Señorío de los Rada. Importante lugar fronterizo con Aragón, las primeras noticias acerca de Rada datan del siglo XI, al ser donada su iglesia, en 1093, a la abadía de Montearagón. Perteneció originariamente al linaje de Rada. En 1222 era su señor Bartolomé Jiménez de Rada, quien, ante su ambigua postura política con la corona aragonesa, es obligado por Sancho el Fuerte a prestarle vasallaje. En 1251 Gil de Rada se ofrece con su villa al rey de Aragón, prestando ocho años más tarde homenaje a Teobaldo II de Navarra. En 1260 Gil de Rada y su mujer María de Leet hacen donación a la corona del agua de los molinos reales de Caparroso que usufructuaban, a cambio de la facultad de construir molinos en Rada. En 1270, Gil de Rada, su hijo y Marquesa López, su esposa, convienen con la corona en que el alcaide del castillo de Rada se eligiese por el Rey y por el señor entre tres personas que fuesen caballeros naturales navarros, de padre y de madre y vasallos del Rey y del señor de Rada.
Señorío de los Mauleón. En 1287 al faltar varón en la sucesión de Lope Díaz de Rada, fue el lugar agregado a la corona navarra, mediando indemnizaciones a la viuda y herederas del último señor. En 1307 es donado Rada a Ojer de Mauleón a cambio del castillo de Mauleón. En 1351, señala Yangüas, el rey Carlos II dio a Juan de Mauleón, en atención a sus servicios, la villa y castillo con la simple jurisdicción y emolumentos, para él y sus sucesores a perpetuo, con la condición de que antes de tomar posesión se obligasen a ser hombres liges (ligios) del rey y de sus sucesores y que hiciesen homenaje, sin que jamás pudieran vender ni enajenar sin su licencia dichos villa y castillo, y que habitarían en ellos y harían paz y guerra a quien el rey les mandare. En 1366 tenía Rada 38 vecinos, 21 de ellos hidalgos y 17 labradores. En 1379 Carlos II dio a vida Rada a Per Arnaul de Mauleón, por su buenos ser vicios, con todas sus rentas y pechas, horno, bailío, homicidios y medios homicidios y calonias, reservándose el rey la alta, baja y mediana justicia y la soberaneidad y resorte y apelación, y la pecha de los judíos, quedando Arnaul obligado a prestar pleito homenaje. En 1389 Carlos III donó a perpetuo el lugar a Martín de Aybar su camarlengo exceptuando la jurisdicción y la pecha de los judíos. Asimismo le donó la lezta de la sal de dicho pueblo. En 1402 Ojer de Agramont, señor de Bardos y de Lerga, camarlengo de dicho rey, después de haber seguido pleito contra el patrimonial y fiscal del mismo rey acerca del castillo y villa de Rada, que pretendía pertenecerle por los derechos de su abuelo don Juan de Mauleón, se convino con el rey, quien le donó el castillo y villa con todos sus derechos y emolumentos y la simple jurisdicción, obligándose Agramont y sus herederos, antes de tomar la posesión, a ser hombres liges de los reyes de Navarra y hacerles homenaje; que el castillo, ni villa, no pudieran ser enajenados sin licencia del rey; que sus poseedores no deberían tener allí su propia y principal mansión; que deberían servir a sus costas a los reyes con cinco hombres de armas a caballo, bien armados, en el reino o fuera de él, por espacio de 40 días en cada año, además del servicio a que eran obligados, como los otros nobles del reino, cuando el caso acaeciere; que dichos castillo y villa no pudieran ser divididos, sino que siempre fuesen unidos de sucesión en sucesión en hijos legítimos, y que a falta de éstos los pudiesen dejar al pariente más cercano. En 1414 era señor de Rada Mosén Ojer de Mauleón.
Rada, beaumontesa. En 1455, estando el castillo y villa de Rada ocupada por los beaumonteses, fue saqueada, arrasada y tomada por Mosén Martín de Peralta, caudillo agramontés y merino de Tudela.
Compromiso de Rada. Habiendo quedado desolada la villa a consecuencia de la toma de la misma por los agramonteses en 1455 y disputándose el derecho de posesión entre los Mauleón y los descendientes de los Rada, en 1502 las partes en conflicto se ponen de acuerdo para acabar con las desavenencias en torno al señorío de Rada, dejándose el arbitraje en manos del mariscal de Navarra. Era señora de Rada y Traibuenas Juana de Navarra, viuda de Tristán de Mauleón y tutora de su hijo Carlos de Mauleón. Reunidos el 19 de marzo de dicho año 1502 en el palacio de Traibuenas Amadeo de Mauleón, canónigo de Pamplona, Martín de Tafalla y Petrichico, escudero, de Villafranca, que iban a hacer de amigables componedores o árbitros, se dio lectura a la sentencia arbitral que en lo sucesivo se llamaría el Compromiso de Rada. En él, reconocen el derecho de vecindad, si bien "no hay buenamente quien pueda saber cuáles eran las casas y herencias de los abolorios de los dichos demandantes". En este compromiso se adjudica a perpetuo a Juan de Rada y convecinos, un pedazo del término del regadío del Campo de Rada, hacia la parte de Santacara, lindante con el río Bayunga (de Caparroso), el Aragón, Santacara, y con la parte de dicho Campo dado a Carlos de Mauleón; este trozo iba desde el río hacia el palacio de Traibuenas. Podrían también gozar los antiguos vecinos del término de Valporre, por el camino de Mélida, afrontante con el monte de Rada y el Aragón. El soto de Lorre quedaba para el señor de Rada, vertiente abajo, pero los ganados de aquéllos podrían disfrutar de los pastos.
Epoca Moderna. El lugar, que, pese a algunos intentos de repoblación, permaneció abandonado, pasó a los marqueses de Cortes, duques de Granada de Ega. Su descendiente, el duque de Miranda, donó en 1981 Rada al Gobierno de Navarra. Figuró en la Merindad de Olite; a mediados del siglo XIX, con las reformas provinciales, fue adscrito a Traibuenas.
Señorío de los Mauleón. En 1287 al faltar varón en la sucesión de Lope Díaz de Rada, fue el lugar agregado a la corona navarra, mediando indemnizaciones a la viuda y herederas del último señor. En 1307 es donado Rada a Ojer de Mauleón a cambio del castillo de Mauleón. En 1351, señala Yangüas, el rey Carlos II dio a Juan de Mauleón, en atención a sus servicios, la villa y castillo con la simple jurisdicción y emolumentos, para él y sus sucesores a perpetuo, con la condición de que antes de tomar posesión se obligasen a ser hombres liges (ligios) del rey y de sus sucesores y que hiciesen homenaje, sin que jamás pudieran vender ni enajenar sin su licencia dichos villa y castillo, y que habitarían en ellos y harían paz y guerra a quien el rey les mandare. En 1366 tenía Rada 38 vecinos, 21 de ellos hidalgos y 17 labradores. En 1379 Carlos II dio a vida Rada a Per Arnaul de Mauleón, por su buenos ser vicios, con todas sus rentas y pechas, horno, bailío, homicidios y medios homicidios y calonias, reservándose el rey la alta, baja y mediana justicia y la soberaneidad y resorte y apelación, y la pecha de los judíos, quedando Arnaul obligado a prestar pleito homenaje. En 1389 Carlos III donó a perpetuo el lugar a Martín de Aybar su camarlengo exceptuando la jurisdicción y la pecha de los judíos. Asimismo le donó la lezta de la sal de dicho pueblo. En 1402 Ojer de Agramont, señor de Bardos y de Lerga, camarlengo de dicho rey, después de haber seguido pleito contra el patrimonial y fiscal del mismo rey acerca del castillo y villa de Rada, que pretendía pertenecerle por los derechos de su abuelo don Juan de Mauleón, se convino con el rey, quien le donó el castillo y villa con todos sus derechos y emolumentos y la simple jurisdicción, obligándose Agramont y sus herederos, antes de tomar la posesión, a ser hombres liges de los reyes de Navarra y hacerles homenaje; que el castillo, ni villa, no pudieran ser enajenados sin licencia del rey; que sus poseedores no deberían tener allí su propia y principal mansión; que deberían servir a sus costas a los reyes con cinco hombres de armas a caballo, bien armados, en el reino o fuera de él, por espacio de 40 días en cada año, además del servicio a que eran obligados, como los otros nobles del reino, cuando el caso acaeciere; que dichos castillo y villa no pudieran ser divididos, sino que siempre fuesen unidos de sucesión en sucesión en hijos legítimos, y que a falta de éstos los pudiesen dejar al pariente más cercano. En 1414 era señor de Rada Mosén Ojer de Mauleón.
Rada, beaumontesa. En 1455, estando el castillo y villa de Rada ocupada por los beaumonteses, fue saqueada, arrasada y tomada por Mosén Martín de Peralta, caudillo agramontés y merino de Tudela.
Compromiso de Rada. Habiendo quedado desolada la villa a consecuencia de la toma de la misma por los agramonteses en 1455 y disputándose el derecho de posesión entre los Mauleón y los descendientes de los Rada, en 1502 las partes en conflicto se ponen de acuerdo para acabar con las desavenencias en torno al señorío de Rada, dejándose el arbitraje en manos del mariscal de Navarra. Era señora de Rada y Traibuenas Juana de Navarra, viuda de Tristán de Mauleón y tutora de su hijo Carlos de Mauleón. Reunidos el 19 de marzo de dicho año 1502 en el palacio de Traibuenas Amadeo de Mauleón, canónigo de Pamplona, Martín de Tafalla y Petrichico, escudero, de Villafranca, que iban a hacer de amigables componedores o árbitros, se dio lectura a la sentencia arbitral que en lo sucesivo se llamaría el Compromiso de Rada. En él, reconocen el derecho de vecindad, si bien "no hay buenamente quien pueda saber cuáles eran las casas y herencias de los abolorios de los dichos demandantes". En este compromiso se adjudica a perpetuo a Juan de Rada y convecinos, un pedazo del término del regadío del Campo de Rada, hacia la parte de Santacara, lindante con el río Bayunga (de Caparroso), el Aragón, Santacara, y con la parte de dicho Campo dado a Carlos de Mauleón; este trozo iba desde el río hacia el palacio de Traibuenas. Podrían también gozar los antiguos vecinos del término de Valporre, por el camino de Mélida, afrontante con el monte de Rada y el Aragón. El soto de Lorre quedaba para el señor de Rada, vertiente abajo, pero los ganados de aquéllos podrían disfrutar de los pastos.
Epoca Moderna. El lugar, que, pese a algunos intentos de repoblación, permaneció abandonado, pasó a los marqueses de Cortes, duques de Granada de Ega. Su descendiente, el duque de Miranda, donó en 1981 Rada al Gobierno de Navarra. Figuró en la Merindad de Olite; a mediados del siglo XIX, con las reformas provinciales, fue adscrito a Traibuenas.