Names (Personal)

ENEKO

Historia, II. c) En uno de los Resultados de la resolución de la Dirección General de Registros antes citados de fecha I de febrero de 1972 en el que se señala que el Fiscal comarcal estima improcedente, refiriéndose al nombre de Eneko, la autorización solicitada, dado que el nombre interesado tiene traducción al castellano como Iñigo, asegurando que así aparece en el Diccionario de nombres euskéricos en la edición de L. G. E. V., impresa por la Editorial del mismo nombre en Bilbao el año 1970, ha habido un error notorio en la interpretación del texto de la edición que sé cita. Una lectura más atenta del mismo puede aclarar este extremo. Iñigo o Eneco figura en la columna de los "nombres castellanizados", mientras que Eneka está en la de los nombres euzkerizados de hombre" y Eneke en la de los "de mujer". Antes de proseguir en la argumentación hagamos historia de esa edición y vayamos a la fuente. Adjunta xerocopias de la portada y pp. 18-19-28-29-40-41-52-53-68-69 del Santoral Vasco, o sea, lista de nombres euzkerizados de los santos y traducción de los nombres de festividad aplicables como nombres propios adaptados por Sabino de Arana y Goiri para Egutegi Bizkatara, con un prólogo de Luis de Eleizalde, Bilbao 1910, de donde se hace la reedición parcial. En la p. 18, que no se reproduce, puede leerse: "Finalmente hemos de hacer constar que se han añadido varios nombres muy corrientes y algunos otros bastante usados, que no aparecen en los Egutegi; pero se ponen precedidos de un asterisco (*) para que los defectos que en euzkerización pueda tener no se atribuyan al autor del primer Egutegi". Esto es una advertencia de la Comisión Bizkaina de Euzkera del Partido Nacionalista vasco. En este caso está Iñigo o Eneco* en la columna de los "nombres castellanizados" y lleva un asterisco. Es decir, que para la citada Comisión Eneco era un nombre de forma castellana y no puede aceptarse como válido el testimonio aportado por el Fiscal comarcal, ya que choca con el sentido común que un nombre castellano pueda ser traducido a su propia lengua, pues la palabra traducir, en su sentido no figurado, se utiliza con el significado de expresar en una lengua la que está escrito o se ha expresado antes en otra. En este caso es la propia Comisión Bizkaina de Euzkera del Partido Nacionalista Vasco el testigo más significativo y más desinteresado de que el vocablo Eneco tiene en la actualidad valor de nombre propio de varón en el lenguaje y en el recuerdo vivos de las familias y de los pueblos. Aporto una certificación literal de inscripción de nacimiento, expedida por el Registro Civil de Zumaya, de Eneka Gotzon, Iñigo Angel Arrieta Aguirrezabalaga, nacido el 20 de Junio de 1921, que prueba que Eneka, que, como más arriba se ha dicho, aparece en la columna de "nombres euzkerizados de hombre" en el Santoral Vasco de Sabino de Arana y Goiri, frente a Iñigo o Eneco de la de "nombres castellanizados", estuvo vigente en un tiempo. En el mismo caso que Iñigo y Eneko se encuentran nombres como Jacobe, Jaime, Jacobo, Santiago, dado que constituyen nombres distintos de persona, a pesar de tener un origen histórico común. Es sabido, que la forma popular Jacobe da Jacome que queda reducido a Jacme y después pasa a Jaime. Sin embargo, estando aceptado el nombre de Jaime se ha venido utilizando hasta nuestros días el de Jacobe, como puede verse en los libros de bautizados de siglos anteriores de distintas partes, junto a Jacobo, forma más culta. Lo mismo ocurre en el caso de Millán, forma transmitida por vía popular, que ostenta San Millán de la Cogolla, lo cual no impide que la forma arcaizante Emiliana adquiera vigencia en un momento determinado. Por otra parte está Santiago que tiene los elementos Sant y lago, evolución distinta de Jacobe, aplicándose la forma con la que se designa al santo a cualquier persona. Son, sin duda, nombres todos ellos que como Eneco e Iñigo quedan en la mente popular como formas distintas y sin conexión, a no ser que se recurra a investigaciones eruditas. Esto ocurre en general con los nombres que han tenido cierta difusión. No se puede decir que sean traducción unos de otros, dado que todos se usan en castellano y por su constitución fónica cumplen la función lingüística que les compete como nombres propios, que en este caso es la de distinguir unas personas de otras.

d) Puedo aportar, por otra parte, pruebas directas de que Eneco queda en el lenguaje y en el recuerdo vivo de las familias y de los pueblos, al menos del País Vasco, y que por tanto no es un vocablo arcaico. Son cuatro certificados expedidos por D. Jaime Andonegui y Lizarraga, presbítero, Doctor en Derecho Canónico y Cura párroco de la parroquia de San Salvador de Irurita en la provincia de Navarra, quien ha realizado un muestreo en los libros parroquiales. Libro 1.° de difuntos: Eneco Sanz de Martienea murió el cuatro de diciembre del año 1672. Eneco de Perurena murió el seis de setiembre de 1706. Libro 1.° de bautizados: el trece de marzo del año 1633 se bautizó un Eneco, hijo de Simón de Arozteguiberría y de María su mujer, siendo compadres Eneco Sanz de Indartea y María de Echandi. El cuatro de diciembre de 1655 se bautizó un Eneco, hijo de Joanes de Martierena y de María de Arquialdea su mujer, siendo compadres Eneco de Arquialdea y María Martín de Gamiochipia. Libro 1.° de casados: el dieciséis de diciembre de 1640 se casaron Eneco de Garcearena y María de Iriart. En otro certificado se señalan distintas partidas en las que aparecen personas llamadas Eneco como padres o padrinos. Así Eneco Sanz es padre de una hija el 29 de setiembre de 1614. Eneco Sanz de Indart es padre de un hijo el ocho de mayo de 1618. Eneco Sanz de Martierena es padre de un hijo el veintitrés de agosto de 1621. Eneco de Garagar es compadre el veinticuatro de febrero de 1622. Eneco Sanz de Echenique o Echesuri es compadre el ocho de abril de 1629. Eneco Garciarena es padre de una hija el uno de febrero de 1641. Eneco de Perurena es padre de un hijo el once de agosto de 1655. Debido a que en las fechas señaladas no existía todavía Registro Civil los certificados que acompaño tienen validez legal. Debo señalar, además. que en Irurita existe una borda llamada Eneconea, así como también una casa. Este vocablo tiene el significado transparente de "casa de Eneco" en vascuence, como Martiñenea y Juanenea, situadas en el pueblo también navarro de Aldaz, pongamos por caso, significan "la de Martín" y la de Juan". También hay Eneconea en Aldaz. En Bilbao también hay un lugar, sumamente conocido por la gran cantidad de vehículos que por él pasa, llamado Enécuri, topónimo de estructura vasca, compuesto de Eneco y uri "villa" « cuyo significado es "villa de Eneco", entendiéndose por Eneco un nombre de persona. Dicho topónimo no podría ser traducido por Iñíguri sin que resultase chocante para todo el mundo. Queda demostrado, sin el menor indicio de duda, que Eneco ha coexistido históricamente con Iñigo hasta nuestros días.

e) En uno de los Considerandos de la resolución de la Dirección General de Registros antes citada de fecha I de febrero de 1972 se señala que Eneko es equivalente a Iñaki, según el Nomenclátor Euskérico de la Academia de la Lengua Vasca. Presento certificado de Fr. Luis Villasante Cortabitarte, miembro de número y presidente de la Academia de la Lengua Vasca, quien señala que jamás han sido considerados como equivalentes por la Academia de la Lengua Vasca los nombres de persona Eneko e Iñaki, y si bien en la edición del Nomenclátor euskérico de nombres de pila (presentado a la Academia de la Lengua Vasca por la Comisión nombrada al efecto en su seno) publicada por la Editorial La Gran Enciclopedia Vasca aparecen en la misma línea, este hecho obedece a una arbitrariedad deslizada en la misma. El nombre de Iñaki está citado en el Santoral Vasco de Sabino de Arana y Goiri como equivalente a Ignacio. Puede comprobarse este extremo en las xerocopias que se presentan. Acompaño también certificado del Padre Antonio Zavala Echeverría, de la Compañía de Jesús y miembro de número de la Academia de la Lengua Vasca; el cual señala que San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, a su llegada a Italia, cambió su nombre original de Iñigo por el de Ignacio, por ser aquél menos conocido fuera de España, en la Cristiandad universal. Eligió este nombre de Ignacio, distinto de Iñigo, probablemente en devoción a San Ignacio de Antioquía santo de la primitiva cristiandad.

f) Adjunto xerocopias de la portada y de las páginas 12 y 13 del Nomenclátor onomástico vasco de J. M. Satrústegui editado oficialmente por la Academia de la Lengua Vasca en Pamplona en 1972. En la p. 13 puede leerse: "Eneko, San. Abad de Oña. Fiesta religiosa el día 1 de junio".

g) Acompaño xerocopias de los demás libros que se citan. Por todo lo expuesto, SUPLICO de S. Sª que, dando por presentado este escrito que va acompañado de los documentos referidos, se digne admitirlos y en su razón anule la Providencia recorrida y dicte el correspondiente Auto por el que se autorice el nombre de Eneko como el correcto para nuestro hijo, suprimiendo el de Iñigo que fue impuesto por S. Sª, lo que es de justicia que pido en Bilbao a veintiséis de mayo de mil novecientos setenta y tres. Bernardo ANAUT