La irrupción electoral nacionalista se manifiesta, a nivel de elecciones generales, en 1918; el PNV obtiene 5 actas de 6 en Vizcaya, 1 de 7 de Navarra, 1 de cuatro en Guipúzcoa y ninguna de 3 en Alava.
Elecciones generales del 24 de febrero de 1918.
Manuel Senante y Martínez, integrista.
[Ref. "B.O.G." y "La V. de G." del 25-II-1918].
Elecciones senatoriales del 10-III-1918.
Resultan, pues, elegidos los 3 primeros.
[Ref. "La V. de G." del 11-VI-1918]. Hay que hacer constar que esta será la primera y última vez que un nacionalista obtenga un acta guipuzcoana hasta la II República. La comisión extraparlamentaria, que había producido tantas esperanzas en el autonomismo guipuzcoano, cesó junto con Romanones. En 1919 un conspicuo liberal, José de Orueta, publica sus Impresiones de la vida provincial. Entresacamos los siguientes párrafos sobre los partidos guipuzcoanos: "nuestra pequeña provincia tiene muestras de todos los partidos políticos españoles, tanto en las derechas como en las izquierdas, y siguen dentro de la misma con mayor confusión, aún si cabe, que en el resto de España. Pero ante todo, tienen una característica general común a todos y que es testimonio vivo del sentimiento de libertad e individualidad del país. Esta característica es la uniforme repulsión al acatamiento de una jefatura que suponga dependencia extraña al país. Ni el partido republicano, ni el liberal guipuzcoano han admitido nunca de hecho tales jefaturas, y en todo momento proclaman su autonomía; el partido conservador, poco numeroso y sin masas, y el partido maurista, algo más importante, á pesar de su acatamiento aparente, han dado también muestras de independencia, sobre todo cuando de cuestiones que afectan á la autonomía del país se trata. El mismo partido carlista ha sido, en general, rebelde á someterse á órdenes centrales de Madrid, gustando más de gobernarse por sus juntas locales; y en cuanto al partido integrista tiene á su jefe en casa, y en vez de depender de fuera, irradia de aquí sus mandatos; y no citamos al partido nacionalista por ser puramente local. Tal vez el que menos señala esta nota de independencia es el partido socialista, que está más dirigido desde fuera, y tal vez á ello sean debidas una mayor incomprensión, y por tanto mayor tibieza, en la cuestión autonómica. Esta circunstancia ha extrañado siempre á los políticos madrileños, que por ello entienden difícilmente la política de la provincia y la encuentran confusa, pero ha sido excelente en resultados para el país, ya que aquí y gracias á ese buen sentido no es fácil que se entronice la política caciquil en su aspecto más grave, la del cacique impune por tener cubierta su responsabilidad en Madrid; y tan cierto es esto, que en el país, en general, repugnan y son mal vistas aquellas personas que se significan demasiado como incondicionales á un personaje político de Madrid, no inspiran confianza a nadie y se ven aisladas; las masas, por instinto sano, no las siguen nunca, y si en ocasiones se ven halagadas y felicitadas particularmente, no lo son sinceramente, repelen. Como consecuencia, en la vida práctica política, tienen hoy todavía mayor importancia para los guipuzcoanos las luchas provinciales y municipales que las de Cortes, que sólo despiertan un secundario interés, y aun éste como reflejo de la vida política interna. Tienen también otra característica común, y es la de incluir en sus respectivos programas el de la autonomía del país, dentro, claro está, de diversos matices, desde el más centralista, como el conservador, al más autónomo, como el republicano. En esta gama de matices no puede decirse que rija una gradación exacta de derechas á izquierdas, pues tal vez las extremas derechas sean más autonomistas que los conservadores, y que los socialistas lo sean menos que los republicanos y liberales". Las siguientes elecciones, hasta el receso de 1923, tienen lugar bajo el signo de la crisis económica derivada de la desaparición del mercado europeo al acabar la guerra. Eibar y su zona armera se paralizan a partir de 1920. Liberales, mauristas, republicanos, integristas, socialistas, se auxilian mútuamente frente al fantasma nacionalista:
Elecciones generales del 1 de junio de 1919:
[Ref. "Boletín Oficial de Guipúzcoa". "El P.V." del 26-V-1919].
Elecciones senatoriales del 15-VI-1919.
[Ref. "La V. de G." del 16-VI-1919. (1) Antonio M.ª de Murúa y Rodríguez de Paterno. (2) 7 diputados provinciales y 20 compromisarios].
Elecciones generales del 19 de diciembre de 1920.
Ricardo Oreja y Elósegui, tradicionalista.
Manuel Senante y Martínez, integrista.
Alfonso de Churruca y Calbetón, maurista.
[Ref. "El P.V." del 14-VII-1920].
Elecciones senatoriales del 2-I-1921.
[Ref. "La V. de G." del 4-I-1921. (1) 109 compromisarios y 20 diputados provinciales].
Elecciones generales de abril de 1923.
Manuel Senante y Martínez, integrista.
[Ref. "B.O.G."].
Elecciones de senadores del 13-V-1923.
[Ref. "El P.V." del 15-V-1923. Salen elegidos los tres primeros].