Jurists

ZUAZNAVAR FRANCIA, José María de

Jurista, historiador y literato guipuzcoano nacido en San Sebastián el 18 de diciembre de 1764, miembro de la rama hernaniarra del solar originario de su apellido en el valle de Oiartzun, hijo de Juan José Zuaznávar, hombre ilustrado, amigo de Iriarte y miembro de la RSBAP (1776). Estudia Leyes en la Universidad de Oñate, donde ya destacan trabajos suyos sobre temas clásicos. En 1774 ejerce la docencia en los Reales Estudios de San Isidro de Madrid, donde obtendrá, al año siguiente, la cátedra de Derecho Natural y de Gentes. Es un gran lector de los enciclopedistas; compagina el estudio con la docencia hasta que, en 1786, es nombrado Letrado del Consejo de Castilla. Dos años después publica Utilidad de las leyes formularias. En 1791 es destinado como Fiscal a la Audiencia de Canarias, cargo del que tomará posesión un año más tarde. Durante su estancia en las Islas escribe varias obras, entre las cuales Invasión de la Isla de Tenerife por los ingleses (1797), Compendio de la Historia de Canarias... (Madrid, 1816), Descripción de las Islas Canarias en el año de 1791... y Los Bascongados en las Islas Canarias (Las Palmas, 1803-Pamplona, 1820). En 1803 es cesado, por haber encausado por fraude a la Real Hacienda, al marqués de Branciforte, cuñado de Godoy, retirándose a su casa de Hernani. En 1806 escribió su folleto Llorente contra Llorente, en el que, dolido por la actitud de Godoy hacia su persona, defiende a los fueros de su Gipuzkoa natal frente a las tesis florentinas. En 1809 es nombrado miembro correspondiente de la Academia de la Historia. En 1817 y 1818 publica Estados de la cuestión del comercio interior de granos en el Reyno de Navarra y Discurso sobre el comercio exterior de granos del Reyno de Pamplona. En 1819, tras la vuelta de Fernando VII, éste le nombra Ministro del Tribunal de Contrabando y, posteriormente, Magistrado de la Audiencia territorial de Pamplona, que llevaba anexo el de miembro del Consejo de Navarra. Ha olvido su pasado doceañista y comienza la etapa más polémica de su vida al adentrarse en los estudios histórico-jurídicos navarros. Tras haber sido alcalde constitucional de Hernani, inicia (2 vols.) la publicación de su monumental Ensayo histórico-crítico de la legislación de Navarra (Pamplona, 1820-1821) que suspende, siendo ya miembro de la Academia de la Lengua (1821), por ciertos "barruntos" que dice sentir en 1822. Los "barruntos" (sublevación del realismo navarro contra Riego) le hacen abandonar Pamplona donde, al parecer, no acaba de convencer su visión nivelatoria del régimen navarro ni sus buenas intenciones constitucionales. Relevado de su cargo en 1824, se retira a Hernani. A partir de ahora vivirá entre Gipuzkoa y Navarra plenamente dedicado a sus estudios y publicaciones. Forma parte de la Junta Ministerial creada en 1801 para examinar, desde la óptica del Gobierno central, el fundamento y legitimidad del régimen foral navarro, Junta que entra en funciones en 1826. Restablecido el orden gracias a la intervención francesa y en plena "ominosa década", reimprime su obra, esta vez completa (4 vols., 1827-1829) teniendo cuidado de suprimir aquellas proposiciones (17 "obleas" les llama Yanguas y Miranda) que recordaran su pasado constitucional. En 1828, con motivo de la visita real, publica El gran día de Guipúzcoa. Sus trabajos son recompensados con una plaza de Alcalde de Casa y Corte (1829) y con el hábito de Montesa (1831). Al fenecer el régimen absolutista, es Yanguas (licenciado Elizondo) quien le da la réplica en su conocida "Contragerigonza o refutación jocoseria del..." que publica en 1833, acusándolo de inexactitudes vertidas al arrimo del poder. En 1833 da a la luz su Compendio... del discurso sobre el estado natural del hombre y en 1834 unas Noticias para literatos acerca de los Archivos Públicos... de... (la) Corte (San Sebastián, 1834). En sus últimos años recoge su peripecia vital en Memorias para la historia de mi vida (San Sebastián, 1834), Mis ocios o ratos ociosos en Bayona (Bayona, 1835) y Diario de mis ocupaciones durante mi mandato en Teide... que no se publicará hasta 1932. Por las dos primeras sabemos que tocaba el violín, hablaba bien el euskera y constata la efectividad del "lobby" vasco de Madrid. Su abundantísima producción no citada en esta reseña abarca desde tratados sobre las letras de cambio o sobre las cárceles, hasta poemas, una historia de Hernani, planes de Hacienda, traducciones de Voltaire, etc. Murió en Donostia el 7 de julio de 1840. El ayuntamiento de Donostia otorgó en 1962 su nombre a una calle del ensanche de Amara.

Idoia ESTORNÉS ZUBIZARRETA