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EKAI

Urbanismo y construcciones civiles

Su casco urbano tiene una disposición en cuesta, con una calle principal que asciende desde la casa-torre situada a la entrada del pueblo. No obstante, su disposición no es tan lineal como, por ejemplo, en el cercano Satrustegi, sino que se abre un tanto en la parte alta, con varias calles diferenciadas y amplios espacios entre las casas.

Su caserío tiene en general un buen estado de conservación, no faltando las casas hoy cerradas y en deterioro ni alguna recientemente restaurada con bastante gusto. Abre el núcleo de Ekai por el norte una casa-torre de las que tanto abundan en el país. En su disposición actual parece obedecer a reformas realizadas en época moderna (tampoco se nos escapa una reciente intervención en las cubiertas), pero tanto su tipología como alguno de los vanos presentes nos remonta sin muchas dudas a la Edad Media. Este vetusto edificio debe ser identificado con el antiguo palacio de cabo de armería del lugar, que ocupa el puesto nº 298 en el L.A.R.N., "el palaçio de Equay en val de Araquil", dice el armorial, que da como escudo "de gules, tres crucetas treboladas de oro". La presencia de uno de estos palacios en el lugar no puede sorprendernos mucho pues, aunque ciertamente este tipo de palacios escasean en los pueblos del entorno, la posición dominante de Ekai, su ubicación en la embocadura misma del valle, la presencia de pasos tan estratégicos como los de Oskia y Dos Hermanas y la no menos importante existencia de varios castillos reales en la zona pudieron justificar su presencia desde fecha temprana. Efectivamente, a muy poca distancia, sobre una de las dos rocas de las Dos Hermanas (traducción incorrecta del original nombre Bi Aizpe), se enclavaba el antiguo castillo real de Aizita, documentado al menos entre 1208 y 1440, mientras que en el desfiladero de Oskia, a menos de cinco kilómetros y con comunicación visual directa, se encontraba el castillo de Orarregi, que estuvo hábil entre 1276 y 1420. Este palacio de cabo de armería de Ekai se encontraba a la vista de ambos, y aún podía ayudar en la transmisión de señales visuales desde el castillo de Irurita en Urdiain o desde los puntos fuertes habitados como el propio Etxarri. En la actualidad, el palacio presenta, como se ha dicho antes, la disposición de una casa-torre. Su estado de conservación es aún bueno y su aspecto vetusto. La torre propiamente dicha va en mampostería con esquineros mejor labrados. Presenta tejado a cuatro aguas e, inmediatamente debajo, sendas cornisas de piedra con los orificios de acceso al palomar. A este cuerpo se adosó un ala baja residencial, realizada con mejor tratamiento de la piedra, especialmente en ángulos, enmarque de las ventanas y entorno del acceso. Se cubre con un tejado a dos aguas, dotado de una importante lima hacia el lado meridional. Entre los vanos, llama la atención una ventana geminada, compuesta por dos arquillos conopiales labrados en arista viva y sin molduras, que debe ser el vano más antiguo del edificio. Por debajo, dos saeteras parecen querer proteger este flanco, donde no podemos descartar incluso la presencia originaria de un foso defensivo. En la ampliación de la Edad Moderna, los vanos son cuadrangulares, varios de ellos con alféizares moldurados, y la puerta de acceso es un medio punto sin moldurar, muy común en la zona entre los edificios del siglo XVIII. Si ascendemos por la empinada calle, nos encontramos de inmediato con una casa de tres alturas, con muros enlucidos y cadenas de sillar, que se perforan por vanos rectangulares salvo el acceso, de medio punto. Frente a ella, al otro lado de una placita, una casa arreglada a la que en la reforma se le ha dado mayor riqueza de volúmenes y mayor presencia de la madera, presenta dos alturas y tejado a dos aguas, muros de mampostería desnuda siguiendo las modas actuales, y un acceso de medio punto, con rosca moldurada y escudo en la clave, que no coincide con las armas del L.A.R.N. Cerca, un bloque de desarrollo horizontal y dividido en dos viviendas formando una "L" está hoy en estado de abandono y en franco deterioro. Se abre con arco de medio punto, como es casi norma en el entorno, siendo el resto de los vanos rectos. Otra casa, de dos alturas y muros enlucidos, presenta acceso mediante arco de medio punto moldurado, muy similar a otro antes descrito y obra probable del mismo taller. La clave lleva esculpida una cruz y una estrella. Encima, sobre la ventana central, se lee la siguiente inscripción: HYZYERON HAZER ESTA/ CASA PEDRO DE ZUHAZU Y/ ANTONIO DE URDANYZ/ EN EL AÑO DE/ 1763. El resto de las casas repiten esquemas como los hasta ahora descritos.

En la placita ante la iglesia hay una sencilla fuente de piedra, con pila prismática y remate piramidal, con inscripción que la fecha en el año 1913. En la parte alta del pueblo, además, encontramos un coqueto lavadero de piedra, con tejado a dos aguas y larga "aska" para abrevadero del ganado, a donde vierte el agua desde una fuente con pila cúbica y remate con un sencillo frontón triangular.

Ermitas

Pérez Ollo registra dos. La de San Juan Bautista, hoy desaparecida, y la ermita de San Lorenzo de Berosago, que se documenta ya para 1280, en la que Igual de Soria mandaba en 1797 que se repusiera alguna imagen o cuadro, y que era lugar de las Juntas de Val de Araquil en 1734. Hoy es la capilla adosada al cementerio.

Parroquia de San Andrés

Este templo se sitúa a comienzos del siglo XIII, y fue levantado en un románico rural avanzado, que se acerca ya a los postulados del gótico. Originariamente constaba de una única nave, dividida en tres tramos más la cabecera, que es de testero recto, y con la torre ubicada sobre el primero de los tramos. El acceso a la torre se practicaba desde unas escaleras adosadas al muro del Evangelio, en el que también registramos una sencilla hornacina, a modo de transepto embrionario. A este plan original se añadió la sacristía, adosada a la cabecera por el muro de la Epístola, y un pórtico que cobija al acceso en el mismo muro. Además, a los pies del templo encontramos un sencillo coro alto de madera. Los muros son de sillarejo, van recorridos en altura por una moldura lisa que recorre todo el templo, y se perforan por varios vanos modernos, además de una ventana original recta y abocinada. La nave se cubre con bóveda de cañón apuntada y con fajones que la refuerzan y la dividen en tres tramos, además de la propia cabecera. Estos arcos fajones son de sección rectangular y apean sobre ménsulas polilobuladas. En cuanto a la sacristía, es de planta cuadrada y se cubre con un único tramo de bóveda de arista. La puerta se sitúa entre dos de los contrafuertes del muro de la Epístola. Consiste en un arco apuntado con tres arquivoltas más un guardalluvias exterior, todo ello carente de decoración. Descansan sobre capiteles igualmente lisos y pies derechos. Se cobija por un pórtico moderno sobre pilares de sección cuadrada, que se une al volumen exterior de la sacristía. En cuanto a la torre, que ya hemos dicho que se levanta sobre el primer tramo de la nave, es un sencillo volumen prismático con dos medios puntos para las campanas y con tejado a cuatro aguas.

El retablo mayor se ubica en la cabecera, y está dedicado al titular San Andrés. Es una obra barroca de mediados del siglo XVII, y su traza consta de banco, dos cuerpos de tres calles y ático recto con frontón y aletones. Se articula mediante hornacinas y columnas adosadas. Además de algunas imágenes modernas, registramos las tallas barrocas de San Andrés, titular, San José y San Antonio Abad, así como el Crucificado que ocupa el ático. El sagrario tiene algunos interesantes relieves figurativos.

En el lado de la Epístola hay una talla del Crucificado, de 150 x 135 cm., gótica del siglo XV. Muestra rostro de serena expresión, rasgos finamente tallados y larga cabellera partida. Muestra anatomía algo rígida, en amplios planos geométricos que también afectan al paño de pureza.

En la sacristía se guarda una cajonera barroca, un crucificado también barroco, así como varias piezas de platería.

Joseba ASIRON SAEZ (2007)