Concept

JUVENTUD (POLÍTICA)

El encuadramiento de la juventud por parte de los partidos políticos y grupos ideológicos se inicia a finales del s. XIX aunque a comienzos del mismo existieran importantes organizaciones de carácter secreto como la Joven Italia de Mazzini, la Joven Alemania o Joven España de tipo liberal revolucionario, sin olvidar a los Jóvenes Turcos, revolucionarios nacionalistas occidentalizantes creadores de la Turquía moderna. Frente a estos jóvenes rupturistas que dan una imagen revolucionaria, libertaria y muchas veces masónica de la juventud, el catolicismo creará unas Juventudes Católicas sostenidas por el episcopado a modo de barrera contra el denominado «libre pensamiento». Tal es así la Juventud Católica de Bilbao que, antes de la segunda guerra carlista edita dos veces al mes la revista «La Juventud Católica vizcaína» y, en 1872, un «Almanaque de la Juventud Católica Vizcaína de Bilbao». A la vera de esta organización juvenil encontraremos, en el extremo opuesto, la Juventud Republicana, también de Bilbao, que en 1894 publica el semanario «La Juventud Republicana» -más tarde «Juventud»- y que, después, provocará un enorme escándalo al celebrar un banquete el día de Viernes Santo de 1895, con gran indignación de los católicos, entre los cuales Sabino Arana que dedicará a la JR sus más encolerizados denuestos. En esas fechas se publica asimismo «Chapel-Zuri», órgano de prensa de la Juventud Carlista bilbaína, dirigido por el abogado alavés Echave-Sustaeta, firme puntal de la jerarquía católica. Pero ésta va a tropezar con otra temible fuerza, la Juventud Socialista fundada por Meabe como rama juvenil del PSOE en Vizcaya. El 12 de septiembre de 1903, Tomás Meabe manifiesta en La Lucha de Clases de Bilbao su proyecto de creación de la Juventud Socialista: «Fijaos en la vida de nuestra juventud, y al punto exclamaréis: ¡Hermoso caudal de energía que se pierde! Pues bien, evitemos esto. Separemos a los jóvenes de las plazas de toros, de los templos, de las juergas, de los abusos alcohólicos, que todo el ardor, todo el bello atrevimiento de los muchachos de quince a veinte años, se oriente por el camino de las ideas revolucionarias. Organicemos para la lucha a la mocedad socialista. Demos entrada al ejército de los nuevos. Busquemos en ellos el acicate de nosotros mismos, la mentalidad ingenua, lozana, acometedora de los verdes años». Su modelo es la Federación de Jóvenes Guardias Socialistas de Bélgica. La JS primera en crearse es la de Erandio en noviembre de 1903. Casi simultáneamente se organizaron secciones en Bilbao (2 enero 1904), San Sebastián, Deusto, Zorroza, Las Carreras, Gallarta, Eibar, Baracaldo y Sestao. Para 1904 existían en casi todas las localidades de la zona minera de Vizcaya y en la principales de Guipúzcoa. Se centraron en revitalizar la política cultural del partido: conferencias, excursiones, propaganda, grupos teatrales. Se caracterizaron por la propaganda anticlerical y antimilitarista y su preocupación por problemas agrarios (Madinabeitia) y feministas (Virginia González). Efectuaron una aproximación táctica a las Juventudes Republicanas ( 1903), postura desaprobada por las Agrupaciones, que la calificaron de indisciplinada. Jóvenes socialistas y republicanos colaboraron en varios actos públicos en Erandio, Ortuella y Bilbao ( 1904). En 1906 esta actitud se volvió a repetir a pesar de la desaprobación de los dirigentes socialistas de la Agrupación. En cuanto a la juventud nacionalista vasca, sabemos que se hallaba agrupada ya a finales del s. XIX. El 3 de enero de 1904 en asamblea general de más de 400 jóvenes nacionalistas se aprobó la creación y el reglamento de Juventud Vasca(Euzko-Gastedija) de Bilbao estableciéndose el domicilio social en Santa María 12, 2.º Su junta directiva estuvo compuesta por el presidente Luis Urrengoechea, el vicepresidente Eustaquio de Erquiaga, el tesorero Adolfo de Uríbarren, el contador Luis de Arbeloa, el secretario Francisco de Urízar y los vocales José de Ustaran, José de Echenagusía, Anacleto de Ortueta y Juan de Arechabaleta. Rápidamente se constituyó en el motor de la actividad nacionalista organizando conferencias, cuadros escénicos, círculos de estudios, clases de euskara, mítines, excursiones (mendigoxales desde 1908), etc. Fue tan confesional como la carlista y adoptó como patrona a la Inmaculada Concepción. Por estas fechas todos los partidos han comprendido la importancia de poseer secciones juveniles que mejoren la imagen de las viejas organizaciones y desempeñen un papel dinamizador de sus actividades en especial electorales. En abril (14-16) de 1906 se crea en Bilbao la Federación Nacional de Juventudes Socialistas de España con sede en esta ciudad. Se celebra también el I Congreso de Juventudes Socialistas alemanas en Mannheim al que fueron enviando su adhesión las juventudes de toda Europa con lo que la creación de la Internacional Juvenil Socialista al año siguiente fue fruta madura. La Juventud Integrista de San Sebastián se crea el 12 de setiembre de 1909 instituyéndose como presidente a Ignacio María de Echaide, adjuntos Vicente Zulaica y Ricardo Otaño, vocales Ignacio Pérez Arregui por Azpeitia, Domingo Errandonea por San Sebastian, José M.ª del Olmopor Tolosa y Venancio Iñurrieta por Vergara. Su sede se estableció en la calle del Príncipe de la capital guipuzcoana. Fue una organización muy activa que organizó veladas, cuadros de teatro, grupos de excursionistas, etc. En enero de 1910 ponen en marcha el Partido Conservador y el Partido Liberal de Vizcaya sus respectivas Juventudes: Juventud Conservadora, presidida por José Urízar, y Juventud Liberal. La primera, organización maurista, celebra, meses más tarde, un acto conjunto con la Juventud Conservadora de San Sebastián en Deva. La segunda poseía ya en 1911 un cuadro artístico que compite con los de Juventud Vasca. Las organizaciones juveniles ejercen una notable acción propagandística con sus fiestas campestres, cuadros de baile, mítines, periódicos, etc. Destaca la ruidosa actividad de Juventud Vasca de Bilbao que en 1913 posee un órgano de prensa de igual nombre y un campo de deportes -Kirolokieta- en el que sus socios practican deportes y pruebas atléticas. Organiza concursos de cuentos como el de Bilbao de 1914 dotado de varios premios en metálico para los ganadores. Su dinamismo la coloca por encima de las restantes organizaciones católicas y le impulsa, por otra parte, a llevar una política propia que, poco a poco, le irá separando del nacionalismo oficial. La guerra mundial con su correlato liberador de nacionalidades, el levantamiento y movimiento independentista irlandés, la guerra de Africa, el tormentoso ejemplo catalán van a ser estímulos para un alejamiento inevitable de «los viejos», anclados en posturas posibilistas. Por otra parte las dificultades con las autoridades comienzan a ser continuas. Sus locales son clausurados en 1918 reabriéndose sólo año y medio después. La revista «Hermes» comenta: «No por una medida de benevolencia gubernativa o por una gracia, sino como resultado de una sentencia absolutoria, ha abierto de nuevo sus puertas «Juventud Vasca» de Bilbao, hace año y medio clausurada. ¿Con qué motivos, por qué razones se creyó legítima la clausura, y clausura de año y medio? En el fallo de la Justicia se encuentra la mejor respuesta. «Juventud» ha triunfado sin otra fuerza que su justicia. Absueltas las dos Directivas procesadas, recuperada por la sociedad la integridad de su vida legal, «Juventud» vuelve a recibir en sus locales a esos cientos de muchachos, tan honrados como líricos, que tienen, en esta época de general egoísmo, la extraña virtud de seguir amando con ardor y constancia sus ideales. ¡Bien por los bravos que tienen ideal! Y, para Larruzea, Urrutia, Gallástegui, Bilbao, Arriola, Pinedo, Ormaeche, Eguren, Etxabarri e Inzunza, un apretón de manos de camaradería. Para Enrique Coll -a quien Dios le alcanzó liberación antes que le absolvieran los hombres- una oración fervorosa». En el I Congreso que celebra la Federación de Juventudes Vascasen Vitoria los días 7 y 8 de diciembre de 1917 las discrepancias se ponen nuevamente de manifiesto. Pero no sólo va a ser JV. la que se agite inquieta. En el Congreso Nacional de 1919 la Juventud Socialista se define partidaria de la III Internacional pasando gran parte de ella, en 1921 , al Partido Comunista. En 1920 se inaugura Juventud Vasca de Pamplona y la de Vitoria se fusiona con Eusko-Etxea. La ruptura de la de Bilbao con Comunión Nacionalista Vasca se consuma entre 1921 y 1922 lo cual no obsta para que se guarden las formas de las buenas relaciones. Cerrados sus locales varias veces, el 15 de abril de 1922 los reabría con un gran mitin al que se invitó a los comunionistas. Hablaron J. M. de Leizaola, Alvaro R. de la Sota, Rentería, Julián Arrien, Manuel de Aranzadi y Ramón de la Sota y Aburto. El cierre total acaece en setiembre de 1923 siendo clausurados sus locales junto con los de Acción Catalana de Barcelona; no así los de Pamplona en los que en 1927 se crea la Coral de la JV. iruñarra que presidirá Félix Tirapu. En 1928 las Juventudes Católicas de Vizcaya celebran una Asamblea general aprobando un cuestionario sobre «Educación religiosa de la Juventud» pero apenas sabemos nada más de sus actividades que debieron de ser importantes ya que veremos surgir de sus filas a varios de los líderes destacados del nacionalismo y del carlismo como Esteban Bilbao o José Antonio de Aguirre. La Iglesia posee, por estas fechas, nutridos grupos de juventudes parroquiales que serán movilizados por ella al iniciar la República su política laicificante. Las juventudes liberal y conservadora, fusionadas en la Liga Monárquica de Vizcaya, renacen el 7 de diciembre de 1930 bajo el nombre de Juventud Monárquica presidida por J. Félix de Lequerica, con Gabriel de Zubiría y Mario Hormechea como vicepresidentes y Pedro del Campo tesorero. El 8 de junio de 1930 Juventud Vasca de Bilbao reabrió sus puertas. Sus primeras actividades son la organización de clases de euskara (270 alumnos), la de un Círculo de Estudios en el que disertará, como primer conferenciante, José Antonio Aguirre, y una velada en el Teatro de los Campos en honor a Arana Goiri. Su cuadro teatral «Oldargi» se hace célebre. Tuvo círculos de estudios de economía, sociología, historia y filología. También reabre sus puertas y reemprende sus actividades, el 30 de abril de 1931, Juventud Vasca de San Sebastián (Donostiko Eusko Gastedia) con sede en la Plaza de la Alameda 7. Fueron incansables su «Eusko Gastedi Kiroltzalea», sus grupos de mendigoizales, el grupo de teatro,el de danza dirigido por Jesús Luisa, etc. Ese mismo año se crea una filial en Valladolid presidida por José Almandoz y otra en Santiago de Chile bajo la presidencia de Victoriano García Achabal. Sabemos que en 1932 JV de Pamplona se halla en la Plaza de la República y la de Vitoria en el n.° 27 de la Plaza Nueva. Juventud Vasca de Logroño (Gure Txoko) se constituye en diciembre de 1934 con 130 socios presididos por Víctor Villafruela. Al estallar la guerra todas las poblaciones con un importante núcleo nacionalista poseen su organización juvenil, como ocurre también con casi todas las restantes formaciones políticas. Tras la contienda, la juventud será encuadrada por la sección juvenil de Falange Española. Sólo a partir de los 50 aparece la posibilidad de afiliarse a alguna sociedad que no sea ésta o las organizaciones religiosas tradicionales. Algo renovada, la Acción Católica se beneficia del vacío creado por la dictadura. Así veremos prosperar a la Juventud Rural Católica (Herri Gaztedia) y a la Juventud Obrera Católica(JOC) que tuvieron su apogeo en los 50 y 60. Fuertemente penetradas por el marxismo, fueron frenadas y finalmente bloqueadas por el episcopado. Por estas fechas reaparece la JV pero esta vez bajo su denominación euskérica, Eusko Gaztedi(EG), y la apostilla «del Interior» (EGI). EGI se hallará en la base de una nueva fase histórica del nacionalismo y del aspecto de lucha armada que dicha resistencia adopta desde finales de los 60. La primera fase del historial de E. G. I. se desarrolla desde la postguerra hasta la fusión con E. K. I. N. y la creación de E. T. A. de 1959. Será la cabeza visible de un nacionalismo vasco que se niega a desaparecer pese a todas las persecuciones y su actuación aflorará al gran público bajo la forma de colocación de ikurriñas y actos simbólicos conmemorativos de Aberri Egunas o celebraciones semejantes. Tras la creación de Euskadi ta Askatasuna, la segunda fase se inicia con la reconstitución de Euzko Gaztedi en Vizcaya (1960). Militan por aquel entonces José Antonio Echevarrieta, de posterior gran influencia sobre E. T. A., e Iñaki Aldekoa, vinculado también a esta organización más adelante y a E. L. A.- Movimiento Socialista de Euskadi. Ambos caerán en las redadas que diezman a la organización en 1961 y 1962. Pero la necesidad de acción del reconstituido E. G. I. chocará con el criterio de espera del P. N. V. Una parte de la redacción de Askatasunade Guipúzcoa -publicación clandestina interior- es expulsada del partido. La hoja deja de salir (1961-1962) por considerársele desviacionista de la línea oficial. A partir del episodio Askatasuna, el P. N. V. le prohibe redactar hojas en el interior; la información viene ahora de Caracas. La tercera fase contempla un nuevo brote activista que desemboca en la concepción de lucha armada que lleva a J. Antonio Ehevarrieta a portar pistola durante sus desplazamientos. Echevarrieta e Iker Gallastegui dirigen el movimiento desde el exilio. Por fin, el año 1965, surge el E. G. I. que abandonará la línea del P. N. V. en 1969-1970. Un último exponente de este desligamiento hacia la ruptura total con el partido será el brote Egi-Batasuna que se expresa por medio de la publicación Amayur en Pamplona. A través de sucesivas rupturas con el partido, las generaciones que se politizan y forman en la organización juvenil van abandonando a la misma y encauzándose, ya hacia la creación ideológica y a la labor de formación de células de base (E. L. A.-Movimiento Socialista) ya hacia el puro y simple activismo armado (Artajo y Asurmendi, puentes entre E. G. I. y la nueva E. T. A.). En 1971 Egi-Batasuna (grupo de Múgica- Arregui) se fusionará con E. T. A. culminando la peripecia de años en la sección juvenil del partido. Al instaurarse nuevamente el régimen democrático vuelven a aparecer los viejos partidos políticos y aflorar de la clandestinidad las fuerzas que constituyen los nuevos. Casi todos poseerán sus juventudes que aparecen como meros apéndices, sin mucha vida propia, de la organización madre: EGl, Juventudes Socialistas, Juventudes Comunistas de Euskadi, Juventud de Izquierda Comunista, Jarrai (juventud de la Kas), Gaztedi Komunistaren Liga, Joven Guardia Roja (EMK-MC), etc. Algunas agrupaciones como Euskadiko Gazteria Abertzaleren Iraultzalearen Mugimendua fluctúan entre el anarquismo y la ideología Kas. Otras dependen de organismos oficiales como la Confederation Nationale des Jeunes Agriculteurs.

Idoia ESTORNES ZUBIZARRETA