6. f) La endogamia-es decir, el aparearse sólo con individuos del mismo pueblo- y la consanguineidad sólo se conservan en algunos valles pirenaicos.

El que estos datos sean tomados en cuenta ¿servirá en alguna medida para aclarar la situación de hoy en día? Sin caer en el determinismo biológico de algunos etólogos que subrayan el componente intuitivo del comportamiento de los grupos humanos, podríamos dar luz verde a la interpretación biológica de la naturaleza vasca: proporciona vías de estimación de la influencia de algunos fenómenos demográficos como la natalidad, la mortalidad, la longevidad, las distancias de casamiento, la elección de cónyuge, la consaguineidad, el mestizaje, etc. en la población vasca y en la estructura y tipología de los individuos que la componen. Como ejemplos de endogamia nos limitaremos a aportar datos de algunas investigaciones realizadas en un valle pirenaico y en otro del Aralar de Gipuzkoa. Los datos sobre la población de las comarcas pirenaicas españolas son los aportados por Olóriz, Sánchez Fernández, Hoyos Sainz y últimamente Alcobé, Pons, Prebosti, Fusté y Basabe, de la Universidad de Barcelona.

En la vertiente Norte de los Pirineos, la revista Cahiers d'Antropologie et d'Ecologie Humaine II, 3-4 (1974) reúne los diferentes temas que se presentaron en un Seminario sobre Ecología Pirenaica: Ser Humano y Pirineo Francés, Diversidad Antropológica, Condiciones Ecológicas, Paleolítico, Mesolítico, Neolítico, Edad del Hierro en el Pirineo Francés. Los antropólogos de la Universidad de Barcelona han investigado tres valles altos pirenaicos: el valle de Arán, Andorra y Cerdaña; además, Alcobé ha estudiado el Pirineo Navarro (los valles de Baztán y Aezkoa). Los investigadores mencionados han descubierto elementos raciales muy antiguos en zonas aisladas diseminadas por todo el Pirineo mantenidos por medio de la endogamia, elementos que tienen que ver con la permanencia de rasgos atribuibles al tipo humano llamado pirenaico- occidental. Parece, además, que la toponimia de muchas formas de relieve confirma esta presunción. Este tipo humano está muy extendido, empezando por Aragón, pasando por el Pirineo navarro para llegar hasta el Golfo de Vizcaya. Dos estudios, uno sobre Amezketa y Bedaio en Gipuzkoa y otro sobre el Roncal en Navarra han confirmado la influencia antropodinámica que el relieve de esos lugares tiene sobre la evolución de sus poblaciones en cuestiones como la consaguineidad, las distancias de casamiento, la repetición de apellidos, etc., haciendo surgir, como consecuencia de ello, un tipo humano comarcal bien definido en su naturaleza somática, genética y comportamental. Precisamente en los dos extremos de los Pirineos que son paso obligado entre Francia y España, se han situado unos grupos humanos que han sabido mantenerse en el lugar como entidad diferenciada incluso lingüísticamente.

Por otro lado, la dinámica de la población, basada en las exigencias ecológicas del modo de vida impuesto por la trilogía agricultura-silvicultura-pastoreo, lleva en sus migraciones periódicas, su lengua, sus genes, sus apellidos y su cultura, tanto ahora como en la Edad Media y como en la Prehistoria. Todo esto tiene una repercusión y deposita un sedimento en el genoma de la población. Si tenemos en cuenta la biodemografía de tres pueblos navarros aislados, Burgui, Roncal y Urzainqui, la oscilación de la natalidad y la dominancia de los buenos años, la escasez de nacimientos ilegítimos, el descenso de la mortalidad infantil, la acción depresiva del tamaño de la población de las carlistadas o las pestes, la alta endogamia (60 % en Urzainqui, 47 % en Roncal), el efecto determinante como factor de mortalidad del clima, los tres resultan diferentes y aislados respecto al entorno. Los valles de Gipuzkoa, Amezketa, Alegia y Bedaio, muestran algo parecido; Bedaio, que ha estado hasta hace pocos años sin teléfono y sin carreteras, ha sido el que ha sufrido un mayor aislamiento reproductivo. La edad media de casamiento de los varones ha sido de 30 años y de 26 la de las mujeres, siendo los coeficientes de consanguineidad mucho más altos que la media española. A finales del siglo XIX la esperanza media de vida individual era de 30-35 años, pasando a 55-60 a mediados del siglo XX.